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CIUDAD DE MÉXICO. Durante la pandemia, las mascotas han adquirido un gran relevancia y, no solo aquellas que se hicieron famosas en internet por haberse asomado a las videollamadas laborales o escolares de sus humanos o, incluso, aparecieron en medio de un noticiero, sino aquellas que fueron adoptadas por personas que, a raíz del confinamiento y el distanciamiento social, decidieron tener una mascota como compañía por primera vez.

La adopción se volvió un boom en el mundo, de hecho. Tan solo entre abril y mayo de 2020, las búsquedas globales en Google de adopción de mascotas, perros y gatos, se dispararon 250%, de acuerdo con una investigación publicada en Frontiers in Veterinary Science Journal en mayo del año pasado. En Estados Unidos, la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales estima que más de 23 millones de hogares estadounidenses, casi 1 de cada 5 en todo el país, adoptaron una mascota en la crisis sanitaria. En México, distintas asociaciones animalistas refieren también este boom, aunque los datos no son tan claros.

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Lo cierto es que la llegada de un cachorro de perro o un dulce gatito al hogar es un motivo de alegría y pocas personas podrán dudarlo. Y durante lo más álgido de la pandemia hasta hoy, esa llegada ha llevado mejoras significativas a la vida de millones de seres humanos. Tanto así, que el fenómeno fue abordado no solo por los medios de comunicación sino en artículos publicados por el World Economic Forum (WEF).

No obstante, pocas personas quizá identifiquen que una mascota puede ayudar a su adoptante a desarrollar life skills (soft skills), que impactan de manera positiva en la calidad de las relaciones socioemocionales que tiene con su entorno.

Dalia Empower habló sobre el tema con una entrenadora de perros y una psicóloga, quienes se refirieron a tres habilidades fundamentales y un beneficio específico para la salud.

Empatía

Alexandra Sotelo Sánchez, psicóloga, explicó a News + Media -plataforma de información y noticias de Dalia- que la misma decisión de adoptar es una señal de que la persona ya cuenta con la habilidad de la empatía.

”El fenómeno de adoptar animales, perse, inclusive antes de la pandemia, tiene que ver con una cuestión de empatía, no solamente de tener este cuidado o consideración con el otro, considerando al otro como ser humano, sino trasladando hacia los animales”, mencionó. Pero, conforme la interacción se mantiene con el animalito, se continúa desarrollando la empatía, ya que la persona debe aprender a conocer sus necesidades y estar al tanto de su satisfacción.

Nohemí Martínez Estrada, entrenadora de perros, explicó que la persona tutora de un animalito debe entender que se trata de una especie diferente y debe tolerar ciertas conductas bajo ese entendido. Así podrá desarrollar la empatía.

“Cuando llegamos a tener mascotas no tenemos este conocimiento de cómo es el aprendizaje en ellos; entender que somos especies diferentes y, por lo mismo, tenemos que ser más tolerantes a ciertas conductas; eso es lo más importante que nos dejan y, además, ser mucho más observadores, mucho más pacientes”, dijo.

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Adaptabilidad

Cuando las personas buscan una entrenadora o entrenador para su mascota, en realidad quienes deben recibir el entrenamiento acerca de nuevos hábitos, cuidados y la manera en que deben adaptarse al animalito son, justamente, ellas mismas, señala Nohemí Martínez. Son los animales quienes ayudan a los seres humanos a desarrollar esta capacidad de adaptación.

“La educación es más para nosotros que para el perro. Realmente los perros son más de rápido aprendizaje, son muy observadores [...]; que nosotros nos hagamos a la idea de que tenemos que cambiar muchas rutinas; entonces la educación es más para el humano que para el perro; el perro aprende rapidísimo”, explicó.

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Comunicación asertiva

La comunicación asertiva se refiere a una actitud personal positiva y de respeto a la hora de relacionarse con los demás, evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. Pero, ¿cómo puedo desarrollar habilidades de comunicación con alguien que no habla? Esta es la pregunta que surge de inmediato. Sin embargo, la psicóloga Sotelo Sánchez recordó que la comunicación no solo es verbal; también tiene un componente no verbal.

Ante su mascota, la persona tutora debe llegar a un nivel de comunicación en el que conozca y entienda las necesidades de su animalito de compañía, así como la manera en que las manifiesta. Para ello, deberá trabajar en estar al tanto de actitudes y comportamientos.

“Al momento de trasladar esto a otros humanos, se obtiene una mayor capacidad para generar una comunicación asertiva", aseguró, y esta no siempre es verbal.

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Otro gran beneficio: salud mental

Uno de los aspectos que más se han visto afectados en la pandemia ha sido la estabilidad emocional y es que el encierro y todas las complicaciones que el virus de COVID-19 ha traído, han generado un aumento en los trastornos de salud mental.

Y justo la compañía de un animalito ha ayudado a millones de personas en ese sentido. “En cuestión de la salud mental ha sido elemental y básico, porque al tener una responsabilidad hacia otro ser vivo, que depende enteramente de ti, te genera una estructura; entonces, si estamos completamente solos podemos descuidarnos, descuidar nuestra salud, nuestra higiene, nuestra alimentación, etcétera; pero cuando tenemos un animal, éste no puede hacer las cosas por sí solo”, explicó Alexandra Sotelo.

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Además, las mascotas han sido un excelente acompañante en esta crisis para interactuar con otro ser vivo y así combatir la sensación de soledad o aislamiento. “El ser humano, como ser social, necesita esta interacción y, al estar limitada la interacción real -porque hay una interacción virtual- con otro ser humano, es natural que busquemos una interacción afectiva", señala la psicóloga, de ahí que adoptas un animalito y encuentras compañía y cariño físicos en él.