CIUDAD DE MÉXICO. “Con amor y valores se puede sacar adelante a una familia, no importa cómo esté concebida”, fueron las palabras que Adaliz Chavero Tavera, directora de Relaciones Gubernamentales y líder del Comité de Diversidad e Inclusión de la farmacéutica Gilead Sciences México le dijo a su madre cuando le comunicó que se casaría con otra mujer.

A los 31 años y siendo madre de un varón, Adaliz Chavero ‘salió del closet’. Y aunque reconocerse, entenderse y aceptar que pertenecía a la comunidad LGBT+ la alejó de su familia, ella no se detuvo. Hoy, de la mano de su esposa, sus dos hijos, Sebastián y Astrid, y un trabajo en donde la aceptan tal y como es, se siente plena, en equilibrio y feliz.

“Lo que no te destruye, te hace más fuerte” es su lema. Y aunque ser lesbiana le ha puesto retos en su vida personal, a nivel laboral ha hecho de ella un estandarte LGBT+.

Asegura que verbalizar el tema, mostrarse auténtica y no vivir un doble discurso en el trabajo, le ha permitido implementar políticas inclusivas y de no discriminación para la comunidad LGBT+ en la compañía, con sus proveedores, clientes, medios de comunicación y gobierno.

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Una entrevista de trabajo fuera del clóset

En 2017, cuando tuvo su entrevista laboral en Gilead Sciences México, su ahora jefe, el director general, Erik Musalem, le preguntó "¿Quién es Adaliz?", y un poco para ponerlo a prueba le dijo: "Adaliz es una mujer casada, su esposa es abogada y tiene dos hijos". Con grata sorpresa, Musalem celebró su respuesta y en 2019 le pidió promover en su compañía el Pride Alliance, un movimiento que no solo implicaba participar en marchas de la comunidad LGBT+, sino desarrollar estrategias y acciones concretas para lograr espacios seguros y respetuosos dentro de la empresa.

Con la nueva misión que le habían encomendado, Ada, como le dicen de manera cariñosa, organizó un evento en Cancún para Gilead Sciences México, donde ella y un colaborador gay relataron cómo era un día de sus vidas a través de un video. Tal dinámica logró un “efecto dominó”, asegura Adaliz. Pues varios compañeros se acercaron a felicitarla por ser "valiente" y a contarle que en sus familias también había personas de la comunidad LGBT+ y se sentían muy identificados con ella.

“Cuando tienes ese espacio donde te sientes seguro, te vuelves más comprometido con la compañía y eres más productivo porque tu salud mental no se ve mermada, pues no estás estresado o preocupado por si alguien está hablando de ti o pensando si te van a correr. Desde el momento que yo fui auténtica por mi decisión y convicción, y aunado a este cobijo de la compañía, me siento totalmente productiva”, describe Chavero.

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Activista en la empresa

Este evento sirvió como parteaguas para que Adaliz comenzara a buscar certificaciones que le permitieran a Gilead dejar las buenas intenciones de lado y convertirse en una empresa con conciencia de responsabilidad social, inclusiva y respetuosa de la diversidad de sus colaboradores, clientes y proveedores.

Chavero explica que hay dos certificaciones que una empresa debe tener para profundizar en la inclusión de su comunidad LGBT. Una es la que proporciona la Fundación de Human Rights Campaign (HRC), el brazo educativo de la organización de derechos civiles de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y queer más grande de Estados Unidos, que garantiza que las empresas que logran esta certificación son lugares seguros de trabajo para la comunidad LGBT+

Este año, 212 empresas mexicanas obtuvieron las mejores calificaciones en el informe HRC Equidad MX de 2021, un aumento de 77% con respecto al 2020, cuando se registraron 120 organizaciones, lo que refleja un creciente compromiso para crear políticas y prácticas de inclusión LGBT+ en los espacios laborales del país.

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El segundo distintivo lo proporciona el Gobierno de la Ciudad de México, a través del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) que reconoce y acompaña a las empresas que realizan esfuerzos por implementar acciones de no discriminación, diversidad e inclusión en sus espacios a través del Gran Acuerdo por el Trato Igualitario (GATI).

A diciembre de 2021, el GATI reunía a 41 empresas comprometidas con promover el trato igualitario y la no discriminación en sus espacios, entre ellas, se encuentra justo Gilead Science México. “Las consecuencias de no ser una empresa inclusiva es que las y los colaboradores comienzan a vivir un ambiente hostil y busquen rápidamente cambiar de trabajo”, señala la también ingeniera comercial, quien cuenta con Maestría en Administración de Empresas por la Universidad Tecnológica de México.

Ellas, invisibles

La experiencia que Adaliz ha obtenido en el tema de la diversidad, le permite identificar que dentro de la comunidad LGBT+, también hay retos, pues las mujeres lesbianas carecen de visibilidad.

“Partimos desde la igualdad de género, donde le ha costado muchísimo a la mujer posicionarse y encontrar un lugar dentro de las corporaciones; adicional a esto,[cuando] le agregamos el factor de ser lesbiana se convierte en un reto, de ahí la importancia de hacer una invitación a las distintas empresas en crear espacios donde se instalen programas que promuevan la diversidad y la inclusión, justamente para brindar esa equidad e igualdad a las mujeres lesbianas [frente a otros grupos]”, explica Adaliz.

A 17 años, después de que Chavero sorprendió a su familia con su orientación sexual, su madre está contenta y orgullosa de quién es su hija.

‘Ada’ confía en que la discriminación -producto de la desinformación y falsas creencias- que ella vivió, no se repetirá en las nuevas generaciones y nuevas empresas, pues la tecnología hoy juega un papel importante en la apertura hacia los temas de diversidad e inclusión.

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“La tecnología favorece mucho, pues [cada vez] hay más información del tema. Habemos más personas interesadas en compartir temas de concientización y de sensibilización con relación a que las personas deben ser respetadas y no estigmatizadas”. La directiva de Gilead Science México espera que se dé un entorno mucho más positivo y favorable para las nuevas generaciones.

Es por eso que desde su trinchera y con apoyo de 15 integrantes más del Comité de Diversidad e Inclusión distribuidos en todo el país, Adaliz ya prepara cursos, talleres y pláticas bajo cuatro pilares estratégicos: comunidad LGBT, racismo y clasismo, e igualdad de género y discapacidad, con el objetivo de influir en la educación de la sociedad.

Si una empresa cuenta con la información adecuada y está abierta a recibir educación en temas de inclusión, tomará mejores decisiones para resolver las necesidades de su mercado actual, finalizó la también próxima Maestra en Gestión de Proyectos Globales por el EAE Business School, de Madrid, España. Maestría que cursa en conjunto con su esposa.