Las luchas de Simone Biles fuera del tapiz

Simone Biles culpó a todo "el sistema" de los abusos sexuales que sufrió del ex médico Larry Nassar, al comparecer ante el Senado de EU.

Foto: Tomada de IG @simonebiles
Foto: Tomada de IG @simonebiles

CIUDAD DE MÉXICO. "Culpo a Larry Nassar, y también culpo a todo el sistema que permitió que perpetrara sus abusos", dijo la gimnasta estadounidense Simone Biles, considerada la mejor de todos los tiempos el miércoles antes el Senado de su país sobre los abusos que sufrió a manos del ex médico del equipo femenino de gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar.

Un comité del Senado investiga negligencias cometidas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) durante las pesquisas por este caso en que no solo Biles fue víctima, sino más de 200 gimnastas.

De hecho, el miércoles también comparecieron sus compañeras Aly Raisman y McKayla Maroney, además del director de la Oficina Federal de Investigaciones , Christopher Wray.

Visiblemente afectada, Simone Biles culpó a Larry Nassar y también "a todo el sistema que permitió que perpetrara sus abusos".

Las negligencias de los investigadores del FBI habrían permitido que los abusos de Nassar, hoy condenado, continuaran.

Durante los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, la gimnasta se retiró de una serie de competencias con el objetivo de cuidar su salud física y mental.

"Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza [...] Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar", dijo Simone Biles en conferencia de prensa.

"Simplemente no confío en mí tanto como antes. No sé si es la edad. Siento como si no me divirtiera tanto", afirmó.

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Biles también reveló que había estado padeciendo twisties, un bloqueo mental común entre los gimnastas, pero que los pone en peligro porque pierden la orientación durante sus ejecuciones en el aire.

"Tengo a veces la impresión de llevar el peso del mundo sobre mis hombros", escribió. "Sé que debo desconectar y hacer como que la presión no me afecta, pero es duro a veces... los Juegos Olímpicos no son una broma", publicó durante esos días en su Instagram:

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"Ha sido un viaje olímpico largo, ha sido un año largo [...] después de la actuación que hice, no quería ir a los otros eventos, así que pensé en dar un paso atrás", dijo este martes a los periodistas.

"Siempre que te encuentras en una situación de alto estrés, te asustas", comentó. "Tengo que concentrarme en mi salud mental y no poner en peligro mi salud y bienestar".

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Biles volvió a poner en la mesa el tema de la salud mental en el deporte, luego de que la tenista Naomi Osaka hiciera lo propio cuando tuvo que abandonar el Grand Slam de París porque rechazó dar conferencias de prensa argumentando que eso afectaba su salud mental.

En ese momento, Osaka reveló su lucha contra la ansiedad y la depresión.

La tenista, que prendió la llama olímpica de Tokio, participará igualmente en estos olímpicos.

La depresión y la perfección

Con cinco medallas olímpicas, 25 mundiales y sin haber perdido algún concurso general desde 2013, Simone Biles es considerada la mejor gimnasta de la historia. Sin embargo, durante su camino se ha enfrentado a dos realidades: el abuso sexual y la presión por ser perfecta.

En 2018 denunció públicamente que fue una de las víctimas del abuso sexual perpetrado por el médico de la selección estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, condenado a cadena perpetua por esos delitos.

“Simplemente no quería admitir lo que había sucedido porque sentía que debía ser perfecta, sentía que eso era lo que Estados Unidos quería que fuera, perfecta. Porque cada vez que un estadounidense gana los Juegos Olímpicos, eres como el amor de Estados Unidos. Entonces es como: ¿cómo podría pasarle esto al amor de América? Así es como me sentía, como si estuviera decepcionando a otras personas con esto”, dijo a Vogue al referirse al abuso que sufrió.

Biles reveló que había estado batallando contra la depresión debido a esa experiencia.

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En marzo de 2020 participó en un encuentro para hablar sobre estándares de belleza donde confesó que, pese a sus triunfos, las personas se han enfocado en su cabello, en el tamaño de sus piernas o pantorrillas, y eso ha originado comentarios groseros y repulsivos en su contra.

“No importa lo bueno que seas en tu deporte, en la vida, en el trabajo; lo más importante de lo que la gente habla es cómo te ves", criticó la atleta.

Por eso, abandera la campaña #NoCompetition para recordar que la belleza no debe ser una competencia ni el centro de la discusión.

La gimnasta nació en 1997. Creció en un hogar donde no tuvo un padre y su madre luchaba contra las drogas.

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A los tres años, ella y sus tres hermanos fueron recogidos por servicios sociales y llevados a hogares de acogida. Un año más tarde, su abuelo materno y su segunda esposa adoptaron a los menores.

En ese hogar nació la pasión por la gimnasia para Biles, quien pasaba horas en el trampolín de la familia, hasta que su abuela, Nellie, decidió inscribirla en un gimnasio local.

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