CIUDAD DE MÉXICO. El inicio de cada año siempre llegar con un incremento salarial para las y los trabajadores de diversos sectores y, aunque el ámbito de las labores domésticas no debería ser la excepción, la realidad es otra.

Para 2022 el incremento generalizado será de 22% para el salario mínimo general y profesional, lo cual impactará a 6 millones de personas, de acuerdo con Secretaría del Trabajo y Previsión Social. No obstante, estos aumentos son raros en el caso de las trabajadoras del hogar, dice Marcelina Bautista, presidenta del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar A.C. (CACEH).

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Y esto pese a que ya han pasado tres años del reconocimiento legal de los derechos laborales de las empleadas en este sector.

"El aumento de salario, pues estamos en una cultura de que este trabajo no tiene derechos y que a las trabajadoras del hogar hasta las corren porque exigen, y entonces eran tantos años que no se le cumplió, que cuesta cambiarlo todavía”, indicó.

En abril de 2019, se aprobó la reforma a las leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social, con el objetivo de regular el trabajo doméstico remunerado, así como reconocer y garantizar los derechos de poco más de 2 millones de personas que se dedican a esta labor en el país. A partir de ello, quedó asentado en la ley que contarán con vacaciones, prima vacacional, pago de días de descanso, acceso obligatorio a la seguridad social, aguinaldo y cualquier otra prestación que se pudiere pactar entre las partes. Además, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos quedó como la encargada de fijar los sueldos que deberán pagarse a este tipo de trabajadores que, en ningún caso, podrá ser menor a dos salarios mínimos vigentes.

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¿Cuánto deben ganar realmente? Según su especialización

Marcelina Bautista explicó que en 2016 hicieron una serie de encuestas para conocer cuáles eran las actividades que realizaban las trabajadoras del hogar en las viviendas y de esa manera poder establecer salarios, pero se encontraron con que serían cantidades muy elevadas.

“¿Cuánto gana una niñera? ¿Cuánto te cobran por llevar tu ropa a lavar, a planchar? ¿Una enfermera? ¿Una maestra? ¿La tintorería cuanto te cobra por cada trapo que llevas? Y entonces vimos que ninguna empleadora podría pagar nuestro trabajo porque sumando todas estas profesiones, el costo que tenía era mucho dinero; eran más de 36 actividades”, cuestionó la activista mexicana reconocida hace unos días por la BBC como una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo.

La ley en México reconoce los derechos de las trabajadoras del hogar... pero en la práctica es muy diferente... Platicamos con @MarceBautistaB reconocida por la BBC como una de las 100 mujeres inspiradoras del año https://t.co/2n3375vocu pic.twitter.com/EbDmbbJXAO

— Dalia Empower (@DaliaEmpower) December 23, 2021

Por lo tanto, explicó, establecieron un tabulador de cuatro categorías de acuerdo con el grado de especialización de cada tarea que realiza una persona trabajadora del hogar. Y a cada especialización se le asignó un determinado monto salarial.

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Pero también se encontraron con que las trabajadoras del hogar pedían incrementos en distintos momentos del año y sin establecer cantidades, lo cual complicaba llevar un orden y exigir sus derechos.

“Aparte, no les aumentaban el salario y ellas decían: "Estamos en julio y quiero un aumento o estamos en abril y quiero un aumento". Y dijimos: 'No, el aumento de salario es cada año y tal porcentaje y también, si no está regulado este derecho como tal, pues la empleadora va a pagar lo que quiere; la trabajadora va a pedir lo que quiere”, mencionó Bautista.

Ante ello establecieron un tabulador con 5% de incremento anual para cada categoría. Para la Categoría 1, que abarca actividades con conocimientos básicos como limpieza general o realización de compras, el salario por día que pide la CACEH es de 300 pesos diarios, por lo que con la llegada del nuevo año, debe pasar a 315 pesos. En la Categoría 2, en que a la limpieza se suman labores de cuidado, lavado o planchado, sin toma de decisiones, el pago es de 350 pesos, por lo que con el aumento en 2022, se deben entregar 367.50 pesos diarios.

En la Categoría 3, además del resto de las actividades, se debe dirigir la casa a través de actividades como llaves, cocinera y cuidadoras de enfermos de baja complejidad. En este caso, el salario es de 450 pesos el incremento para el próximo año implica que el nuevo monto sea de 472.50 pesos diarios. Finalmente, las personas con certificaciones para alta cocina o cuidadores especializados, el salario, que debió ser de 550 pesos en 2021, tendrá que pasar a 577.750 en 2022.

No obstante, este tabulador no ha llegado a ser una realidad. Antes de diciembre de 2020, es decir, antes de la fecha en que fueron incluidas en el salario mínimo profesional, en el país había 2.3 millones de personas dedicadas al trabajo del hogar, de las cuales 94.4% eran mujeres y 48.2 % ganaban hasta un salario mínimo, es decir 141.70 pesos.

Al ser incluidas en el salario profesional, la cifra pasó a 154.03 pesos diarios para todo 2021, pero lejos, de todos modos, del valor real de su trabajo.

🔴El día de hoy se llevó acabo nuestra tercera sesión "Salario digno" de los talleres sobre la entrada en vigor del Convenio 189 en Mx🇲🇽: pasos para su implementación.@Pat_MercadoC @conasami @MarceBautistaB#HazLoCorrecto #CuidaaQuienTeCuida #SalarioDigno #C189YaEnVigor #YaEsLey pic.twitter.com/0FNFnj5rbD

— CACEH (@CACEHmx) September 26, 2021

Salario: la diferencia entre activistas y la Conasami

En 2018 y tras muchos años de buscar que se les incluyera dentro de la ley de salarios mínimos, las trabajadoras del hogar lograron ese objetivo. Ese año, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) consideró el trabajo del hogar como un trabajo especial.

El Diario Oficial de la Federación (DOF) describió a quien trabaja en el hogar y recibe un pago. "Es la persona que se dedica a realizar labores de limpieza a cambio de una remuneración o pago, es decir, dentro de una relación de empleo. El lugar de trabajo es un domicilio particular. Las personas trabajadoras del hogar se dedican principalmente a realizar servicios de aseo, también pueden realizar otras actividades complementarias como son la preparación de alimentos, lavado y planchado de ropa, actividades de cuidados, realizar compras de víveres, pagos de servicios por instrucción del empleador, o cualquier otra actividad afín e inherente al hogar”.

Bautista señala que en ese momento, la Conasami y las activistas lograron acordar en las mesas de diálogo un salario mínimo de 240 pesos diarios; menor al asentado en el tabulador realizado por ellas, de 300 pesos solo para la Categoría 1. Las trabajadoras señalaron que era un monto insuficiente, pero lo consideraron un inicio.

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Sin embargo, esa cifra nunca se concretó. Hasta diciembre de 2020, en medio de la pandemia, fueron incluidas oficialmente en los salarios mínimos profesionales con un monto de 154.03 pesos diarios para 2021, lo cual consideraron defintivamente inconcebible.

“De verdad, nos pareció un salario bastante miserable para todo lo que hacen las trabajadoras; no tanto como del trabajo sino de las actividades; sino lo que significa el trabajo del hogar, que lo comparan con cualquier otro trabajo”, aseguró.

El 1 de diciembre pasado la Conasami determinó que el aumento al salario mínimo general para el próximo año será de 22%, una proporción que también se aplicará a los salarios mínimos profesionales. Por lo tanto, las personas empleadas domésticas deben recibir ese incremento.

Así, el salario mínimo profesional en la zona frontera debe pasar de 213.39 a 260.34, mientras que en el resto del país debe ir de 154.03 a 187.92, de acuerdo con el DOF publicado hace unas semanas. Se trata de un aumento histórico que busca la recuperación del poder adquisitivo de la población, pero en el caso de las trabajadoras del hogar, aunque se ubica muy por encima del incremento de 5% anual que busca el CAECH, el monto total continúa por debajo del valor real estimado de esta labor.

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En ese sentido, Bautista subrayó y lamentó que aún falta mucho por hacer para que el trabajo del hogar sea valorado tanto por las personas empleadoras como por las personas empleadas, debido a una cultura arraigada que considera esta función como una “ayuda”. Eso debe cambiar, dijo, para dar paso al cumplimiento efectivo de los derechos laborales.

“Las culturas deben ir cambiando porque muchas tienen la cultura de la ayuda, familia, mi mamá me enseñó esto o que el otro o aquello. Eso está arraigado y hace que muchas empleadoras no estén tan sensibles a las problemáticas que tienen las trabajadoras del hogar”, indicó.