CIUDAD DE MÉXICO. La Norma Mexicana 025 es el único instrumento en el país que certifica oficialmente a las empresas que cuentan con políticas de igualdad y no discriminación porque están convencidas de que los derechos humanos y laborales no solo benefician a las personas, sino al desempeño de sus organizaciones.

Oficialmente llamada Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación, esta no solo aporta reconocimiento público a las empresas en esos temas, sino los beneficios en innovación y financieros que traen la diversidad y la inclusión. También abre otro tipo de oportunidades a las empresas. Por ejemplo, las firmas obtienen puntos extra al participar en licitaciones gubernamentales de obras y servicios, por lo tanto, gozan de mayor ventaja para ganar contratos.

Pese a esas y otras ventajas, la normativa es voluntaria, es decir, que las empresas tienen la libertad de decidir si la adoptan y se certifican, o no. Hoy, apenas poco más de cuatro centenas de organizaciones en el país presumen este distintivo.

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¿Quién otorga la certificación?

La norma está a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, el Instituto Nacional de las Mujeres y el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación, y busca, según las propias instituciones, incorporar la perspectiva de género y de no discriminación en todos los ámbitos de las empresas y dependencias, implementar acciones para prevenir y atender la violencia laboral y apoyar en acciones para que exista corresponsabilidad.

“A pesar de los esfuerzos realizados para salvaguardar los derechos de las y los trabajadores, aún persisten dentro del mercado laboral diversas formas de discriminación, las cuales representan obstáculos para el pleno goce de sus derechos humanos y laborales. Esta discriminación inhibe el ejercicio igualitario de libertades, derechos y oportunidades de las personas, las excluye y las pone en desventaja para desarrollar de forma plena su vida”, menciona el documento de creación de la norma.

“La desigualdad convierte al espacio laboral en un lugar de limitación, segregación y exclusión, que impactan de manera directa y negativa en la productividad y desarrollo económico, político y social en los países donde no se cuenta con una estrategia de prevención y eliminación de la discriminación”, añade.

Esta norma, indica el documento, está basada en múltiples instrumentos internacionales que México ha suscrito en materia de igualdad, así como en leyes y programas nacionales que se han ido implementando, pues de manera previa, en 2012, ya se había contado con una similar, pero fue perfeccionada.

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En la actualidad existen 489 centros de trabajo, públicos y privados, que están certificados, según documentos oficiales con fecha al 7 de junio de 2022.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) indica que es necesario fomentar la certificación en las empresas “a fin de elevar su valor social, generar prácticas inclusivas y mejorar sus condiciones laborales”, señala en su informe Mujer en la Economía: Cómo Alcanzar el Potencial de México.

El Imco también señala que para que eso suceda es necesario nombrar a una institución que se encuentre a cargo de estos esfuerzos que hoy están divididos entre STPS, Inmujeres y Conapred, así como realizar campañas de difusión para que se conozca la Norma 025 y sus ventajas.

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¿Cuáles son sus beneficios?

Mayor innovación y mejor desempeño financiero se cuentan entre los beneficios que aporta la diversidad y la inclusión, los dos factores que impulsa la Norma 025.

El estudio Women in the Workplace 2020, de la consultora McKinsey & Company, ha mostrado que aquellas compañías con buenas prácticas en diversidad e inclusión tienen 25% más probabilidad de tener un mejor desempeño que las que no las tienen. Otro estudio de la consultora Accenture, Getting to Equal 2019, expuso que la igualdad en los entornos laborales es el principal factor de innovación en las organizaciones.

Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad considera que el Producto Interno Bruto del país podría ser 15% mayor en 2030 si se sumaran 8.2 mujeres a la economía.

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El documento de expedición de la NMX 025 enlista otros beneficios:

• Ganar más puntos en licitaciones públicas que se rigen por el sistema de evaluación de puntos y porcentajes, lo cual está establecido en la Ley de Adquisiciones.
• Obtener mayor impacto en la cadena de valor
• Aportar confianza para atraer talentos y fortalecer la lealtad de quienes integran el espacio
• Reafirmar el compromiso con el personal y por parte del mismo
• Hacer público el valor de la empresa o dependencia como un espacio donde se promueve la diversidad y la inclusión
• El personal empleado tendrá mayores derechos laborales, incrementando la confianza y credibilidad en el centro de trabajo y mayor fortalecimiento de su desarrollo profesional y personal
• A nivel sociedad se irá incrementando gradualmente el número de espacios donde se promueva la igualdad y no discriminación

¿Qué deben hacer las empresas para certificarse?

Primero, el centro de trabajo debe entregar documentación -con una antigüedad no mayor a 12 meses- que acredite el cumplimiento de una serie de requisitos divididos en críticos, no críticos y acciones afirmativas. Cada aspecto otorga un puntaje específico. La organziación debe cumplir con al menos 70 puntos sin las medidas afirmativas para alcanzar la certificación.

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En el caso de los requisitos críticos, estos deben obtener el 100% del puntaje y son:

• Contar con una política de igualdad laboral y no discriminación (10 puntos).
• Tener un grupo, comisión o comité encargado de la vigilancia del desarrollo e implementación de prácticas de igualdad laboral y no discriminación (5 puntos).
• Procesos de reclutamiento y selección de personal sin discriminación (5 puntos).
• Hacer una auditoría interna (5 puntos).
• Medir el clima laboral y no discriminación en el centro de trabajo (5 puntos).

En cuanto a los requisitos no críticos, se establece un máximo pero cada espacio laboral puede obtener un número distinto, según la situación en la que se encuentre. Estos son:

• Existencia de un código de ética (3 puntos).
• Garantizar la igualdad salarial (5 puntos).
• Contar con procesos de ascenso y permanencia con igualdad de oportunidades (5 puntos).
• Tener procesos de formación, capacitación, adiestramiento, y con igualdad de oportunidades (5 puntos).
• Planes de capacitación y sensibilización en temas de igualdad (5 puntos).
• Utilizar lenguaje incluyente y no sexista (5 puntos).
• Realizar acciones para la corresponsabilidad en la vida laboral, familiar y personal con igualdad de oportunidades, como espacios de lactancia materna, oferta de cuidados adicional a instancias oficiales, flexibilidad de horarios, licencia de paternidad de más de cinco días (23 puntos, divididos en varios ámbitos).
• Contar con accesibilidad en los centros de trabajo con mobiliario para personas con discapacidad o embarazadas, accesibilidad de espacios físicos, programa de protección civil que incluya a personas mayores y con discapacidad (12 puntos).
• Medidas para evitar y atender casos de discriminación y violencia laboral (7 puntos).

Una vez obtenida la puntuación, si la empresa tiene medidas afirmativas, se otorgan categorías adicionales de certificación. Con dos medidas afirmativas, se otorga un certificado bronce; con tres medidas, se da el certificado plata, y con cuatro, se entrega el certificado oro. Entre las medidas que se pueden implementar, se encuentran:

• Al menos 40% de mujeres en la plantilla laboral
• 40% de mujeres en puestos directivos
• 5% de personal que viva con alguna discapacidad
• Tener una figura mediadora en el mecanismo para atender y sancionar la violencia laboral
• Hacer eventos entre el personal y sus familias para fomentar la no discriminación

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¿Cómo se tramita la certificación?

Cualquier centro de trabajo puede iniciar el trámite, ya sea público o privado, bajo los siguientes pasos:

1. Realizar una autoevaluación del sitio para verificar el cumplimiento de la norma que se tiene en la empresa y tener toda la documentación solicitada.
2. Hacer los cambios necesarios en el centro de trabajo para que se adapte a lo solicitado en la norma, incluyendo implementar prácticas y procesos que cambien la cultura laboral.
3. Enviar la documentación al Consejo Interinstitucional, integrado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Esto se realiza a través de una carta compromiso membretada y firmada por la alta dirección o representante legal.
4. Contratar un organismo certificador avalado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), con quien se firmará un contrato en que se detallarán todos los sitios donde se encuentra la empresa y las fechas de realización de la auditoría.
5. Llevar a cabo la auditoría de certificación. Para ello, se recibirá al organismo certificador que deberá realizar una revisión de evidencia documental, observación del espacio físico, aplicación de una encuesta y otras actividades. Este organismo entregará los resultados con un puntaje.
6. En caso de haber obtenido el puntaje mínimo necesario, la organización recibirá el certificado por parte del organismo certificador. Posteriormente, la empresa deberá enviar copia del certificado al Consejo Interinstitucional para ser integrado en el padrón nacional.