CIUDAD DE MÉXICO. Pese a que los consumidores en México prevén una mejora en la economía nacional al cierre de 2020; son pesimistas acerca de sus finanzas personales, cuentan con ahorros reducidos y su principal preocupación es su fuente de trabajo.

Así lo evidencia la encuesta Financial decision-maker sentiment: Mexico, publicada por la consultora McKinsey & Company el pasado 5 de octubre con datos de septiembre.

Los tomadores de decisiones financieras percibieron como débil o neutra la economía mexicana durante septiembre, pero al menos un tercio consideró que mejoraría en los siguientes tres meses.

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No obstante, 45% asegura que su situación financiera es débil y 15% espera que mejorará al cierre de año. En contraste, 51% estima que empeore.

Sobre sus ingresos, 53% asegura que decrecieron. Además, 66% señala que sus ahorros se vieron disminuidos.

La seguridad laboral es una preocupación mayor para casi la mitad de los consumidores. Y también más de la mitad dice tener menos de cuatro meses de ahorro.

Respecto a la banca, creció la preferencia por los servicios digitales. Además, los consumidores expresaron el deseo de que los mínimos se reduzcan y existan mayores facilidades para acceder a una línea de crédito.

La mitad de los tomadores de decisiones financieras no están seguros sobre el panorama de la economía después de la crisis de COVID-19, pero 35% se mantiene optimista sobre una recuperación rápida, mientras que 50% piensa que las mayores afectaciones se verán en los próximos seis meses.

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