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Por Ana Osorio

CIUDAD DE MÉXICO. Las amistades son esas personas en quienes nos apoyamos para resolver nuestros problemas, nos escuchan, aconsejan y nos ayudan en distintos ámbitos de la vida. En el mundo laboral no son la excepción. Tener amistades en el trabajo es igual a tener personas aliadas que nos pueden impulsar y dar el respaldo que necesitamos para construir y afianzar nuestro liderazgo.

Agustín Paulín, fundador y CEO de TalentAccelerator.jobs, afirmó que las posiciones de liderazgo son espacios donde es necesario organizar recursos, incluidos los humanos, para lograr un fin en específico; por ejemplo, las metas a cubrir en las empresas. Se trata, pues, de acciones que requieren de la colaboración de varias personas. Por lo tanto, establecer relaciones positivas en los espacios laborales es necesario. Esas relaciones se convierten en personas que te ayudarán a cumplir esos objetivos y a generar buenos equipos que consigan los resultados esperados.

“El liderazgo es nuestra capacidad o la capacidad que tiene una persona de influir, de motivar, de organizar a un equipo de trabajo, organizar recursos para lograr acciones a sus fines u objetivos. En la mayoría de los casos logramos algo a través de los demás. Un líder o una persona tiene un proyecto y, pues no lo hacemos solos, lo hacemos en conjunto con muchas personas, y lo logramos a través de alinear a todos, motivar a todos, para que trabajen con ese mismo propósito”, indicó en entrevista para Dalia Empower.

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Paulín afirmó que en los puestos de liderazgo existen distintas fuentes de donde proviene el poder que permite tomar decisiones y generar acciones. Esas fuentes son:

• La posición en la empresa. Es el cargo que ocupas y que te proporciona la autoridad de manera formal para poder llevar a cabo las tareas.
• El capital intelectual. Se trata de los conocimientos que tienes sobre un tema en específico, pues la especialización te permite tomar decisiones e influir en la toma de las mismas.
• El capital financiero. Son los recursos económicos con los que cuentas y los cuales te permiten adquirir infraestructura o generar un proyecto.
• El capital social. Las relaciones que tienen con las personas y que hace que puedas influir en ellas sobre distintos aspectos.

El también speaker de Dalia Empower sostuvo que las amistades o relaciones positivas, como él prefiere nombrarlas, conforman parte de ese capital social que incrementa tu capacidad de liderazgo. Por ello es necesario fomentarlas al interior de las empresas, pues con ellas podrás trabajar de manera más efectiva para que los proyectos se concreten.

“Incrementan mi capacidad de hacer cosas, de ejercer, de poder influir, de impactar positivamente, de hacer que un proyecto llegue a buen puerto y sea exitoso. Si empiezo a generar alianzas, porque al final todo lo que hagamos siempre lo vamos a hacer a través de los demás”, señaló.

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Explicó que las amistades no solo trabajarán contigo en lograr los objetivos laborales, sino que también te ayudarán a lograr objetivos personales, como lograr promociones en la organización.

“Si yo desarrollo estas relaciones positivas dentro de la organización, entonces la capacidad de éxito de mis proyectos aumenta porque tengo aliados que me van a ayudar a guiarlo y lo van a llevar a buen puerto. En la medida que yo tenga mejores resultados también voy a tener una mejor carrera profesional”, sentenció Agustín Paulín.

Detalló que estas personas te ayudan igualmente a tener una visión más amplia acerca de lo que sucede en la organización para contar así con un mayor entendimiento y con una capacidad de ejecución más amplia. Además, te impulsarán y te exigirán a ser una mejor persona y profesional, por lo que son un incentivo en tu desarrollo.

“Personas que te impulsan a ser mejor, que te exigen, que te exigen más, que en conjunto te llevan a hacer una mejor persona […]; es un gran aliado, donde suman, donde se generan sinergias, donde se comparten objetivos y se pueden lograr grandes resultados”, aseguró.

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¿Cómo evitar conflictos de interés?

Ahora, en relación con las amistades, una de las situaciones que puedes encontrarte al ocupar una posición de liderazgo en una empresa es sentir la tentación de beneficiar a las personas con quienes tienes afinidad y darles un trato preferencial. Evitar esto es una obligación. Para que no suceda y que las amistades continúen siendo un factor positivo para la construcción de tu liderazgo, Paulín señaló que es necesario establecer una serie de mecanismos de evaluación para tomar decisiones de manera objetiva.

“Lo mejor es siempre tener claridad en los objetivos esperados y cómo las expectativas que se tiene de cada persona y los mecanismos de evaluación de desempeño, para que, si nos toca promover a una persona que es un amigo o que es un familiar, no sea esa la razón, sino que sea precisamente porque ha desarrollado con éxito distintos proyectos”, afirmó.

Estos mecanismos de evaluación acerca del desempeño, explicó, deben ser comunicados a todas las personas en la organización de manera muy clara, agregó. Además, en las relaciones de amistad, ambas partes deben conocer perfectamente los objetivos a cumplir, tanto personales como de la empresa, y cómo colaboran para lograrlos. La transparencia es clave.

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Aun así, es posible que en ocasiones se presenten conflictos y será necesario que las relaciones de trabajo se den por concluidas para continuar manteniendo las relaciones de amistad.

“A veces, claro, y me ha tocado, me ha tocado en estas conversaciones con amigos y decir mejor: ‘A ver, aquí mejor rompemos nuestra relación profesional para continuar manteniendo nuestra amistad en el ámbito privado y en el ámbito personal’. ¿Por qué? Porque a lo mejor los resultados no se dieron, a veces cuesta trabajo romper esa relación profesional, pero en la medida que lo hagamos de la manera más clara, más transparente e inmediata, se puede mantener esa relación de amistad en el ámbito personal”, señaló.