Empresas mexicanas procuran a medias el bienestar (y la productividad) de su talento
El reporte Factor Wellbeing muestra a una proporción significativa de empleados y empleadas que reportan que sus entornos laborales no practican políticas de bienestar.
CIUDAD DE MÉXICO. Las empresas mexicanas se están quedando a medias a la hora de fomentar el bienestar y, por tanto, la productividad de sus personas empleadas, de acuerdo con los resultados del reporte Factor Wellbeing 2023, realizado por el Instituto de Ciencias del Bienestar TecMilenio, el cual muestra que aunque una proporción significativa de las personas trabajadoras encuestadas dice que sus organizaciones sí tienen políticas de bienestar, otra parte buena parte considera que no es así.
“Las experiencias que se viven todos los días en el lugar de trabajo son determinantes para incrementar o disminuir el bienestar de las personas. Estas vivencias, a su vez, tienen un impacto en el desempeño, la productividad -e incluso- la siniestralidad en las empresas. Hoy, saber de qué se puede enfermar un colaborador, el costo del siniestro y el impacto a nivel de cultura y organización, son aspectos vitales”, señala el informe, consultado por Dalia Empower.
Dalia es una organización global que transforma personas y empresas a través del desarrollo de habilidades blandas -habilidades de vida o life skills_, como las llama Dalia- y de un acompañamiento hacia una cultura diversa, igualitaria e inclusiva.
Además, el documento indica que la aplicación de estas políticas por parte de las empresas impacta en la productividad de las personas que ahora se debe definir de manera amplia como “la productividad es ‘el sentimiento de logro’ […]; referimos esta noción de productividad para destacar que todo aquello que los empleadores hagan o dejen de hacer en función del bienestar organizacional y de las personas tiene un impacto no solo económico, sino también emocional; a nivel de cómo se sienten los empleados”.
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En el reporte participaron 65 empresas que suman más de 30 mil personas colaboradoras y los principales resultados sobre la aplicación de políticas de bienestar fueron los siguientes:
Las políticas de bienestar son importantes, ya que en lo entornos laborales donde se aplican, 94% de las personas siente alta capacidad de realizar su trabajo y 89% considera que tiene capacidad para afrontar retos personales.
El informe también halló que las personas trabajadoras que pertenecen a los grupos históricamente vulnerados (por ejemplo, mujeres, personas con discapacidad o personas indígenas o LGBTQ+) tienen una percepción mayor de desigualdad y de no ser incluidas en los equipos de trabajo.
Por ejemplo, se sienten menos valoradas, tienen menor confianza en sus colegas y menor percepción de colegas como una red de apoyo, consideran que tienen menor posibilidad de decidir sus actividades y menor tiempo para realizar acciones o convivir con personas al salir del trabajo. Además, son las personas que menos sienten que se les cuida, que son tratadas con igualdad o que sus actividades son consideradas importantes.
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Esto, asegura el informe, se ve reflejado en un menor bienestar entre las personas que pertenecen a grupos vulnerados como la población LGBTQ+. “Si la comunidad necesita defender continuamente tanto su identidad como su elección, aumenta potencialmente el estrés y disminuye la posibilidad de contar con un adecuado bienestar psicológico. Las expectativas de rechazo aumentan y frecuentemente se ven validadas por actos de discriminación”, indica el documento.
Por ello, señala que se deben realizar acciones para abatir estas brechas con los grupos vulnerados.
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