CIUDAD DE MÉXICO. Las mujeres que dirigen micro, pequeñas y medianas empresas tienen un acceso menor a los financiamientos y créditos en comparación con los hombres, según el estudio Cerrando Brechas de Género, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El documento señala que en el caso de México, 35% de las mipymes de mujeres tienen restricciones en acceso al financiamiento, en contraste con 28% de las dirigidas por hombres que pasan por una situación similar.

Entre los factores que propician esta diferencia, el reporte destaca que las empresas de mujeres suelen tener un menor tamaño que aquellas lideradas por hombres y, por tanto, menores ingresos, lo que las vuelve menos atractivas. Por otra parte, también son discriminadas solo por ser conducidas por mujeres.

“El menor colateral y el tamaño de las empresas parecen resultar en mayores limitaciones de las empresas lideradas por mujeres para levantar capital y acceder al crédito”, señala el documento

“El 90% de la brecha de género en el acceso al crédito se explica por las diferencias en los ingresos y el colateral para los préstamos entre hombres y mujeres, con lo cual el restante 10% de la brecha de género parece estar relacionado con elementos subjetivos”, añade.

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La investigación del BID, que incluye a México, Centroamérica, Panamá y República Dominicana, señala que 27% de las mujeres emprendedoras se han sentido discriminadas debido a su género al momento de hacer algún negocio, mientras que en el caso de los hombres la cifra es de 4 por ciento.

En cuanto al tamaño de las empresas y emprendimientos, las femeninas son de menor tamaño y emplean a una menor cantidad de personas. “El 24% de las microempresas son dirigidas por mujeres frente a un 8% de las grandes empresas. Asimismo, apenas el 14% del total de la población ocupada es empleada en empresas dirigidas por mujeres, aunque con grandes diferencias entre países”, señala el reporte.

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En el caso de México, 2.5% de la población ocupada trabaja en una empresa que es dirigida por mujeres. Es la cifra más baja de la región.

El tamaño de las empresas, según el informe, se debe a que las mujeres tienden más a autoemplearse, en lugar de colocarse como empleadoras o en puestos directivos, ya que buscan relaciones de trabajo que les permitan flexibilidad, pero eso muchas veces cuesta precariedad laboral.

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