CIUDAD DE MÉXICO. Por cada 100 pesos que gana un hombre en la administración pública federal, una mujer recibe 74 pesos, es decir, existe una brecha salarial de 26%, muestra el informe Mujeres en la Administración Pública Federal: más allá de la foto, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Además, las mujeres tienen en promedio una mayor escolaridad, pero ocupan menos puestos directivos, lo que revela que ellas se concentran en los rangos bajos y, por lo tanto, de menores salarios.

“En cuanto al porcentaje de hombres y mujeres por nivel de escolaridad, 68 de cada 100 funcionarias tiene estudios de nivel superior; en hombres es 52 de cada 100 […], pero no se refleja en los puestos directivos y los puestos titulares, donde solo 24% de los cargos directivos son encabezados por mujeres”, afirmó Fernanda Avendaño, autora del informe.

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Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Imco, señaló que la actual administración ha insistido en que busca una plantilla laboral paritaria, lo que se refleja en que 49.6% de las personas que trabajan en las secretarías son mujeres y que 9 de 19 secretarías son encabezas por una mujer.

Además, la cantidad de mujeres secretarias aumentó con respecto a otros sexenios; sin embargo, eso es insuficiente para la paridad, pues los salarios son menores y las mujeres no tienen oportunidades de subir de puesto.

Masse afirmó que el análisis debe ser más profundo para verificar dónde se encuentran las desigualdades y de esa manera poder generar políticas públicas que ayuden a abatir las brechas de género

Avendaño también expuso que las mujeres no llegan a puestos de mando. Como ejemplo, se refirió a la Secretaría de Educación, donde hay tres jefaturas de unidad y ninguna de estas jefaturas es ocupada por una mujer. En la Secretaría de Turismo hay 16 direcciones generales y tampoco hay mujer alguna. Además, en los puestos de mando la diferencia salarial, que es de 10%, persiste.

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Señaló que muchas veces las mujeres no participan en las convocatorias para ascender de puesto debido a las repercusiones personales y familiares que puede tener una nueva encomienda.

Por ejemplo, las convocatorias para judicaturas pueden implicar moverse a otra ciudad o estado, y un impacto en su familia y redes de apoyo. Por ello, advirtió, es necesario que se analice estos escenarios para identificar las brechas.

“Es importante que las acciones que se implementen coincidan con las brechas. No es suficiente impulsar la entrada de más mujeres si no identificas que las brechas no están en la entrada, sino en los puestos directivos. Identificar en qué nivel es súper útil […] ¿Qué está pasando? ¿Por qué no ascienden de puestos? Hacer esas preguntas”, indicó Avendaño.

Entre las recomendaciones que hizo el Imco para cerrar las brechas de género en el gobierno federal están analizar dichas brechas en cada secretaría y la razón por la cual pocas mujeres acceden a puestos directivos, así como generar políticas de integración de la vida personal-trabajo. Por ejemplo: flexibilizar horarios o facilitar el acceso a guarderías.

Masse agregó además que una acción más debería ser la obtención de la certificación en la Norma Oficial Mexicana 025 para tener buenas prácticas de igualdad laboral. Es voluntaria y actualmente 271 instituciones públicas cuentan con ella.

Sostuvo que aunque es cierto que el gobierno federal ha implementado algunas acciones para que más mujeres ingresen a la administración pública, esos esfuerzos son insuficientes si no se alcanza una paridad de género.