CIUDAD DE MÉXICO Las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) pueden ser pieza clave para la incorporación laboral de las mujeres, ya que en varios casos ofrecen flexibilidad laboral, pero dentro de la formalidad.

Sin embargo, en México la participación de las mujeres en áreas relacionadas con esas carreras (como Informática, Telecomunicaciones, Robótica, Software, Ingeniería, Electrónica, Arquitectura, Biotecnología, Genética, Química o Física) es baja, pues prefieren disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades.

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Durante el foro virtual Mujeres: Pieza Clave para la Reactivación Económica, Fernanda Zenizo, CEO de Intelab, empresa dedicada a la gestión de recursos humanos, destacó que en la búsqueda de talento las organizaciones observan una baja disponibilidad de mujeres expertas en los rubros de ciencia y tecnología.

Consideró que la problemática radica en que pocas estudian hoy en día carreras STEM, pese a ser cada vez más demandadas por las empresas.

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“Hay que educar a las mujeres en esas áreas en que no nos gusta participar: ciencias duras. Las mujeres optamos más por humanidades y se ve reflejado en la cantidad de mujeres inscritas a la universidad en estas áreas”, señaló.

En el panel moderado por Arlenne Muñoz, directora editorial de Grupo Mundo Ejecutivo, también participó Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien subrayó que este tema debe ser abordado desde la educación de las infancias.

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Expuso que que los resultados de las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) de la OCDE ( ) han mostrado que las niñas en grados de escolaridad básicos tienen un mejor desempeño que los niños. No obstante, al crecer su habilidad matemática disminuye.

“Se convence a las niñas de que no son buenas para los números. Se cree que los niños son muy buenos para las matemáticas y que las niñas son muy buenas para los temas de cuidados; que son más cálidas, etcétera. Desde ahí ya se empiezan a abrir las brechas [de género]”, señaló.

Rocío Fernández, directora ejecutiva de Core Food Solutions, subrayó que la innovación no solo debe ser tecnológica sino en recursos humanos. Y, en ese sentido, la clave puede estar en la formación de las mujeres, al darles herramientas y capacitación para que se empoderen a sí mismas y compitan en sectores en los que habían creído que no podían participar nunca.

Destacó la necesidad de que las empresas pongan en marcha sistemas, campañas y capacitaciones enfocadas a la igualdad de género, que generen hombres y mujeres con las mismas aptitudes, enfrentándose a los mismos retos y complementándose.

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De acuerdo con datos del IMCO, el Producto Interno Bruto de México puede crecer 15% si se sumaran 8.2 millones de mujeres al mercado laboral.

La pandemia ha golpeado con fuerza a las mexicanas. El instituto estima que 53% de las mujeres trabajadoras se concentra en los sectores más afectados por la pandemia y cuya recuperación podría ser más lenta.

Masse menciona como posible factor, los estereotipos que la sociedad ha perpetuado alrededor de las mujeres y su capacidad intelectual.

Flexibilidad laboral, una clave

La investigadora del IMCO, que se ha enfocado en estudios de género, comentó que las prácticas al interior de las empresas mexicanas representan también un obstáculo para la vinculación laboral de las mujeres en un entorno en el cual ellas siguen llevando la mayor carga de trabajo de cuidados y doméstico.

“Yo creo que hoy tenemos esa cultura del horario: trabajar muchas horas y estar dentro de la planta. Somos el país de la OCDE que más horas trabaja y menos productividad tiene”, señaló.

Fátima Masse aseguró que los empleos flexibles pueden incentivar la incorporación femenina. Señaló que estudios del IMCO han mostrado que ellas optan por este tipo de trabajos, pero solo logran encontrarlos en la informalidad bajo malas condiciones.

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Aunque lo cierto es que no en todos los cargos se puede laborar de manera remota, como es el caso del trabajo en plantas o maquiladoras.

Fernanda Zenizo agregó que durante la pandemia su empresa observó una visible disminución de solicitudes de empleo en sectores como el manufacturero, mientras que en los sectores financiero o logístico la caída fue menor.

Añadió que en los últimos meses de crisis sanitaria menos mujeres con hijos han buscado empleo, pues se han enfocado más a las clases en línea de sus niñas y niños. Eso las ha llevado a mantenerse fuera del mercado laboral, lo cual ha terminado golpeando la productividad del país.

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Al respecto, Rocío Fernández destacó que las empresas pueden brindar facilidades a sus colaboradoras en cuanto al trabajo de cuidados.