CIUDAD DE MÉXICO. Karla no volverá. Su feminicidio, aún impune, le quitó la oportunidad. Sus pasos no recorrerán de nuevo la Plaza de Armas de San Luis Potosí. Pero allí, desde una esquina, vigilante, un memorial en su honor será un recordatorio constante de la deuda de justicia que existe en su caso y en muchos más.

Karla Pontigo Luciotto fue asesinada en el bar donde trabajaba el 28 de octubre del 2012 y desde entonces su mamá, Esperanza Luciotto, recorre oficina tras oficina buscando la esperada justicia.

Su caso fue el segundo de todo el país en llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se determinó que debía realizarse de nuevo toda la investigación y, entre muchas otras cosas, reparar el daño.

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Por eso, en San Luis Potosí, a partir de ahora el 14 de mayo será el Día por la Justicia para las Víctimas de Feminicidio, el cual fue decretado por el Congreso del Estado como una reparación simbólica del daño y cuyo objetivo es recordar que existen muchas mujeres que no han accedido a la justicia y que aún hay mucho por hacer en el tema.

“Lo vemos como parte de la necesidad de que tengan voz y reconocimiento cada una de las víctimas, pero eso solamente es para decir: ‘Aquí estamos presentes’; necesitamos que nos den respuesta clara por parte de las autoridades”, dijo Guadalupe Yesenia Valdez Flores, coordinadora de Litigio Estratégico de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho.

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Un memorial y otras medidas de reparación

Johana Ventura Bustamante, coordinadora del área de Seguimiento y Control de la Instancia de las Mujeres en el municipio de San Luis Potosí, señaló que a partir de la resolución de la SCJ, se creó esa dependencia municipal, se propuso el día y la creación de un memorial.

En el memorial, hecho por Ivette Garza e inspirado en la imagen de Karla Pontigo con el brazo arriba en signo de lucha, estarán inscritos los nombres de 120 víctimas de feminicidio, muchas de las cuales aún esperan que su caso avance que logren justicia.

“Se presenta [el memorial y la iniciativa de creación del día] a otras familias de víctimas de feminicidio y se suman seis familias más. Actualmente, este proceso que llevamos desde la Instancia de las Mujeres, está encarnado en los casos de siete jóvenes víctimas de feminicidio y su familia”, afirmó Ventura.

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La reparación integral del daño es una figura contemplada en el Código Penal y en la Ley General de Víctimas y contempla medidas para restituir lo perdido, compensar, satisfacer y garantizar la no repetición para las víctimas.

Además, la reparación simbólica que debe hacerse por parte de los gobiernos contempla Alertas de Violencia de Género (como es el caso de San Luis Potosí). Bajos este mecanismo, la entidad acepta que existe una problemática y, por lo tanto, se reconocen los trabajos que deben hacer las diversas instancias en la materia y se integran a las familias a programas de apoyo.

Ventura Bustamente afirmó que en el caso del memorial y la conmemoración del 14 de mayo están contemplados los tres puntos, los cuales se establecieron con la colaboración de las familias de Karla Pontigo, Nataly Alonso, Samara Burón, Guadalupe Miramontes, Odali Hipólito, Alejandra Resendiz y Samantha Yoselin.

Sin embargo, aunque la reparación del daño está mencionada en las leyes, es confusa y muchos estados no la contemplan en sus acciones, señala la Comisión Nacional de Derechos Humanos en su Diagnóstico Nacional de Acceso a la Justicia y Violencia Feminicida.

“La reparación del daño en lo relacionado con el delito de feminicidio muestra aún grandes retos; en específico en lo relacionado con la reparación para las víctimas denominadas indirectas, principalmente cuando se trata de familiares”, señala.

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Reparación insuficiente

La determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el caso de Karla Pontigo, no solamente ordenó esta reparación, sino que también se reiniciara la investigación.

“Estamos hablando de siete años de estar peleando en Tribunales, en Juzgados de Distrito; de interponer un recurso de revisión de la Corte para que pudiese determinar que efectivamente se reiniciara la investigación”, dijo Valdez Flores, para quien la reparación simbólica del daño es solamente uno de los pasos que se deben seguir en el caso.

Según la representante legal, existen avances pero son insuficientes porque el Ministerio Público no tiene el equipo necesario para hacerlo.

Karla Pontigo fue asesinada en el bar donde trabajaba como edecán. Cuando su hermano llegó a buscarla -como solía hacerlo-, le dijeron que se había accidentado, pero al llevarla al hospital se percataron de los golpes y la violencia sexual.

Sin embargo, la dilación de las autoridades provocó que la escena del crimen fuera limpiada y que se perdiera, y las pruebas de la violencia sexual quedaron extraviadas. Todas estas pruebas deben repetirse con el fin de intentar recuperar lo perdido.

El feminicidio ocurrió en la ciudad de San Luis Potosí, el municipio que ocupa el lugar 13 entre los 100 municipios con más feminicidios, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Valdez Flores subrayó que otro pendiente es la seguridad para Esperanza, mamá de Karla, pues en múltiples ocasiones ha sido amenazada por el presunto responsable y ha sido una batalla constante lograr que cuente con elementos de seguridad que la resguarden.

“Ha logrado doña Esperanza que la voz no solamente de ella sino de otras víctimas indirectas de feminicidio, esté latente en San Luis Potosí. Pero hay deudas. El evento más que para festejar es para exigir; para reclamar de nuevo que el Estado sigue siendo un deudor hacia las víctimas”, aseguró.

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