Papás solteros en un mundo machista: los obstáculos que enfrentan

Los papás que crían solos a sus hijas e hijos enfrentan una serie de obstáculos que van de cuestionamientos internos y replantearse su masculinidad a la falta de insumos básicos y políticas públicas para involucrarlos en los cuidados.

CIUDAD DE MÉXICO. En el mundo actual los papás se perciben como los proveedores de la casa mientras que las mamás son aquellas que se deben de encargar de criar a los hijos e hijas y aunque esos estereotipos poco a poco van cambiando, aquellas personas que se atreven a intentarlo se enfrentan a un sistema hecho para que funcione igual que siempre.

Un ejemplo de ello son aquellos hombres que crían a los hijos solos, quienes comparten la custodia o inclusive los que quieren ejercer una paternidad responsable y que se encuentran con obstáculos desde la educación, la falta de insumos en los espacios masculinos y la falta de políticas públicas para que ellos se encarguen de una actividad que debiese verse como natural.

“Hay pocas políticas públicas que hablen de los hombres y las masculinidades, y nos inviten a involucrarnos al tema de la corresponsabilidad y el cuidado, gran parte de las políticas existentes en el país tienen este tinte sexista, reconociendo a las mujeres como cuidadoras”, señaló Oscar Iván Godinez Guzmán, consultor independiente especialista en masculinidades.

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Primero los cambios internos

Ehécatl comparte la custodia de su hija con su expareja. Por eso la nena de 2 años pasa unos meses con ella y otros con él, en los que ha aprendido las dificultades del cuidado.

En México la población infantil menor de 15 años predominantemente vive con ambos padres (73.5), 15.9 vive sólo con la madre, 3.3 sin madre ni padre y apenas 1.1% sólo con el padre, según el Instituto Nacional de las Mujeres.

La Encuesta Nacional de los Hogares indicó que en 2017 había 993 mil 935 hombres que crían solos a sus hijos.

“A mí se me hace bien complicado la crianza de una niña, se me ha hecho bien rudo, los cuidados de higiene, más allá de cambiar pañales, los cuidados de su vagina y a veces me da muchos temores y eso es para mí es bien transgresor”, contó.

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Explicó que, a diferencia de a las mujeres, a los hombres no les inculcan trabajos de cuidado y menos aún del cuidado hacia otra persona por lo que actividades básicas le resultaron complicadas y ha tenido que aprenderlas con la práctica.

Esto, dijo, le genera temores al no saber si está haciendo un buen trabajo como papá y temores sobre la forma en que está rompiendo las dinámicas que hubiera adoptado en un acuerdo familiar distinto.

Carolina Olvera Castillo, investigadora en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, afirmó que este tipo de dificultades emocionales son frecuentes ya que los hombres no se imaginan a si mismos como padres solteros en ningún momento de su vida, contrario a lo que puede pasar con una mujer, lo que provoca un choque muy fuerte con las expectativas y lo que sucede.

“(La sociedad) no les permite verse a sí mismos como una posibilidad de papá soltero, la verdad es que uno que otro sí, pero si le preguntas es raro que te digan que van a ser papás solteros, quizá a nosotras si nos preguntas es más fácil, puede que sea más fácil esa posibilidad”, dijo Carolina Olvera Castillo, investigadora en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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El estudio Familias Cambiantes, Paternidad en Crisis realizado por Norman Dario Morena en la Universidad de Chile, señala que desde hace dos décadas se han identificado diferentes tipos de autoridad paternal, pero los jóvenes se están enfrentando a tener que romper con los modelos que existían y por lo tanto con la demanda de cambios en su identidad.

“De bebé que despertara a media noche y no pudiera dormir me desesperaba un poco y no sabía que hacer, me ponía a llorar o me enojaba y también conmigo. También es difícil porque abandonar mucho la individualidad.Ya no es tan difícil, pero me pesaba no salir a echar un café o a ver a mis amiguis o verles cada vez menos, y es cosa que a los hombres no solemos sacrificar”, señaló Ehécatl.

Olvera Castillo señaló que los hombres que ejercen una paternidad responsable, especialmente aquellos que crían solos, deben generar una serie de conocimientos y funciones que no imaginaron y que además jamás han visto realizar a otros hombres.

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Dificultades y expectativas

La falta de cambiadores de pañales en los baños de hombres ha sido uno de los problemas que enfrentan los papás que ha sido más visibilizado.

Hace dos años un hombre se viralizó cambiando un pañal a su hijo en cuclillas y muchos comenzaron a subir sus propias fotos e inclusive en varios estados de Estados Unidos se habló de legislar al respecto.

En México la situación no es distinta. La mayor parte de los baños de mujeres tienen estos aditamentos pero en los de hombres no existen y aunque en algunas plazas comerciales comenzaron a colocar los “family room” o algunos baños de hombres con cambiadores, pero lo cierto es que aun son pocos sitios donde se tienen.

Además, muchas veces es posible observar a papás con niñas de cerca de seis años pidiendo a desconocidas que las ayuden a cuidarse en el baño “de mujeres”.

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Godinez Guzmán aseguró que el caso de los cambiadores se ha convertido en un emblema pues la sociedad está pensada para que sean las mujeres quienes se hagan cargo de los hijos e hijas, sin embargo hay muchos otros problemas similares como las ludotecas en lugares de trabajo donde el acceso sea para hijos e hijas de personal de ambos sexos o espacios para alimentar a los y las bebés sin necesidad de que estén lactando.

“El caso de cambiadores es más emblemático, algunos lugares han tratado de adaptar ludotecas, hay quienes piensan no solamente en lactados sino también en espacios donde puedan alimentar al hijo […] pero son ideas que no se han logrado materializar”, afirmó.

Ehécatl señaló que parte de estos problemas que se enfrenta en un mundo que no está hecho para los papás, los soluciona con apoyo de su mamá (la abuela de su hija) quien le ha ido enseñando las tareas de cuidado pero también quien se hace cargo cuando existen situaciones que él no sabe enfrentar.

Olvera Castillo aseguró que constantemente cuando un hombre cuida “solo” a sus hijas e hijos, existe una persona, generalmente mujer, quien brinda soporte porque son quienes cultural y socialmente ejercen el rol de cuidado.

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Dijo que suelen ser las tías, las hermanas o abuelas y en muchas ocasiones los hombres continúan con el rol de mantenimiento económico y proveeduría aunque en muchas otras, como las de Ehécatl, se involucran de manera directa en la crianza.

Pero al hacerlo se enfrentan a otro conflicto: el sobre-reconocimiento, una sociedad que les aplaude cualquier gesto que hagan, como aquellas fotos que se ven viralizadas en las redes sociales.

“Como hombre nos aplauden un chingo de cosas que son bien cotidianas (…) a veces nos aplauden a los hombres hacer cosas que debería ser pues culturalmente habitual hacer”, dijo Ehécatl.

La investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí señaló que este tipo de enaltecimiento provoca que los hombres que ejercen su paternidad de manera responsable sean vistos, por sus pares, como un ideal inalcanzable o como personas poco deseables.

En ambos casos dejan de ser un rol o un modelo a seguir y las actividades cotidianas dejan de serlo.

Además, ese tipo de publicaciones en redes sociales o comentarios entre amistades muchas veces llevan a culpar a las madres de abandono al no estar presentes en el momento en que se realizaba la acción, como por ejemplo en la foto de los cambiadores de pañales donde se cuestiona donde están ellas una y otra vez.

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Políticas públicas

En México la única política pública que involucra a los hombres en la crianza, es la licencia por paternidad pero es insuficiente y no está planteada de manera correcta, coincidieron Godinez Guzmán y Olvera Castillo.

La investigadora de San Luis Potosí señaló que de hecho la licencia de maternidad es un permiso para recuperarse de la atención de salud que tuvieron (incluida una posible cirugía por cesárea) pero no se plantea el cuidado de la hija o hijo.

Afirmó que en el caso de los hombres es aún peor ya que la licencia se emite a un periodo muy corto de tiempo al ser únicamente cinco días laborales.

Godinez Guzmán dijo que existen ejemplos en Suecia donde brindan 480 días con un subsidio para que padre o madre se mantengan en casa.

Sin embargo afirmó que ni los hombres ni quienes impulsan la política pública entienden la importancia de que ellos se involucren en el cuidado, por lo que en México éstas se perciben como días de vacaciones o descanso adicionales.

Además, planteó casos como el de Ehécatl donde no existe un trabajo en la formalidad y por lo tanto no se gozan de esas prestaciones.

“Muchas de las políticas y programas en este país en torno al cuidado siguen siendo sexista, un ejemplo tiene que ver con la patria potestad que se sigue otorgando a las mujeres porque se desconfía de que los hombres seamos cuidadores, hay una desconfianza que efectivamente podamos dedicarnos al cuidado”, sentenció Godinez Guzmán.

Apenas en el año 2020 se avalaron las reformas necesarias para que los hijos e hijas de padres trabajadores puedan acceder a las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, luego de que dos años antes la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que negar el servicio es violatorio de los derechos y refuerza estereotipos de género.

Olvera Castillo planteó que en las empresas para las mujeres es difícil conseguir permisos para cuidado como llevar a hijos e hijas a cuestiones médicas pero en aquellas que lo implementan, no lo hacen para los hombres.

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Con eso, afirmó, están afectando a los hombres que intentan hacerse responsables de los cuidados pero también a las mujeres al seguir delegando a ellas estos trabajos.

“O le dan un apoyo o una canasta por el nacimiento de una hija o hijo y solamente se les da a ellas, cuestiones que parecieran muy materiales, muy superficiales, pueden llegar a ser importante porque son un inicio, un inicio de labor de recuperación de funciones por parte de ellos y de nuevas construcciones”, aseguró.

Normalizar la paternidad

Según Olvera otro de los problemas es que se considera que los hombres que están ejerciendo una paternidad responsable y en solitario no existen y por lo tanto no requieren de acciones que ayuden a sus actividades de cuidado.

Sin embargo, dijo que inclusive las personas que se especializan en el área se dan cuenta que estos modelos de paternidad, aunque son los menos, llevan años existiendo.

Afirmó que en muchas ocasiones se debe a necesidades políticas o sociales que llevan a las personas a conformar esos modelos de familia, sin embargo ahora es cuando se están observando.

Ehécatl coincidió pues tan sólo a él, son justamente hombres que han criado solos quienes en ocasiones le han dado una guía o consejos para sus labores parentales, como el papá de una de sus amigas.

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Por eso, la experta de la UASLP aseguró que es necesario hacer un cambio en la forma en que se involucra a los hombres y no solamente aquellos que criarán solos sino a todos, pues desde el embarazo de la mujer se debe tomar en cuenta que ellos también serán los responsables del hijo o hija por nacer.

“Va desde cuestionarse desde el momento en que la pareja está embarazada, que muchos (hombres) dicen es que como me acerco a ella, hay un desconocimiento completo, nadie se preocupa por ellos, en el momento en el que ocurre esto (las preocupaciones de ellos) en la periferia del embarazo, durante el embarazo, después del mismo”, indicó.

“Como padre tienes el amor y la necesidad del cuidado de tu hijo o hija y a veces la falta de experiencia nos hace incurrir en errores bien grande […] De repente tener a mi hija que es mi derecho y mi responsabilidad lo veo como un casi regalo”, señala Ehécatl.

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