Las tribus que la pandemia nos dejó
Con las crisis sanitaria los públicos han cambiado y los líderes con causa tienen que saber identificar cuáles son para dirigirse a ellos.
Una tribu es -según la definición de Seth Godin, gurú del marketing- un grupo de personas conectadas por “un interés común y un modo de comunicarse”. Para los líderes, quienes necesitan comunicar sus causas, estas clasificaciones son valiosas para dirigirse a sus públicos. Y aquí hablaré de algunas de ellas:
Tribus urbanas
Uno de los mejores ejemplos acerca de cómo comunicar y alinear a tus tribus, lo dio el actual Presidente de México, al clasificar a las personas en dos grupos antagónicos:
1 Los "Fifís". El Presidente de la República retomó este término utilizado antaño para referirse a “los ricos”; a quienes son ostentosos, tienen un pensamiento político de derecha, son aspiracionistas o conservadores, y snobs o refinados.
2 Los "Chairos", autodenominados así, se radicalizaron en respuesta con el objetivo de exaltar a referentes como “El Peje”, la izquierda, la revolución. Cuestionan los modos “fifís” y exaltan la reivindicación social. En consecuencia, odian al "capitalismo” y a los “Fifís”.
Pero las tribus no solo son políticas. En México, nos pintamos solos para encontrarles nombres. Entre las más frívolas están los "Mirreyes", cuyo referente es el cantante noventero Luis Miguel con su camisa desabrochada que “chupa cubas” en el extinto Baby O’, rodeado de modelos de revista a las que pasea en avión privado (sí, además de mirrey, fifí…). Están los hipsters de las colonias Roma y Condesa, en la Ciudad de México; las "cougars" devora hombres, los "Godínez" y sus tuppers, "metrosexuales" o "solopreneurs".
Si nos adentramos en lo profundo de la ciudad también encontramos otros grupos vulnerables como los llamados “ninis” que ni trabajan ni estudian; los "chakas" que grafitean y siempre se meten en broncas con la ley; o los 'emos' (una abreviación de emocional) vestidos de negro y algunos con pensamientos suicidas.
Las tribus en internet
Internet llegó a descontrolar a las tribus porque ahora se puede pertenecer a varias, en diferentes momentos del día y dependiendo de lo que se esté haciendo. Hay tribus para ser más productivo, más sano, más ordenado o mejor mamá, a solo un clic de distancia. Tribus nacionales, locales, internacionales; políticas, sociales, espirituales, medioambientales y así, literalmente, al infinito.
Algo totalmente inesperado para muchos es que gracias a internet, tú puedes inaugurar una tribu, convertirte en el líder de algo que solo tu sabes hacer, como pasteles para fiestas infantiles, jardinería zen o defender una causa. Tu voz tiene fuerza y se puede oír. ¿Cómo aprovechar eso?
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Las tribus poscovid
Además de internet hay que agregar en este 2022 otro componente: la pandemia. La consultora internacional Kantar realizó en 2020 un estudio sobre el comportamiento de las personas a raíz del virus de COVID-9 y descubrió seis tribus nuevas:
1 Avestruces. Aquellas personas que se niegan a ver la situación o “nueva normalidad”. No quieren preocuparse por su salud o por sus finanzas y, por lo tanto, esconden la cabeza.
2 Los “Qué será.. será lo que deba ser”. Se trata de jóvenes, solteros de bajos ingresos que evitan las noticias y que confían en que todo va a salir bien.
3 Los hibernadores. Generaciones X y Baby Boomers, con mayores ingresos que prefieren sana distancia y que siguen las reglas.
4 Los buenos ciudadanos: la generación de más edad con ingresos altos, informada y que cumple las reglas
5 Los soñadores desestresados. Jóvenes, millenials, casados, con altos ingresos y educación, afectados a nivel laboral y preocupados por su salud y su situación financiera.
6 Los preocupados precarios. Generación X de ingresos medios, nivel de educación alto, mayormente mujeres; están asustados con la situación, son dinámicos y están dispuestos a exigirle más al gobierno.
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La vida ha dado un vuelco radical desde 2020 y necesitamos adaptarnos a los cambios rápido y sin miedo. Es difícil distinguir qué tanto nos ha afectado la pandemia y cómo resurgiremos después de un prolongado encierro.
Los líderes con causa tienen la oportunidad de cambiar radicalmente la conversación. Ya no hay tiempo para más retórica; necesitamos líderes que nos muestren el camino y nos llamen a realizar acciones concretas porque después de la pandemia viene la crisis por el cambio climático. Necesitamos entender que para mejorar nuestras vidas ningún esfuerzo es pequeño. Todos podemos hacer algo desde nuestro rincón, incluso ser guías de un propósito con causa.
No hay liderazgo sin causa; no hay liderazgo sin comunicación. Miles de personas trabajan todos los días para mejorar al mundo sin que nadie se entere. ¿Eres una de ellas? ¡Encuentra tu tribu y levanta la voz, su voz!
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