3 piedras angulares de la diversidad, la equidad y la inclusión para 2022
Las empresas deben saber qué está pasando a su alrededor y enfocar su estrategia para hacer la diferencia. Escriben Diana Velarde y Claudia Zarco, de PwC.
Un factor clave en el desarrollo de una cultura de empatía y pertenencia para cualquier organización es observar cuáles son las tendencias o problemáticas sociales que adquieren cada vez más fuerza y legitimación, tanto al interior como al exterior; así como cuáles de estas impactarán directamente en las estrategias de diversidad, equidad e inclusión (DEI), previamente establecidas.
Esto no quiere decir que las organizaciones deban adoptar esquemas simplemente por el hecho de mantenerse relevantes o vigentes en el discurso público; sin embargo, saber qué es lo que está pasando -y contextualizar a través de la realidad de cada organización- es un primer paso para prepararse y establecer una estrategia a corto, mediano y largo plazo que les permita sentar las bases para marcar una diferencia significativa en el mundo, sobre todo hacia sus propios colaboradores.
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Teniendo esto en cuenta, es un buen momento para reflexionar y ser transparentes sobre lo que aprendimos en el año, en materia de inclusión; además de asumir compromisos genuinos y tomar medidas audaces para impulsar el cambio que queremos ver en nuestros equipos de trabajo, con los clientes y con nuestras comunidades
En este sentido, aspectos como abordar la violencia de género de manera integral, incluir a las personas con discapacidad plenamente en el entorno laboral y hablar de nuevas masculinidades, serán clave durante 2022 para las organizaciones. Estos pueden ayudar a las empresas a enfocar sus estrategias para promover un cambio sostenible, apalancadas por un liderazgo inclusivo, integrador y habilitador del cambio.
Violencia de género
Desafortunadamente, una buena parte de las mujeres en México sigue sufriendo de algún tipo de agresión física, psicológica o sexual y no solo dentro de sus hogares, también en el ámbito escolar, laboral y comunitario. Las acciones que tomen las organizaciones para procurar la seguridad y bienestar de las mujeres que trabajan en ellas será clave para una estrategia de DEI efectiva. Y para reforzar su compromiso genuino, deberán:
● Establecer y comunicar, periódicamente, políticas claras y canales de denuncia a agresores de cualquier tipo.
● Dar seguimiento oportuno y puntual a las conversaciones y denuncias sobre acoso sexual
● Brindar seguridad y apoyo en el espacio laboral, tomando en cuenta los nuevos modelos híbridos de trabajo y los esquemas de home office, así como el incremento de la violencia doméstica durante la pandemia.
No se trata solo de concientizar -aunque también es importante-, se trata de brindar herramientas concretas para ayudar a las mujeres en riesgo. Los días conmemorativos como el Día de la Mujer o el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer son buenas oportunidades para reforzar las estrategias que deben estar vigentes y disponibles todo el año.
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Inclusión de personas con discapacidad
El bienestar de las personas tiene mucho que ver con la salud y la seguridad dentro de su entorno y propio contexto. Las organizaciones que han prosperado han sido las que tuvieron la capacidad de adaptarse a los cambios que la pandemia exigió, combinando lo mejor de su talento con lo último en tecnología. El trabajo en casa, la comunicación remota y los esquemas flexibles son más populares que nunca, y algunas organizaciones han cambiado el paradigma del trabajo y la productividad.
Esa capacidad de adaptación será especialmente importante para las estrategias de inclusión en torno a las personas con discapacidad. Primero, entendiendo las múltiples expresiones de esta -que pueden ser visibles o no visibles-, y las necesidades específicas de cada persona. En segundo lugar, tomando acciones sensibles y concretas -como el uso de tecnología con accesibilidad para personas con discapacidad visual o auditiva, opciones de trabajo remoto para personas con discapacidad motriz o talleres de lengua de señas- para brindarles lo necesario conforme a sus necesidades, sensibilizando a sus equipos de trabajo y creando comunidades o redes de aliados para las personas con discapacidad.
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Nuevas masculinidades
La suma de aliados es quizá una de las formas más efectivas de avanzar en la búsqueda de la igualdad de género. Sin embargo, enfrentarse a las construcciones sociales y culturales preestablecidas no es trabajo sencillo, pues a menudo se deben detectar los sesgos inconscientes incluso en la propia identidad. Es por esto que el tema de nuevas masculinidades ha cobrado cada vez más relevancia y probablemente seguirá en el radar por algún tiempo.
Visibilizar todas las formas en las que se puede vivir y expresar la masculinidad es un paso vital para hacer frente a los estereotipos de género. El trabajo con asociaciones, los talleres educativos y el impulso de programas de mentores, con ejemplos positivos para otros hombres, son algunas primeras acciones que pueden tomar las organizaciones para comenzar a abordar este tema y ampliar el alcance de sus estrategias de inclusión.
¿Qué sigue?
Es importante mantener presentes estos temas, puesto que la búsqueda de la diversidad se trata de hacer lo correcto, pero también de asumir la responsabilidad de ayudar a impulsar el cambio en nuestras comunidades y en todo el sector empresarial; así como a nivel personal. Los equipos inclusivos conducen a diferentes perspectivas, pensamiento creativo y colaboración abierta.
Una fuerza laboral diversa y los esfuerzos deliberados de inclusión ayudan a generar resultados equitativos que realmente pueden conducir a un desarrollo económico más amplio de nuestra sociedad, que beneficia a todos. Esto nos hace más relevantes, más sostenibles y ayuda a generar un mayor impacto para nuestra gente, clientes y comunidades.
Por otra parte, entender cuáles son las problemáticas más inmediatas y vigentes en nuestros contextos más inmediatos nos brindará mayores oportunidades al momento de planear los recursos para brindar soluciones, asumir compromisos y ejecutar acciones congruentes y efectivas.
2022 es el momento perfecto para acercarse a las personas, y a los líderes, que conforman a las organizaciones, para sensibilizarlos e involucrarlos en la construcción de una cultura inclusiva. Esta no solamente repercute positivamente en la atracción y retención del talento, competitividad, bienestar y productividad; brinda oportunidades equitativas y justas a todas las personas.
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*Diana Velarde y Clauda Zarco, directora y líder de Cambio del Staff Council de Diversidad e Inclusión de PwC México, respectivamente.
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