Se acerca 2022 y con él la posibilidad de renovar los objetivos que queremos alcanzar durante el año. Hoy en día es muy conocida la fórmula S.M.A.R.T. para establecer objetivos, la cual es un acrónimo en inglés que además de recordarnos las características que debe tener un objetivo, también funciona como un juego de letras que forman la palabra smart, que en inglés significa “inteligente”.

Fue George T. Doran, un consultor y director de planeación estratégica, quien mencionó este acrónimo por primera vez en 1981 en un artículo para la revista Management Review, titulado “Existe una meta SMART o INTELIGENTE para escribir metas y objetivos”. Muchos hemos aplicado esta fórmula desde hace ya casi 40 años, pero la realidad es que el mundo ha cambiado y sus necesidades también.

También te puede interesar el Programa ADN: Detona tu verdadero potencial

Te propongo un nuevo S.M.A.R.T. para líderes con causa, es decir, con impacto social o medioambiental, que puede dar un giro interesante a lo que buscan lograr este año a través de tu liderazgo. Así, los objetivos S.M.A.R.T. de desarrollo sostenible deberían ser:

1 Sostenibles. Un objetivo que funcione hoy, pero que también perdure en el tiempo con la conciencia de que el desarrollo sostenible busca generar impactos positivos en tres niveles: medioambiental, social y económico.

Por ejemplo, si eres CEO de tu empresa, un “objetivo específico” podría ser “emparejar el sueldo de las mujeres” para alcanzar la equidad de género; sin embargo, para hacer ese “objetivo sostenible” podrías transformarlo a: “Establecer en los estatutos de la empresa que ninguna mujer puede ganar menos que un hombre por el mismo trabajo realizado”. Con ello te aseguras de que no solo sea una acción de buena voluntad, sino que perdure en el tiempo, incluso cuando tú ya no estés.

Un ejemplo más sencillo se vería así: si este año quiero cambiar la instalación eléctrica de mi casa, puedo considerar la adquisición de paneles solares, que seguramente me costarán más en el corto plazo, pero a la larga me permitirán ahorrar muchísimo dinero y al mismo tiempo ayudar al medio ambiente.

2 Medibles. “Lo que no se mide, no se puede cambiar”, dicen por ahí. Esta característica es inamovible a la hora de establecer objetivos porque es la que nos permite ver el antes y el después; el logro adquirido, el resultado deseado. A los líderes con causa les recomiendo revisar los indicadores de la Agenda 2030 en los 17 Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU. Pueden medirse en cifras, pesos, kilómetros o, mejor aún, en número de personas beneficiadas. Por ejemplo: “El 100% de las mujeres de la empresa deben ganar igual que los hombres por el mismo trabajo”.

Lee otro Artículo de Alejandra Fosado: 4 características de un líder que quiere la sostenibilidad hacia 2030

3 Auténticos. Un objetivo genuino busca el progreso, no la perfección. Se ajusta a capacidades reales en el entendido de que todo esfuerzo suma a un bien mayor, y que todos estamos interconectados en la lucha por mejorar nuestro entorno. Un objetivo verdadero y honesto no trata de ajustarse a las expectativas de los demás, sino a las metas que realmente podemos alcanzar. En ese sentido nuestro ejemplo podría ajustarse así: “El 70% de las mujeres ganarán igual que sus pares hombres”.

4 Resilientes. A partir de 2020, nuestros objetivos deben poder adaptarse al cambio con mucho pragmatismo. Seguimos en espera de ver cómo evoluciona la pandemia por el virus de COVID-19 y, por lo tanto, nuestras formas de trabajo. También enfrentamos una crisis climática que empieza a afectar todos los ámbitos de nuestra vida. Nuestros objetivos deben ser firmes, pero a la vez contar con un plan B para no rendirnos, ni caer en depresión si no los alcanzamos. En nuestro ejemplo podríamos hacerlo más flexible y ajustarlo así: “Por lo menos, 50% de las mujeres de la empresa ganarán igual que sus pares hombres”.

5 Temporales. Establece fechas que pueden cambiar o ajustarse, pero siempre con una visión en mente. Por ejemplo: “Para 2030, por lo menos, 50% de las mujeres de la empresa tendrán un sueldo igual al de sus pares”.

Lee más: Las tribus que la pandemia nos dejó

El nuevo SMART está pensado en aquellos líderes que establecen objetivos no solo con la cabeza sino también con el estómago y con el corazón para adaptarse a un mundo cambiante y generar impactos positivos por donde pasan. La mayoría de las personas no alcanzan sus objetivos porque estos no están alineados con su propósito ni con su propia historia.

En enero te hablaré sobre Storytelling para líderes con causa, un curso diseñado para ser un poquito más felices al tiempo que aportamos al mundo nuestro granito de arena. ¡Feliz Navidad y Próspero 2022 a todas las lectoras y lectores que disfrutan siendo cada día mejores!