CIUDAD DE MÉXICO. Si googleas “igualdad de género”, aparecen 88 millones 600 mil resultados. “Desarrollo sostenible”, que es una tendencia relativamente nueva, da 92 millones de links. Cambio climático tiene 43 millones de entradas.

Todo lo que quieras saber está a un clic de distancia. Trata en YouTube: “Cómo abrir una cuenta en Tik-Tok?” o “Cómo arreglar mi lavadora”. Aparece todo. Comprueba por ti misma que la información no es exclusiva de nadie.

Es más, en este mismo momento seguro hay miles que están diciendo lo mismo que yo; ¡y miles que están haciendo lo mismo que tú! En diferentes idiomas, con otros estilos y a distintos niveles, pero el metaverso hace que hoy toda la información sea accesible y se mueva.

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A pesar de esto, todavía faltan voces que inspiren a la acción concreta, que muestren caminos para sumar -por ejemplo- a los problemas sociales, ambientales y económicos que nos aquejan como planeta.

Durante mucho años hubo reglas escritas para ser un líder. Tomabas un entrenamiento de comunicación y “bingo”, podías contestar preguntas difíciles de acuerdo con técnicas preestablecidas.

El reto hoy es más difícil: consiste en ser tú misma primero, y luego, ser tu mejor versión. Suena fácil y no lo es. Estamos acostumbrados a cumplir expectativas de otros, sobre todo si trabajamos en grandes corporativos. Queremos hablar igual que los líderes de la organización, con el lenguaje técnico y complicado de la casa, porque eso nos hará ver muy al día.

Pero la verdad sea dicha, si sales a la calle y tratas de hablar así, nadie te va a entender; sin quererlo te estás generando una barrera de comunicación que te va a costar mucho vencer y estás perdiendo la oportunidad de compartir tu punto de vista.

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¿Eres la misma persona en cualquier contexto? Piénsalo: nos transformamos dependiendo de con quien estamos: con los jefes una, con los colegas otra y, seguramente, con la familia alguien totalmente diferente. ¿Qué desgaste no crees?

La pandemia reafirmó esta tendencia de ser vulnerable, cuidar de uno mismo, ser más empático. El confinamiento ha sido un gran pretexto para pedir que haya líderes más cercanos, reales, imperfectos. El confinamiento también es la oportunidad para ser -tú misma- una líder menos producida y más auténtica.

No estoy sugiriendo de ninguna manera que todos nos rebelemos y rompamos las reglas de educación y convivencia básicas. Tampoco que desdeñemos las teorías de liderazgo y comunicación que ya existen: ¡obviamente no! Lo que sugiero es que si quieres ser un líder con causa, aprendas la teoría y la adaptes a tu personalidad única.

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Por ejemplo, si tu naturaleza es formal, ten por seguro que muchas personas admiran ese estilo, no tienes que cambiarlo. Si eres más bien coloquial, otros más se identificarán contigo. Para todo roto hay un descocido, o para todo estilo hay una tribu ansiosa por escucharte. Cuando eres auténtica atraes a personas como tú, o a las que les gustas tal y como eres.

Que nadie te engañé, diciéndote que con un curso o asesoría te pueden ayudar a construir una voz única. El proceso es mucho más complejo. Aquí te dejo cinco tareas que necesitas hacer para levantar tu propia voz:

1 Encuentra tu propósito lo antes posible. Te puede llevar toda la vida. Se práctica y no busques la perfección. Al estilo de Sinek, define cuál es: 1) Tu contribución al mundo y 2) Cuál es tu impacto concreto en las personas. (La otra opción, ya te dije, es buscar en Google o YouTube, hay mil formas de avanzar).

2 Con tu propósito en mano, sé sincera aunque duela. ¿Eres feliz en tu chamba actual, en tu relación actual, en tu casa actual? Tu cabeza, tu cuerpo y tu corazón tienen la respuesta: escúchalos con honestidad y valentía. ¡Si no perteneces al lugar en el que estás, muévete que -como alguien dijo- no eres un árbol!

**3 Honra tu recorrido único. **Tus experiencias de vida -buenas y malas- son las que te hacen ser diferente: no tengas miedo de compartirlas. La imperfección es mucho más interesante porque te conecta con otros desde el lugar de las emociones, que son las que llevan a la acción. Nacimos para destacar, no para caminar en manada.

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4 La mejor manera de empezar a ser tú misma es haciendo eso que más te asusta. Escucha muy bien lo que más te da miedo decir o escribir, porque eso es lo que te hace única.

5 Presenta tu único y singular punto de vista. ¿Cómo se ve el elefante desde tu lugar? ¿Qué es eso que sabes y que das por sentado? Cuando lo hagas, usa tu propia voz, tu propio tono, las expresiones que usas normalmente; sé real.

Las personas escogemos estilos más que información, por eso creo que cuando encuentras tu estilo único no existe la competencia. Si eres -o quieres ser- una líder con causa, date permiso de construir una voz única; te aseguro que pocos proyectos son tan satisfactorios.