Flexibilidad laboral para papás trabajadores: les beneficia a ellos y a todas las personas
Al hablar de políticas de flexibilidad en el trabajo, es usual pensar en mujeres y en trabajo de cuidados no remunerado. Pero es una visión sesgada. Esas tareas también corren a cargo de los hombres y ellos requieren las mismas políticas y sus beneficios.
CIUDAD DE MÉXICO. Cuando se habla de políticas de flexibilidad laboral en los lugares de trabajo, es usual que lo primero que acuda a nuestra mente sean las madres que trabajan. Sin embargo, es preciso cambiar esa visión. Estas políticas deben dirigirse también a los hombres trabajadores para que se involucren en la construcción de un sistema de cuidado de otras personas, incluyendo sus hijas e hijos. Ello les daría beneficios a ellos mismos, así como a sus familias, a las empresas y a la sociedad en general.
Personas expertas señalaron a Dalia Empower que las políticas de flexibilidad (trabajo remoto o híbrido, permisos de salida de las oficinas para cumplir compromisos personales, o laborar por objetivos) se han impulsado con foco en las mujeres porque a ellas se les han adjudicado las labores de cuidado de hijas e hijos, personas adultas mayores o personas con discapacidad. Sin embargo, es hora de cambiar paradigmas y extenderlas a los hombres.
“Las políticas deben ir dirigidas tanto a mujeres como hombres. Por ejemplo, cuando se piensa en facilitar el trabajo a distancia, muchas veces escuchamos esta narrativa de que hay que facilitar el trabajo a distancia a las mujeres para que puedan hacerse cargo de las responsabilidades en el hogar; y exactamente lo contrario debe de estar sucediendo: que estas políticas de flexibilidad laboral sean accesibles para los hombres, para que también ellos tengan oportunidad de ejercer sus responsabilidades”, indicó Mónica Orozco directora de Género, Desarrollo, Economía, Rendición de Cuentas y Sustentabilidad (Genders), en entrevista con Dalia.
De esta manera, los hombres se pueden involucrar en la crianza, las mujeres dejarían de ser las únicas encargadas de los cuidados y, con ello, podrían reducir la cantidad de horas que dedican a este tipo de trabajo no remunerado.
“En este tipo de políticas [como las actuales, parece que] las mujeres somos las responsables de cuidar exclusivamente cuando no lo somos y, segundo, porque al hacer estas modificaciones se garantizan los derechos de los hombres", sentenció Orozco para Dalia Empower.
Pero además, hay mucha investigación que indica que los hombres que son corresponsables con el cuidado y tienen participación activa en el cuidado de sus familias y, particularmente de sus hijos, tambi én [tienen] mayores probabilidades de ser hombres no violentos
Mónica Orozco directora de Género, Desarrollo, Economía, Rendición de Cuentas y Sustentabilidad
Dalia es una organización global que transforma personas y empresas a través del desarrollo de habilidades blandas -habilidades de vida o life skills, como las llamamos en Dalia- y de un acompañamiento hacia una cultura diversa, igualitaria e inclusiva.
Orozco detalló que ya se han dado cambios como permitir que los padres trabajadores tengan acceso a las guarderías, lo que anteriormente era exclusivo para las mujeres. No obstante, todavía falta un largo camino por recorrer.
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Licencias de paternidad y cuidados: un objetivo para comenzar
Actualmente en México, los hombres que se convierten en padres tienen una licencia con goce de sueldo de cinco días laborales. En el Congreso federal existe una iniciativa para que ésta se incremente a 20 días y se pueda aumentar hasta 30 en caso de que exista alguna complicación para el hijo o para la mamá. Sin embargo, todavía está pendiente.
Ricardo Ayllón, coordinador de metodología de Género y Desarrollo (Gendes), aseguró que la extensión de la licencia sería un avance, pero el siguiente paso será concientizar a los hombres para que tomen estos días y los dediquen justo para ejercer la paternidad y realizar labores en su casa enfocados al nuevo integrante de la familia como a su pareja.
“Algunos [hombres] cuando los toman, creen que son vacaciones. Entonces, de pronto, nos volvemos una carga no solo -pues hay que atender al o la bebé, obviamente a la mamá-, sino también de pronto nos volvemos una carga […] Qué importante que si están los días, de verdad nos involucremos y nos hagamos corresponsables de todo lo que implica el cuidado de la pareja como del bebé”, sentenció.
Ayllón agregó que las empresas deben promover la apertura para que los nuevos padres tomen los días de licencia de paternidad, y también sensibilizar sobre la labor de cuidados que deben realizar.
Orozco agregó que el país igualmente debe avanzar hacia la licencia de cuidados, que e una figura que se ha implementado en otras zonas, principalmente en países de Europa donde las empresas lo han establecido por iniciativa propia, y es un permiso especial que se otorga cuando una persona requiere cuidados especiales, ya sea un nuevo integrante de la familia, una persona enferma o un adulto mayor.
Indicó que es importante que este permiso lo tomen hombres y mujeres de manera escalonada. En España ya existe. En ese país, por ejemplo, se puede tomar la licencia por maternidad y paternidad al mismo tiempo, pero también de manera alternada para extender el tiempo de cuidado de la persona recién nacida.
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Permisos y horarios flexibles
Otro punto en el que deben enfocarse las empresas son los horarios flexibles. Suele pensarse como un esquema para las mujeres, que les permite acudir, por ejemplo, a citas médicas con los hijos e hijas, o a juntas escolares. Sin embargo, igualmente deben ser dirigidas a hombres para los mismos fines.
“Pensar en estos permisos de paternidad, donde podemos asistir a las escuelas, ya sea por llamados individuales, por un tema de salud que haya sufrido la hija, hijo o hije, o a las llamadas escuelas para padres, que la realidad al día de hoy, es que quien va [a estas escuelas] son las mamás; no vamos los papás”, señaló Ayllón.
“Dar esas posibilidades, esas aperturas, para que si hay una urgencia, un llamado y/o estar ahí en las sesiones de las escuelas, estar ahí presentes también; igual ocurre en los festivales también. Es decir, estar presentes”, añadió.
Explicó que una investigación realizada por Gendes, se halló que muchos niños de primaria y secundaria refieren una ausencia de sus papás. Señalan nunca están o no van a sus eventos escolares. Por esa razón es importante que las empresas contribuyan a cambiar esas situaciones, brindando mejores políticas.
“Es muy importante que podamos estar. La promoción de la corresponsabilidad y de los cuidados que, en sí, implica cada una de estas grandes áreas. Nuestro compromiso de aportación, presencia para estar en estos momentos, en el crecimiento, en la crianza tanto de las hijas, hijos, hijes. Pero también del acompañamiento a la pareja; todo el tema de la carga mental para las mamás”, afirmó.
Esta flexibilidad, señaló, debe estar acompañada de labores de concientización para que los hombres se involucren de manera plena en los trabajos de cuidado de sus hijos y de otras personas que lo necesitan.
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¿Cómo nos beneficia a todas, todos y todes?
“Esta distribución o redistribución del cuidado tendría que hacerse siempre, mujeres y hombres, pero también llevarla más allá de la vida privada de los hogares; llevarla al mercado, la responsabilidad del Estado y la responsabilidad de las comunidades. Y eso permitiría que nosotras como mujeres tuviéramos más tiempo libre”, afirmó Orozco.
En la actualidad, las mujeres dedican 40 horas a la semana al trabajo no remunerado, mientras que los hombres dedican 15.9 horas, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad. Por ello, 50% de las mujeres de América Latina no puede laborar de manera remunerada pues el trabajo no pagado se los impide, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El Imco considera que si se lograran sumar a 8.2 millones de mujeres a la economía para 2030, se incrementaría un 15% el Producto Interno Bruto. No obstante, el principal obstáculo son los cuidados no remunerados. Por ello, las acciones que conduzcan a la corresponsabilidad con otros sectores, como los hombres, beneficiará a todas las personas.
Orozco afirmó que si más hombres hacen trabajos de cuidado, las mujeres tendrán mayor tiempo libre para descansar, cuidar de su salud, realizar actividades de educación para su desarrollo profesional, emplearse y formar parte de la economía formal. Por su parte, Ricardo Ayllón, representante de Gendes, dijo que ese cambio permitirá también que las mujeres tengan una vida emocional y mental más saludable, se reduzcan situaciones de riesgo y las infancias gocen de un mejor desarrollo.
“Nos va a ayudar en todo un tema de prevenir situaciones de riesgo que puedan estar viviendo las niñas y niños […]; cuando los papás están presentes, junto con mamá, junto con personas cuidadoras, las y los niños mejoran rendimiento escolar, disminuyen ejercicios de violencia, disminuyen estos miedos que pueden tener al dormir, vamos dando seguridad, vamos dando apego seguro, vamos dando el apoyo para que puedan desarrollarse de manera efectiva”, afirmó Ayllón.
Las paternidades activas y presentes generan en las niñas y en los niños un aumento del desarrollo cognitivo y del rendimiento académico; una mejor salud mental y habilidades sociales y de vida (o life skills) como la empatía, la comunicación, la inteligencia emocional o la resiliencia. Igualmente, menores tasas de delincuencia en la adolescencia entre hijos hombres, señala el informe Paternidad Activa: La Participación de los Hombres en la Crianza y los Cuidados, realizado por el Programa Regional Spotlight para América Latina, impulsada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
No hemos logrado hacer entender un poco que la descomposición social que tenemos en México es mucho también el resultado de que padres y madres no puedan involucrarse en el cuidado de los hijos, de los jóvenes, de las jóvenes, y muchas problemáticas sociales son el resultado de eso […]; necesitamos tener este tipo de sensibilización, de cómo tener este tipo de políticas empresariales compatibles con el cuidado. Son, en el mediano plazo, ganancia absoluta para todos
Mónica Orozco directora de Género, Desarrollo, Economía, Rendición de Cuentas y Sustentabilidad (Genders)
Es preciso destacar que esto también tiene consecuencias positivas para la salud mental de los hombres. “La evidencia muestra que la paternidad activa genera mayor bienestar y realización de los hombres. En tal sentido, los padres que participan de la crianza y cuidados de sus hijos/as cotidianamente, reportan mayor bienestar y sentido de vida, presentan menos riesgo de suicidio y participan más en actividades comunitarias”, indica el informe de Spotlight.
Orozco añadió que las propias empresas tendrían también beneficios al implementar esas políticas para hombres y mujeres, ya que las personas que saben que tienen posibilidad de cuidar a sus seres queridos tienen un mejor rendimiento y, por lo tanto mayor, productividad. “Una persona que se está haciendo cargo de la familia y tiene esas posibilidades de producir de una mejor manera”, sentenció.
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