CIUDAD DE MÉXICO. “Lee el chisme”, “Le dio unos guamazos”, “Te cuento el chismecito”... ¿Reconoces estas expresiones entre personas e incluso medios de comunicación cuando cuentan que mujeres famosas y o no famosas hicieron pública la violencia de pareja que vivieron y la denunciaron? Pues estas expresiones contribuyen a trivializar y hasta naturalizar dicha violencia y a que muchas mujeres no salgan de ella, de acuerdo con académicas e investigadoras.

Grandes empresas la ejercen. Por ejemplo, Snapchat, cuando lanzó un anuncio publicitario en el cual preguntaba "¿Qué prefieren? Bofetada de Rihanna o puñetazo de Chris Brown?”, el cual hacía referencia la violencia que la cantante vivió por parte de su exnovio. La firma terminó pidiendo perdón por el anuncio. Pero igualmente la trivialización es ejercida por personas que hacen comentario o publicaciones en redes sociales que hacen chistes o juicios sobre algún caso específico de violencia contra la mujer en el marco de una relación de pareja.

“Es una forma de trivializar esta violencia contra las mujeres, de burlarse, de volverlo como algo no solamente normal, sino risible, y eso sí es grave”, menciona la académica feminista Lucía Melgar en entrevista con Dalia Empower.

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“Es un reflejo de algo que ya pasa en nuestra cultura y es que se minimiza o se normaliza la situación y problemática de violencia que las mujeres tenemos desde hace miles de años […] en vez de avanzar socialmente, incluso como instituciones y autoridades, pues estas acciones lo que hacen es mantener y perpetuar la creencia de que no es para tanto, de que no pasa tanto, de que no es importante, de que no afecta y, claro, lo que hacen es perpetuar y mantener la problemática”, aseguró la psicóloga Lorena Redondo a News+Media, la plataforma de información y noticias de Dalia.

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La trivialización aporta a la impunidad

“En vez de que sea visto como un problema serio y algo que se tiene que castigar [la violencia contra la mujer en la pareja], en vez de exigir a las autoridades que castiguen todas estas formas de violencia, lo que se hace es descalificar a las víctimas finalmente, es decir, están haciendo un escándalo de algo que no es importante y en el imaginario social decir: Violentar a las mujeres no tiene importancia”, aseguró Melgar.

Eso sucede en un México donde 43.9% de las mujeres han vivido violencia de pareja, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Dinámica de las Relaciones en los Hogares realizada 2016 (ENDIREH), tomando en cuenta que en ese año se tenían registradas 43 millones 464 mil 520 mujeres de 15 años o más. El 43.9% de ellas vivió violencia emocional o psicológica, que es la más difícil de identificar; 20.9% económica, 17.9% física y 4% sexual.

Redondo comentó que una mujer que ha recibido mensajes que minimizan la violencia de pareja, tiene mayor dificultada para reconocer si vive una situación así. Y si lo hace, le será más difícil pedir ayuda.

“Es más difícil que una mujer teniendo estos mensajes pueda tener el valor, primero, de tomar conciencia y reconocer que está viviendo violencia y, en segunda, de atreverse a romper el silencio y pedir ayuda ya sea a amistades, familiares o autoridades, porque además hasta quedamos expuestas a que se nos ridiculice en los medios, que se burlen, que lo agarren de chiste”, aseguró.

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De las mujeres que han vivido violencia de pareja en México, únicamente 5.6% presentó una queja o denuncia ante una autoridad, mientras que 79% le contó a un familiar y 44.1% a alguna amistad, según la ENDIREH.

La directora de la Red Nacional de Refugios, Wendy Figueroa, advirtió que para que las mujeres puedan contar lo sucedido o presentar una denuncia, es necesario que identifiquen que lo que están viviendo no es normal. No obstante, una sociedad que tolera y que naturaliza la violencia hace que este proceso sea más difícil. Generalmente, las mujeres que son consciente de que viven un tipo de violencia enfrentan temor y vergüenza, las cuales crecen todavía más en un entorno de burla social, dijo Redondo.

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Según la ENDIREH, las razones por las que las mujeres no presentan las denuncias son: miedo (19.8%), vergüenza (17.3%), amenazas (3.4%), porque no le iban a creer (3%), no quería que su familia se enterara (10.3%), consideró que era algo sin importancia (28.8%).

“El mensaje que están recibiendo mujeres y hombres, niños, es que esto es normal y además es de chiste; es hasta para burlarnos y además nos burlamos de ella, nos burlamos de la víctima y no del agresor y estamos revictimizando a las mujeres que ya de por sí padecieron o están padeciendo; nos estamos volvieron cómplices y también agresores y además esto alimenta el miedo, la desesperanza”, aseguró la psicóloga.

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Redondo aseguró que las generaciones más jóvenes tienen una mayor conciencia de la violencia de género debido al auge que han cobrado las movilizaciones de mujeres por sus derechos y se espera que eso genere cambios.

Pero hasta ahora los números entre esas generaciones más jóvenes no son muy buenos. La Organización Mundial de la Salud indica que 3 de cada 10 adolescentes han sufrido violencia en el noviazgo. En México, la más reciente Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo se llevó a cabo en 2007 y reveló que 76% de las adolescentes entre 15 y 17 años ha vivido violencia psicológica en el noviazgo, 17% sexual y 15% física.

Son ellas quienes están recibiendo el mensaje, sobre todo, a través de las redes sociales, de que la violencia contra ellas no importa.

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De famosas y no famosas

Rihanna, las Kardashian, Reese Whiterspoon, Cristina Aguilera, Amber Heard, Karla Souza, son solo algunos nombres de las mujeres artistas, cantantes o figuras del espectáculo que han hecho públicas las situaciones de violencia que han vivido, muchas de ellas a manos de sus parejas o exparejas. Pero se han encontrado con medios de comunicación y público que espera saber más. Así, programas de televisión, la prensa en papel o en internet, y millones de posteos en redes sociales, se dedicaron a analizar cada una de sus declaraciones, convirtiendo el tema en el chisme más reciente, cargado de morbo y chistes para atraer y entretener al público.

"Para mí es un claro reflejo de este sistema patriarcal que existe no solamente en México, sino a nivel mundial", afirma Melgar, quien rechaza la misoginia, la burla y la revictimización que surgen cuando una mujer hace uso de su voz para denunciar y defenderse.

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Esta ‘tradición’ aseguró Figueroa, se remonta a los medios de comunicación tradicionales (radio, televisión, periódicos). Y las nuevas plataformas en internet han replicado la misma narrativa, aunque con un mayor alcance y mayor frecuencia. Del total de personas usuarias de la red en México -aproximadamente 84 millones, de acuerdo con el Inegi-, 66.1% utiliza dispositivos para hacer uso de las redes sociales y 91.4% acceden diario, de acuerdo con el Estudio sobre Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2021 de la Asociación de Internet MX. Además, casi 30% tiene entre 12 y 24 años de edad; 20% entre 25 a 34 años, y 40% va de 35 a más de 45 años.

Las plataformas en internet también han traído otro fenómeno. Ya no son solamente figuras públicas femeninas quienes cuentan su historia y rechazan la violencia. Ahora también son mujeres comunes y corrientes quienes se hacen escuchar. Basta mencionar el movimiento #MeToo en el que miles de mujeres en Estados Unidos contaron las agresiones que han vivido por parte de hombres y cómo ese movimiento saltó a diversos países del mundo, incluido México.

Pero muchas veces esas historias son retomadas por terceras personas quienes las recuentan, haciendo críticas, sátiras o chistes que borran la verdadera dimensión del problema de la violencia contra la mujer. "Pareciera entonces que es otro, no espectáculo, pero sí otra forma de diversión", subraya Lourdes Melgar.

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