Mujeres

Luz Tamez: Liderar desde el aprendizaje, crecer desde el cuidado

Hay personas que inspiran con solo escucharlas hablar, porque su forma de ver la vida te recuerda lo que de verdad importa. Luz Tamez es una de esas mujeres.

Madre, contadora, líder de equipo y eterna aprendiz. Ha sabido crecer profesionalmente sin dejarse de lado, estableciendo metas claras y cuidándose a sí misma en el proceso.

Ana Alicia.jpg
Ana Alicia Osorio

August 26, 2025

Luz Tamez: Liderar desde el aprendizaje, crecer desde el cuidado

Para ella, el liderazgo es una habilidad que se aprende, se entrena y se vive. Durante décadas, Luz Angélica Tamez Guerrero pensó que lo más importante en su trabajo era cumplir, entregar y hacerlo todo bien. Hoy sabe que ser una líder como lo es ella, va más allá del control, que se aprende, se construye y aplica cuidándose a ella misma y a quienes la rodean.

Con 28 años en su puesto actual como Gerente de Contabilidad en The American School Foundation AC, ha transformado procesos contables y aprendido a soltar, delegar y confiar. Y lo ha hecho sin dejar de estudiar, leer, preguntar y crecer.

“Lo que más disfruto es aprender, pero aprender para poder aportar a la gente que me rodea algo de lo que yo sé, porque creo que así es como nos nutrimos, entonces, creo que cómo me defino como una eterna aprendiz”, contó.

A lo largo de su carrera siempre ha buscado superarse.Estudió diplomados técnicos, se hizo de herramientas para fortalecer su trabajo, y un día entendió que las habilidades de liderazgo también se podían entrenar.

Todo empezó cuando vio el crecimiento de una de sus amistades en temas de liderazgo, lo que le hizo darse cuenta que esas habilidades también se trabajan y aprenden. Por eso ahora lee libros, escucha podcast, toma diplomados y forma parte de comunidades como Dalia que le permiten tener un desarrollo personal continuo.

“Me encanta prepararme, creo que sí he mejorado estas habilidades, pero ha sido porque me he preparado, porque he estado consciente de la importancia de tener un equipo, un equipo que esté contento, un equipo que se sienta que estoy interesado en ellos, no nada más en el aspecto de trabajo, sino en su aspecto personal”, señaló.

Conoce más historias como esta, suscribiéndote a nuestro newsletter

Y todo ese trabajo le ha dado frutos visibles. Las nueve personas que conforman su equipo se sienten más acompañadas, más escuchadas y han podido crecer junto con ella. Sus dos hijos y su esposo la ven más feliz, más plena y más sana.

“Yo sé que era muy controladora, yo sé que me costaba mucho trabajo delegar, no digo que ahora soy perfecta, pero son como en esas cosas cuando te vas conociendo mejor (…) en ser más productiva, en tener mayor confianza, en saber delegar, soltar el control y confiar en tu equipo”, afirmó.

Luz entendió que el liderazgo no solo se trata de metas y resultados, sino de sostenerse a sí misma en el proceso.

“Al mismo tiempo que fui aprendiendo toda esta parte de liderazgo y demás, pues también fui aprendiendo la parte que somos integrales y que finalmente tenemos que estar cuidando justo lo que hace una persona de alto rendimiento. Podrás ser muy abocada, tener muchas cosas, pero no puedes perderte en el camino ni descuidar todas sus partes, como son la física, la mental, la espiritual”, compartió.

Luz es parte de una comunidad de mujeres que se acompañan, aprenden y se transforman juntas. Conoce más sobre Dalia aquí.

Conciliar sin renunciar: las metas claras de Luz

El cuidado integral fue algo que incorporó poco a poco al desarrollar sus habilidades de liderazgo pero que fue cultivando con el tiempo. Luz siempre tuvo la firme convicción de que su trabajo no debía costarle sus metas personales.

Ella quería trabajar en un gran corporativo, pero cuando formaba parte de Coca- Cola Expot se dio cuenta que los horarios horarios interminables y las exigencias diarias no encajaban con el tipo de vida que ella quería construir, su deseo de tener una familia y cultivar una vida personal plena.

“Era un trabajo sumamente demandante, eran horarios excesivos para entonces yo ya me había casado y platicando con mi esposo dijimos: bueno, esto no va a funcionar mucho si queremos tener una familia, ¿cómo le podemos hacer para poder combinar las dos cosas?”, señaló.

Por eso buscó una alternativa y la encontró en un nuevo trabajo. Han pasado 28 años de aquella decisión para cumplir sus metas y Luz no se arrepiente. Ese cambio le permitió ejercer su maternidad y liderar en un espacio con un propósito claro que es formar a nuevas generaciones.

Pero no fue fácil. La adaptación fue un proceso lleno de aprendizajes. En el corporativo todo era rápido, sistematizado y con muchos recursos. En su nuevo trabajo, el ritmo era más pausado, los recursos escasos y los procesos estaban por construirse.

“Les dije ‘a ver necesito ver cómo tienen el respaldo (de archivo), cómo lo están llevando a cabo, qué documentación tienen’. (…) Y literal eran así como post-its o libretitas así donde llevaban como casi que el registro y cómo se iba llevando el control de las colegiaturas y yo casi muero”, contó de aquellos años donde las computadoras aún eran escasas.

Pero no huyó. Lejos de eso le entró al tema, fue generando mejores procesos, incorporando nuevas tecnologías, estructurando áreas y, sobre todo, formando un equipo sólido y comprometido.

Aunque fue un reto, valió la pena. Ese cambio le permitió hacer su familia, tener hijos que estudiaran en la escuela donde ella trabajaba e inclusive entregarles en su mano el certificado de estudios al graduarse. Una satisfacción que contó con orgullo.

“Yo siempre he dicho: No importa tu posición, tú la haces tan grande o la puedes mantener tan pequeña como tú quieras”, compartió.

Desde esa posición, dijo ha fortalecido su espíritu “aprendiz” y ha encontrado una forma integral de cuidarse y sostenerse en todas las áreas de su vida.

“No nada más es luz la profesionista, o sea, es luz la persona, luz la mamá, luz la esposa y cuidar toda esta parte sí me llevó un tiempo, pero hoy puedo decirte que tomo ventaja del horario que tengo y entonces me dedico en las tardes a hacer ejercicio, a tomar los cursos que no necesariamente obviamente son técnicos, cuido mejor, trato de cuidar más mi alimentación”, indicó.

Preguntas rápidas a Luz Tamez

Dalia: ¿Cuál es tu superpoder?

Luz Tamez: Yo creo que mi superpoder es la confianza que puedes tener en mí. Puedes saber que lo que le pidas a Luz lo va a hacer, no sabe cómo ni que tenga que hacer, pero soy una persona confiable, que le puedes pedir algo y te va a responder (…) que tú le puedas entregar el paracaídas o me lo puedas entregar y sepas que cuando lo abra, se va a abrir.

Dalia: ¿Cuál es el hábito o práctica para reconectar contigo misma?

Luz Tamez: Lo que estoy haciendo, ya tengo tiempo, todas las mañanas prendo mi velita y tengo una intención y trato de enfocarme en qué quiero agradecer, en qué quiero y mandarme mucha luz. Lo hago en la mañana para empezar mi día en una parte alineada (…) cuando estoy muy estresada es decir suelta, confía, tratar de respirar y tratar de calmarme, la respiración aunque no sea una meditación.

Dalia: ¿Qué consejo le darías a una mujer que está dudando de sí misma?

Luz Tamez: Yo le aconsejaría que no dude de la capacidad que tiene, yo creo que todos somo capaces y si en algo cree que está dudando y es una cuestión técnica hay que prepararse, hay que ver qué se requiere, si es algo que le está faltando, algo técnico o herramientas, siempre va a ser algo bueno prepararse (…) que confíe, finalmente si uno tiene claro el propósito, si uno sabe qué es lo que quiere y tiene los elementos y las herramientas, va a llegar, a lo mejor el camino no es lineal pero lo importante es la preparación, la confianza, pero lo importante es empezar a accionar quitando el miedo.

Dalia: ¿Qué te ha dejado Dalia?

Luz Tamez: Me ha dado muchísimo, he visto toda esta evolución de lo que estoy y lo que es ahora, toda esta estructura que he tomado y me ha dejado muchísimo aprendizaje a través de todas las mentorías, los cursos, de los talleres, de los podcast (…) me siento como ir a casa, como un lugar muy familiar, a mi me costaba mucho entablar una plática con alguien que no conozca pero vas y llegas y empiezas a platicar y se me ha ido quitando esta parte de miedo, de empezar una plática y te encuentras a gente bonita, gente que está con un propósito y eso a mi me ha hecho crecer muchísimo.

Connect with us

Follow Dalia Empower on social media to stay updated with our latest content and events