Para construir un pitch claro y estratégico, existen conceptos clave que ayudan a ordenar la información y darle dirección a tu historia

Contar una idea con claridad puede ser la diferencia entre abrir la puerta a una oportunidad o quedarse en el intento. En el mundo del emprendimiento, las grandes ideas no bastan: hay que saber comunicarlas con propósito, estructura y convicción.

Por eso es tan importante saber hacer un buen pitch. Un pitch es una presentación breve, clara y estratégica que permite transmitir una idea, un proyecto o incluso tu historia personal con un objetivo específico. Ya sea levantar capital, conseguir alianzas, vender un producto, generar visibilidad o abrir una oportunidad, es la herramienta que te ayuda a captar atención y generar interés.

Hoy en día, el porcentaje de mujeres fundadoras que acceden a capital sigue siendo bajo: solo el 20% del venture capital en Latinoamérica se destina a startups lideradas por mujeres, según datos de LAVCA al cierre de junio de 2024. Esta cifra refleja los retos persistentes para alcanzar la paridad de género en el ecosistema.

Aunque existen diferentes metodologías para estructurar un pitch, hacer un pitch es un arte. No se trata únicamente de seguir pasos o mostrar métricas, sino de adaptar tu mensaje según tu audiencia, el contexto y la intención detrás de tu proyecto. Lo más importante es que puedas comunicar tu idea de forma sencilla, convincente y con sentido, sin importar si estás hablando con inversionistas, clientes, alianzas o amistades.

Para construir un pitch claro y estratégico, existen conceptos clave que ayudan a ordenar la información y darle dirección a tu historia (como los que aparecen en la imagen).

Comprender y aplicar estos elementos fue parte central del taller “Pitch con Poder”, una colaboración entre DILA Capital y Dalia, diseñada para acompañar a mujeres a presentar sus proyectos con mayor seguridad, estructura y claridad.

DILA es una firma de venture capital fundada en 2012 por Alejandro Diez Barroso y Eduardo Clavé, dedicada a invertir en emprendedores y emprendedoras en etapas tempranas con alto potencial de crecimiento en América Latina. Con más de US$225M de AUM en cuatro fondos y más de 59 startups respaldadas, DILA es pionero en la construcción del ecosistema de venture capital en la región. Más allá del capital, DILA ofrece acompañamiento estratégico y operativo para ayudar a los fundadores a escalar sus negocios y profesionalizar sus compañías.

Las participantes del curso también tuvieron la oportunidad de escuchar de primera mano a Ileana Gómez Gasteasoro, cofundadora y actual COO de Mattilda, una empresa del portafolio de DILA que funciona como el centro financiero de las escuelas en México y Latinoamérica. Mattilda impulsa a los colegios mediante herramientas tecnológicas y financieras que les permiten enfocarse en lo realmente importante: educar. Mattilda actualmente opera con 215 mil estudiantes y 617 escuelas. Ileana compartió su experiencia personal y consejos prácticos sobre cómo dar un pitch, operar un negocio, medir el tamaño del mercado y los retos de emprender.

Para DILA, participar en espacios con Dalia es una extensión natural de su propósito: fortalecer el ecosistema y, con esto, poder abrir oportunidades para más mujeres en el mundo del emprendimiento y la inversión. En una industria donde la brecha de género aún persiste, compartir conocimiento y acompañar a nuevas voces es una forma de seguir construyendo un entorno más equitativo e inclusivo.

DILA sostiene que el talento está en todas partes, pero las oportunidades no siempre. Y por eso, acompañar, escuchar y guiar también es una forma de invertir.