Guía de recursos para que emprendas pese a la pandemia
Ante la pérdida de sus empleos o el cierre de sus empresas, las mexicanas se están aventurando con nuevos negocios y requieren recursos y capacitación.
CIUDAD DE MÉXICO. La crisis económica generada por la pandemia ha sido difícil para todo el mundo y las mujeres han resultado mayormente afectadas por la pérdida de sus empleos o el cierre de sus negocios; peso a ello, algunas intentan incursionar en los negocios o levantar otro nuevamente, aunque quizá más pequeño.
Entre el primer trimestre de 2020 y el de 2021, 1.6 millones de personas fueron expulsadas del mercado laboral de forma definitiva, es decir, de la Población Económicamente Activa. El 84% o 1.3 millones son mujeres y 16% o 266,547 son hombres.
Además, la población ocupada en el primer trimestre de este año disminuyó en 2.1 millones contra el mismo periodo de 2020. El 71% o 1.5 millones son mujeres y 29% o 604 mil 422 son hombres.
Tan solo en enero-marzo se registraron 257 mil 358 eventos de pérdida del empleo entre las mujeres. En 19.44% de esos casos el motivo fue el cierre de la fuente de trabajo.
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Juana Ramírez, presidenta de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), subraya en entrevista para Dalia News+Media el mayor desempleo entre las mujeres, lo que agudiza las brechas de género que de por sí existían.
Pero el golpe económico también ha afectado a las empresas dirigidas por ellas. Se estima que igualmente la proporción de negocios femeninos que han bajado la cortina de manera definitiva es mayor a la de negocios masculinos.
De acuerdo con el estudio Demografía de los Negocios 2020, publicado por el lnegi en diciembre, un millón 10 mil 857 de empresas micro, pequeñas y medianas cerraron sus puertas para siempre por la pandemia. Esto representa 20.81% de las 4.9 millones de mipymes que existían en 2019.
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Aunque no hay una cifra oficial de cuántos de esos negocios eran dirigidos por mujeres, se sabe, por una parte, que ellas llevaban las riendas de 36.6% de las mipymes en el país antes del COVID-19, lo que representa aproximadamente 1.8 millones de establecimientos.
Por otra parte, también se sabe ya que la crisis golpeó con más fuerza al sector comercio y servicios, donde hay una fuerte presencia de negocios liderados por ellas.
El Inegi señala que aproximadamente 68% de las empresas de mujeres son de comercio y 26% de servicios.
Y, ¿la estrategia gubernamental para los negocios de mujeres?
Durante la pandemia, la Asociación de Emprendedores de México lanzó propuestas para favorecer la supervivencia de las mipymes como agilizar pagos pendientes del gobierno a proveedores; congelar el pago de servicios y arrendamiento, o medidas tributarias en favor de los negocios.
No obstante, el gobierno mexicano, bajo el argumento de que no rescataría a grandes empresas, implementó el año pasado únicamente un programa de 60 mil créditos a microempresas familiares, cada uno de 25 mil pesos.
Los créditos se distribuyeron de la siguiente manera: 20 mil créditos a microempresas cumplidas, 20 mil a mujeres solidarias (con micronegocios) y 20 mil a microempresas familiares incluidas en el Censo del Bienestar.
A la vista, el monto es significativamente reducido, por decir lo menos y, además, apenas una tercera parte se destinó únicamente a mujeres con negocios pequeños. Para 2021 se anunció el mismo esquema. Hasta el momento no hay información transparente de lo que ha sido entregado.
Juana Ramírez y Sonia Garza González coinciden que el apoyo del Gobierno de México resultó insuficiente y no se ejecuto estrategia alguna para negocios que no fueran micro.
“El gobierno tendría que haber hecho su parte en la pandemia y la verdad es que las iniciativas que se plantearon solo estuvieron enfocadas en actividades de microemprendimiento. E, incluso, en ese sector, los mismos emprendedores, comerciantes, expresaron que las soluciones no se adaptaron a sus necesidades”, contó Ramírez.
“Las empresas un poco más grandes con estructura más compleja como una pyme, necesitan apoyos más robustos. Los efectos de la pandemia en la paralización de la economía afectaron la cadena productiva”, dijo Garza González.
Del total de las empresas en México que solicitaron algún apoyo financiero en la pandemia, 28.28% lo obtuvieron de familiares y amistades, mientras que 32.31% lo hicieron del gobierno y algunas más de proveedores, prestamistas, bancos, entre otros, según el Estudio sobre Demografía de Negocios 2020.
Ramírez y Garza González señalaron que hoy las empresarias requieren de apoyos mayores en créditos y suspensiones temporales de algunos pagos y créditos fiscales para recuperarse.
Otras regiones del mundo han aplicado programas más ambiciosos en favor de los negocios y también de las personas. Argentina congeló los precios de productos básicos; prohibió despedir empleados; aprobó un impuesto sobre fortunas; aplicó créditos a pequeñas y medianas empresas de turismo y estableció programas para cubrir directamente 50% de la nómina de las micro y pequeñas empresas afectadas.
Chile suspendió y postergó el pago de algunos impuestos y dio créditos a empresas.
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Ellas, la piedra angular... desaprovechada
La pérdida de su empleo o el cierre de sus negocios ha llevado a muchas mujeres a emprender para seguir percibiendo ingresos, aun en medio de la crisis.
Un dato, aunque marginal, puede ser revelador: las mujeres empleadoras se incrementaron en 0.24 puntos porcentuales en marzo de este año en términos anuales, al pasar de 2.60% de la PEA en el tercer mes de 2020 a 2.84% en el mismo periodo de este año.
Es una gran posibilidad que esos emprendimientos sean pequeños, enfocados principalmente en la venta o reventa de productos, en las redes sociales para anunciarse y con poco horizonte para el crecimiento.
"Se gestó un fenómeno social y económico muy interesante, que ha sido la construcción de una enorme red de intercambio de productos y servicios entre estas mujeres emprendedoras, a las que les pusieron por nombre ‘nenis’, un término acuñado para referirse a las mujeres que venden por internet y acuerdan un punto de entrega”, explica para News+Media la presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas, Sonia Garza González.
No obstante, advierte la ejecutiva, estas opciones solo resuelven sus necesidades económicas básicas.
En ese sentido, instituciones globales como Women´s Forum for the Economy & Society han llamado a las economías del mundo a priorizar el empoderamiento económico de las mujeres para salir más pronto y en mejores condiciones de la crisis dejada por el COVID-19, haciendo de ellas verdaderas líderes de impacto.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) estima que de sumar a 8.2 millones más de mexicanas al mercado laboral en la siguiente década, el Producto Interno Bruto puede ser 15% mayor en 2030 en comparación con el de 2020.
Sin embargo, el escenario a vencer para lograr esa inclusión no está dado únicamente por la pandemia, sino por una serie de condiciones nada favorecedoras para ellas que han permeado de manera histórica.
El Women´s Forum for the Economy & Society enumera dificultades para conciliar vida pública y privada, así como acceso limitado a financiamiento, a redes comerciales, de información y de capacitación.
Les falta tiempo
Aunque a nivel general la principal razón de fracaso de los emprendimientos en México es la falta de financiamiento, las mujeres refieren un factor más que pasa casi desapercibido entre los hombres: falta de tiempo.
De hecho, es la cuarta razón principal que ellas mencionan como motivo de cierre de sus negocios, de acuerdo con la Radiografía del Emprendedor 2020 de la ASEM.
"Los hombres no dicen: 'Fracasó mi proyecto o mi empresa por falta de tiempo', razón que sí es bastante común en el caso de las mujeres y que evidentemente tiene que ver con la cultura que sigue dejando a las mujeres el cuidado de los hijos, de la casa”, aseguró Ramírez respecto a estos trabajos no remunerados. Luego, vino pandemia y tuvo un efecto devastador en la población femenina a nivel global en relación con esas labores. En México, 55% de las mujeres encuestadas por el Imco consideró que los trabajos del hogar y de cuidados aumentaron para ellas en los último meses.
La presidenta de la AMMJE destaca que el confinamiento puso a la luz pública algunas deudas pendientes con las mujeres.
Pero pese a los exhortos que han hecho instituciones en el país como el mismo Imco para que el país invierta en un sistema universal de cuidados; modifique permisos de paternidad; certifique a la empresas en igualdad laboral e impulse créditos a organizaciones que contraten a mujeres con hijos e hijas, las políticas públicas en la materia siguen ausentes.
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Financiamiento, la pesadilla
Según el Women’s Forum for the Economy & Society, las mujeres tienen menos posibilidades de acceder a financiamientos que los hombres.
Varios estudios han revelado este panorama desde hace varios años y uno de ellos es She's the Business, publicado por HSBC Private Banking en 2019, el cual analiza ocho mercados como China, Estados Unidos y Reino Unido.
El documento muestra que las mujeres obtienen, en promedio, 5% menos capital que los hombres emprendedores, aunque la proporción tiene variaciones significativas según el país.
La presidenta de la Asociación de Emprendedores de México afirmó que 75% de las empresas mueren en sus primeros dos años y una de las razones es la falta de financiamiento.
Agregó que los emprendimientos femeninos adolecen de capital semilla para iniciar y para dar continuidad a posteriores etapas de crecimiento. La carencia de inversionistas las lleva gran parte de las veces a quedarse en la informalidad, comentó.
En ese sentido, Sonia Garza señaló que regularmente las mujeres recurren a sus “Tres efes” para arrancar un negocio.
“Cuando quieres emprender, puedes pedir préstamos a tus 'Tres efes': Friends, Family and Fools (amigos, familia y despistados). También puedes recurrir a préstamos bancarios, crowdfunding o instituciones [privadas y algunas públicas] que se dedican al préstamo a emprendedores con esquemas financieros sujetos a tus proyecciones y flexibles”, indicó.
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Capacitación, otra dolencia
La falta de conocimiento del mercado y la mala administración del negocio constituyen para las emprendedoras mexicanas el primero y segundo motivos fracaso, según la ASEM, lo cual puede apuntar a un asunto de capacitación.
En medio de la pandemia, la capacitación se convierte en un tema estratégico, puesto que no solo millones de empresas ya establecidas se vieron obligadas a dar el salto al mundo digital en cuestión de semanas, sino que muchas personas que perdieron sus empleos aprovecharon de igual manera los canales digitales para seguir percibiendo ingresos.
Como dato, en México, seis de cada 10 pymes vendían en línea hacia julio de 2020, pero dos de cada 10 habían comenzado a hacerlo debido a la crisis sanitaria, según la Asociación Mexicana de Ventas Online.
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Garza González aseguró que muchas empresas de mujeres fueron construidas con urgencia en medio de la crisis económica, pero para sobrevivir y sostenerse en el tiempo necesitan acercarse a las redes de empresarias y emprendimiento que existen, así como a recursos de información y capacitación ofrecidos por el gobierno o el sector privado. Esa es la vía para que encuentren asesoría y apoyo efectivos que les permitirán trazar la hoja de ruta para sus negocios.
“No hay una regla como no hay un solo camino para el emprendimiento. Lo que sí creo que es interesante hacer, es leer las tendencias de mercado, leer las tendencias de consumo”, indicó Juana Ramírez.
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