México avanza en paridad jurídica, muestra índice 2021 del Banco Mundial
México mejoró en leyes relacionadas con matrimonio y divorcio que lo ubicaron al nivel de Bolivia o Sudáfrica, según informe del Banco Mundial.
CIUDAD DE MÉXICO. México mejoró en materia de igualdad de género jurídica, de acuerdo con el índice Mujeres, Empresas y la Ley 2021 del Banco Mundial, al recibir una calificación de 88.8 puntos de 100, por arriba del promedio global de 76.1 y de la calificación que obtuvo en 2020 de 83.8.
El desempeño se debe a una evaluación de 100 puntos en la variable Matrimonio, en comparación con los 60 puntos del año anterior. Aunque el reporte no especifica cuáles fueron las mejoras puntuales que tuvo el país en ese rubro.
Esta variable mide las limitaciones legales relacionadas con el matrimonio y el divorcio, las cuales pueden "tener efectos negativos en el poder de negociación de las mujeres dentro del hogar y poner en peligro su seguridad financiera cuando se finaliza un divorcio", de acuerdo con el Banco Mundial.
En este segmento se evalúan cinco componentes: 1) Si no existe una disposición legal que requiera que una mujer casada obedezca a su esposo; 2) Si una mujer puede ser cabeza de familia de la misma forma que un hombre; 3) Si existe legislación que aborde específicamente la violencia doméstica; 4) Si una mujer puede obtener una sentencia de divorcio de la misma manera que un hombre; 5) Si una mujer tiene los mismos derechos que un hombre para casarse de nuevo.
Mujeres, Empresas y la Ley 2021 mide las leyes y regulaciones en ocho áreas que afectan las oportunidades económicas de las mujeres en 190 países. El estudio fue levantado de septiembre de 2019 a octubre de 2020.
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Las ocho variables son: Movilidad; Lugar de Trabajo; Remuneración; Matrimonio; Parentalidad; Emprendimiento; Activos y Pensión.
México, al nivel de Bolivia, Malta y Sudáfrica
En la edición 2020 del informe -con datos de 2019- México obtuvo 83.8 puntos y se ubicó en la posición 65 del índice de entre 190 economías estudiadas. Este año se ubica en la posición 45 y comparte la misma puntuación (88.8) con Bolivia, El Salvador, Malta, Uruguay y Lao PDR, Montenegro y Sudáfrica.
La calificación global media fue de 76.1; por encima de la media de 75.5 en 2019. "En promedio, las mujeres tienen solo las tres cuartas partes de los derechos legales otorgados a los hombres", de acuerdo con el ente financiero.
El Banco Mundial consideró que en 2020 hubo un avance hacia una mayor igualdad de género, "pero las mujeres de todo el mundo continúan enfrentando leyes y regulaciones que restringen sus oportunidades económicas, con la pandemia de COVID-19 creando nuevos desafíos para su salud, seguridad y seguridad económica".
El mejor desempeño global se asocia con una brecha de género más estrecha en resultados de desarrollo, mayor participación femenina en la fuerza laboral, menor empleo vulnerable y mayor representación de mujeres en los parlamentos nacionales.
Desde 2019, 27 economías de todas las regiones han promulgado reformas que aumentan la igualdad de género. La mayoría introdujeron o enmendaron leyes que afectan el salario y la paternidad. No hubo reformas que aborden las diferencias de género en la propiedad y herencia medida en el indicador de Activos.
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Las 10 economías líderes en paridad jurídica
Diez economías obtuvieron 100. Eso significa que las mujeres están en pie de igualdad con los hombres en todas las áreas medidas. Esos países son: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Portugal y Suecia. El año anterior solo fueron ocho naciones las que obtuvieron 100 puntos.
Además, de las 39 economías con puntajes superiores a 90, 28 son economías de altos ingresos de la OCDE y siete se encuentran en Europa y Asia Central. Las cuatro restantes están en América Latina y el Caribe, Asia Oriental y el Pacífico y África subsahariana.
Ninguna economía de Oriente Medio, África del Norte o Asia Meridional obtuvo 90 o más.
El reporte evidenció que la Paternidad es el área que deja más margen de mejora a nivel mundial y eso incluye la licencia parental remunerada, si los beneficios son administrados por el gobierno y si el despido de mujeres embarazadas está prohibido.
El Banco Mundial consideró que en 2020 hubo un avance hacia una mayor igualdad de género, "pero las mujeres de todo el mundo continúan enfrentando leyes y regulaciones que restringen sus oportunidades económicas, con la pandemia de COVID-19 creando nuevos desafíos para su salud, seguridad y seguridad económica".
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El impacto de la pandemia
La entidad encontró también que varios gobiernos han implementado medidas para abordar algunos de los impactos de la pandemia de COVID-19 en las mujeres trabajadoras.
Antes de la pandemia, menos de una cuarta parte de todas las economías encuestadas garantizaban legalmente a los padres empleados algún tiempo libre para el cuidado de los niños. Pero a partir de la crisis y el cierre de escuelas, casi 40 economías más de todo el mundo han introducido políticas de licencias o beneficios para ayudar a los padres con el cuidado de los niños.
"Aun así, es probable que estas medidas sean insuficientes para abordar los desafíos que ya enfrentan muchas madres trabajadoras, o la crisis del cuidado de los niños", destacó el BM.
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Igualmente subraya que la pandemia también ha contribuido a un aumento tanto de la gravedad y la frecuencia de la violencia de género. Y desde principios de 2020, los gobiernos introdujeron alrededor de 120 nuevas medidas que incluyen líneas directas, asistencia psicológica y refugios para proteger a las mujeres de la violencia.
"Algunos gobiernos también tomaron medidas para brindar acceso a la justicia de varias maneras, incluida la declaración de urgencia de casos familiares durante el encierro y la autorización de procedimientos judiciales remotos para asuntos familiares. Sin embargo, los gobiernos aún tienen margen para promulgar medidas y políticas destinadas a abordar las causas fundamentales de esta violencia".
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