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En 2015, 193 países del mundo, incluido México, se comprometieron a alcanzar 17 objetivos para hacer del mundo un lugar sostenible. Esos objetivos integran la llamada Agenda 2030 y se refieren reducir problemáticas globales como la pobreza, el hambre, la desigualdad de género y el cambio climático.

Desde hace varias semanas, he venido publicando aquí, en este espacio de Dalia Empower, un serial sobre cada uno de esos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cómo cada uno de ellos afectan específicamente a las mujeres y cuáles son algunas mujeres líderes que están trabajando por cumplir cada una de esas metas.

El Objetivo que hoy toca revisar es el número 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación

Al respecto, durante los últimos dos años, el virus de COVID-19 aceleró de manera dramática la necesidad de comunicarnos por internet. No solo para estar en contacto con familia y amigos; no sólo para pedir la comida a domicilio, sino también para digitalizar los negocios, teletrabajar, enseñar a los niños a estudiar vía remota e, incluso, tener consultas médicas desde la computadora. Quedó claro que hoy más que nunca necesitamos infraestructuras resilientes, que aguanten los cambios y que puedan enfrentar crisis.

Específicamente, el punto 9.3 del ODS 9 es “aumentar el acceso de las pequeñas industrias y otras empresas, particularmente en los países en desarrollo, a los servicios financieros, incluidos créditos asequibles, y su integración en las cadenas de valor y los mercados”. Este punto se refiere en parte al acceso a créditos para personas emprendedoras y de manera más puntual, a mujeres emprendedoras, tomando en cuenta que ellas enfrentan mayores obstáculos para recibir financiamiento.

Entérate: Sobre cómo ser parte de la Comunidad Dalia y acceder a su oferta de educación continua en life skills (habilidades blandas), equidad de género, inclusión y diversidad

Inclusión financiera en el mundo

La inclusión financiera consiste en lograr que más personas tengan acceso a transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros, ya que esto “reduce la pobreza e impulsa la prosperidad”, de acuerdo con el Banco Mundial. De hecho, la inclusión financiera ayuda a avanzar en siete ODS, entre ellos, la erradicación de la pobreza, la reducción de desigualdades e, incluso, el combate al cambio climático.

Sin embargo, casi 2 mil 500 millones de personas en el mundo no usan servicios financieros formales, y 75% de los pobres no tiene cuenta bancaria. La mitad de las personas que no tienen relación con un banco, incluye obviamente a mujeres pobres que viven en zonas rurales o que no trabajan de manera “formal”.

Desde 2010, más de 55 países han firmado compromisos por la inclusión financiera. Con esto se han conseguido los siguientes logros:

• Las personas que emprendeden pueden tener acceso a créditos y contribuir al crecimiento económico.
• Las personas que viven en zonas alejadas pueden realizar transacciones vía internet
• Las personas mayores pueden recibir su pensión en una cuenta bancaria sin tener que desplazarse
• Las personas pueden ahorrar o invertir mucho más fácil que antes.

Ahora bien: uno de los mayores obstáculos que enfrentan las mujeres líderes de empresa en todo el mundo es el acceso a crédito. De acuerdo con un estudio de Banca Privada de HSBC Holdings, en 2019 las mujeres recibieron solo 3% del financiamiento destinado a personas emprendedoras en diferentes países. Específicamente, en capital de riesgo alcanzaron 2% en 2021, su nivel más bajo de los últimos cinco años.

Inclusión financiera en el mundo en México

Dice la Conducef que 97% de la población puede acceder a servicios financieros, pero que solo 56% usa alguno de los múltiples servicios como sucursales, cajeros, compras en línea, etc. Aunque suene increíble, solo 5% de los adultos tenemos banca por internet y 2% banca por celular.

Y las razones por las que no usamos los servicios, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) podrían ser tres: salarios bajos, informalidad y desconfianza en las instituciones. Además, existen otras barreras. Por ejemplo, la llamada Ley Fintech, aprobada en 2018 (Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera) pide a las personas como requisito contar con una cuenta bancaria, mientras que el Sistema de Cobro Digital (CoDi) pide tener cuenta con un banco formal y un teléfono inteligente para escanear códigos QR.

Regresando a la agenda feminista, en México solo 33% de las mujeres tienen una cuenta bancaria, mientras que 3 de cada 5 pymes son fundadas por mujeres. “Los efectos económicos de la pandemia han retrasado dos de los más grandes pendientes: la paridad y el acceso a instrumentos financieros, debido a que las mujeres salieron en mayor proporción del mercado laboral formal y también porque, como mayores gestoras del ahorro, sus parejas también fueron separadas de sus empleos”, asegura Mariuz Calvet, directora de Finanzas Sustentables de Banca de Empresas de HSBC México y Latinoamérica.

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La Visionaria

Primero en Citibanamex, luego en Banorte y ahora en HSBC, Mariuz Calvet es una de las muchas pruebas de que las líderes con causa agregan valor, independientemente de la empresa en la que laboren. Mariuz forma parte de esa mínúscula estadística de las mujeres que ocupa cargos de dirección y un lugar en varias mesas como consejera de empresa.

Sus 16 años como profesional de sustentabilidad y, además, su especialización en el sector financiero, le permiten hoy, en HSBC, “alinear la visión de la firma en torno a los propios objetivos de desarrollo sostenible”, como se puede leer en la redes sociales del banco.

Como representante de dicha institución bancaria, Mariuz presentó en enero pasado un Fondo para Mujeres Empresarias por mil millones de dólares para financiar a compañías lideradas por mujeres de 11 países y territorios del mundo, como parte del compromiso de los bancos con la equidad de género.

El denominado programa Mujeres al Mundo consiste en “reforzar el acercamiento que tenemos con emprendedoras y líderes de empresa mujeres, para ayudarlas a lograr sus metas y alcanzar su máximo potencial en lo personal y profesional”, dice Mariuz, quien con su presencia envía un fuerte mensaje de congruencia y ejemplo a quienes todavía no se atreven a usar los servicios que están diseñados para avanzar en la inclusión financiera.

Este es solo un ejemplo de lo que hacen muchas instituciones para alcanzar el Objetivo 9 de Desarrollo Sostenible.

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¿Qué puedes hacer tú hoy mismo?

Acciones concretas para que seas un líder con causa

• Pregunta a tu banco si tienen algún programa diseñado especialmente para mujeres, casi todos tienen uno, y ¡atrévete a crecer! • Explica, con paciencia, cómo funciona la banca en línea o por celular, a alguien que no sepa cómo usarla. Sí, a tu mamá, a tu abuelo, a tu trabajadora del hogar. • Escucha en este capítulo de 15 minutos para 2030 a Ana Karen Mora, directora de sostenibilidad y Fundación Fibra Uno, quien habla sobre el ODS 9.

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Construye tu #MarcaPersonal2030 en 17 pasos

Paso 9: Escoge una meta

La Agenda 2030 no solo tiene Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino metas que te pueden ayudar a hacer más específica tu misión como líder con causa. Por cierto, ya viene mi curso Storytelling para Líderes con Causa, cuyo objetivo es crear una campaña de comunicación de impacto.

¡Cuéntanos en los comentarios qué meta escogiste de la Agenda 2030 para ser un mejor líder con causa!

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Alejandra Fosado es Fundadora de Visionarios2030 (Antes LinkPrensa) IG: @comunicacion2030 Spotify: 15 minutos para 2030

* Las opiniones expresadas por la autora de este espacio no representan la visión ni la postura de Dalia Empower