CIUDAD DE MÉXICO. Ante el desinterés que las niñas muestran conforme crecen hacia los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y especialmente por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como la débil participación laboral de mujeres en esos sectores, urge que los países establezcan una serie de acciones para cerrar la brecha de género.

Dentro de los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) las áreas educativas más dominadas por los hombres son las TIC, así como las ingenierías, donde la matriculación de mujeres es de 27% y 28% respectivamente, de acuerdo con datos de la Unesco, citados en el informe Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe de ONU Mujeres, publicado en septiembre del año pasado.

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A nivel investigación, solo unos cuantos países del mundo como Azerbaiyán, Malasia, Mongolia y Venezuela, han alcanzado la paridad en términos de mujeres investigadoras como porcentaje del total de investigadores en el campo de la ingeniería y la tecnología.

Al ritmo actual, la paridad de género en STEM se alcanzará hasta el año 2100. Y esto pese a que se estima que en 2050, 75% de los trabajos estará relacionado con esos campos.

Estos datos destacan en el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información, este 22 de abril, cuyo objetivo es alentar a las niñas y mujeres jóvenes a considerar la posibilidad de orientar sus estudios y profesiones hacia esas carreras.

Otras cifras de ONU Mujeres señalan que 60% de los niños que hoy ingresan a la educación primaria ocuparán puestos que hoy no existen y que 9 de cada 10 niñas de entre 6 y 8 años asocian las ingenierías con habilidades masculinas.

De hecho, las niñas parecen perder el interés en las STEM conforme van creciendo en mayor medida que los niños, según los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) del año 2015.

Las niñas son tres veces más propensas que los niños a verse a sí mismas trabajando en profesiones del ámbito de la salud, mientras que los niños son dos veces más propensos que las niñas a verse a sí mismos trabajando en ingeniería.

Ante este panorama, el reporte de ONU Mujeres urge a los países a

1. Reducir la brecha digital y
2. Garantizar el acceso de niñas y mujeres a la conectividad.

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Pero también llama a introducir las STEM y las TIC a una edad temprana, desde la educación primaria y secundaria, a través de cuatro acciones

1. Iniciativas para la primera infancia, a fin de atraer a un mayor número de niñas y jóvenes a las STEM.
2. Incluir a los padres, pues ellos pueden desempeñar un papel importante en la promoción de la igualdad de género y el desarrollo, desde la primera infancia, de la resiliencia de sus hijos frente a los estereotipos de género rígidos.
3. Capacitar a los docentes en estrategias de enseñanza sensibles al género para que los estudiantes varones y mujeres puedan desarrollar su pleno potencial en temas relacionados con las STEM.
4. Procurar que los planes de estudios y los materiales de aprendizaje en STEM no perpetúen los estereotipos de género. Idealmente estas iniciativas deberían implicar a un grupo representativo de actores involucrados con expertos de ambos sexos para garantizar la incorporación de múltiples perspectivas.

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