CIUDAD DE MÉXICO. "Todos los negocios son contar una historia que te resuene", dice Mayra González, la mexicana que es directora de Ventas Globales de Nissan desde hace tres años y cuya exitosa trayectoria profesional saltó a la fama cuando en 2016 se convirtió en la primera mujer CEO y presidenta de la firma automotriz en México.

La ejecutiva global cuenta que si en México desarrolló y ejecutó siempre la habilidad del storytelling o de contar historias para hacer negocios, en Japón la ha perfeccionado desde que llegó al corporativo de la compañía en Yokohama, Japón, porque la usa a diario.

“Ellos [los japoneses] hacen [directamente] las cosas, pero yo siempre me detengo: ¿Qué queremos decir? ¿Cuál es la historia? Al principio como que no sabían muy bien a qué me refiera. Ahora ellos mismos me dicen: Bueno, la historia es esto… Primero nos sentamos a hablar de la historia y, una vez que ya tenemos la historia, ahora sí ya desarrollan el material. Entonces, como que hasta ellos lo han adoptado un poco más”, cuenta en entrevista con Dalia Empower.

González lanzó junto con Dalia en marzo pasado la masterclass Empatía y Liderazgo, ya disponible en línea y on demand. En esta clase magistral las personas podrán aprender sobre la empatía, habilidad muy valiosa en el contexto actual de cambio imparable, que en combinación con el liderazgo, da fuerza y potencializa no solo a las personas sino a los negocios y las compañías.

En ese mismo orden, la alta ejecutiva explica que en el país asiático ha aprendido a dedicar más tiempo a explicar a las personas el por qué y el para qué de una acción, puesto que la japonesa es una cultura que busca el bien común y todo proyecto debe contar con ese propósito. “He dedicado mucho tiempo en explicar, y una vez que ellos lo entienden y que lo asimilan son unas máquinas perfectas”, agrega.

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Pero Mayra González no desea ser la única experta en storytelling entre sus colaboradores. Por lo contrario, los impulsa a cultivarlo. “Los obligo también a que ellos cuenten su propia historia y que no nada más sean los que siguen las instrucciones sino los que también generan valor a través de la cadena de valor”.

Durante su residencia en el país asiático, Mayra ha enfrentado varios retos, no solo por la distancia que la separa de su país de origen, sino al encontrarse en una cultura distinta. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que debía echar mano de tres prácticas esenciales para esos desafíos: “Me he dedicado a observar mucho, a respetar y después a actuar; en ese orden”.

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Pero aclara que más que retos, prefiere llamarles experiencias y se han sucedido uno tras otro desde 2019, incluso en el idioma. Al respecto, Mayra señala a manera de broma que cuenta con el kit básico de supervivencia para darse a entender y entender a otros en Japón, pero destaca que la gran ventaja de la cultura y costumbres de ese país es que “si no sabes, te ayudan" siempre.

“Si tú le dices a un japonés que estás perdido, te pregunta a dónde tienes que ir y te lleva. Si tú les dices que no hablas japonés, usan sus traductores del teléfono. O sea, nunca te van a dejar […] ellos siempre hacen el esfuerzo y eso hace toda la diferencia" cuenta la ejecutiva.

Pero lo lección más importante que ha aprendido en esa nación es que "sin distancia no hay perspectiva", pues cuando te alejas, aprendes muchas cosas y obtienes una perspectiva muy diferente de todo. Y habla de alejarse tanto en sentido físico como metafórico, pues, subraya que todos los días medita por 20 minutos para alejarse del ruido de la vida y poder regresar con mayor claridad y energía.

Cuando se le comenta que durante su trayectoria profesional ha enfrentado varios desafíos o experiencias como ella prefiere llamarlos, y que quizá muchos fueron muy difíciles, también se le cuestiona si un día ha llegado a decir: “Ya no puedo más”. Su respuesta es inmediata y firme: "Yo nunca tiro la toalla, la toalla me tira a mí".

“Nunca he dicho: Ya no puedo más, y si digo… por el momento", dice entre risas.

Luego agrega: "Claro, he tenido tiempos y momentos difíciles en que no sabes si vas o vienes; si es para arriba o para abajo; si es de día o de noche, pero como dicen: Si estás caminando en el infierno, sigue, si no, para qué te quedas ahí; si no, nunca sales”, comenta.