CIUDAD DE MÉXICO. "El miedo principal que tiene la gente es el miedo al rechazo", dice Oso Trava, emprendedor de InstaFit y creador y anfitrión del podcast Cracks sobre negocios y cómo lograr el éxito.

En el episodio 19 de la segunda temporada del podcast Dalia Talk, de Dalia Empower, charlamos con Trava acerca del miedo y cómo sortearlo.

Trava narró que el común denominador de las figuras del mundo artístico, del deporte y empresarial que ha entrevistado en Cracks, es que todos tienen miedo. No obstante, tienen una percepción clara y muy inteligente del riesgo.

Al final de la charla, Oso respondió el Q&A Men as Allies, un cuestionario diseñado para conocer cómo los hombres invitados a Dalia Talk son aliados de las mujeres y del feminismo.

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¿Qué temen perder los hombres ante el empoderamiento femenino?

No me voy a poner por encima de nadie, pero yo la verdad no le tengo miedo a las mujeres. Nunca se los he tenido. Tengo la fortuna y bendición de que nunca ha sido un issue para mí.

He vivido en un mundo rodeado de mujeres. Mi mamá tiene tres hermanas, mi esposa tiene tres hermanas. Yo tengo una herma y un hermano. Mi mundo ha sido muy femenino. Mi bisabuela era la matriarca.

Entonces, no te puedo hablar de experiencia propia, pero creo que los hombres podrían tener miedo a perder valor.

Si bien no vienes [un hombre] de un mundo en el que se muestra el valor o la fuerza del lado femenino, una mujer puede ser muy amenazante. Sentir que estás por debajo de una mujer. Yo estoy asumiendo porque yo no lo vivo. Debe ser difícil para alguien que ha crecido en una cultura machista, sentir que no está cumpliendo su rol de proveedor, líder, protector.

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¿Qué ha hecho el feminismo por ti y tú qué has hecho por el feminismo?

El feminismo ha hecho por mí muchísimas cosas. Me ha enseñado respeto, me ha dado una socia espectacular, me ha dado un equipo increíble. Me ha dado miles y miles de clientes. Porque, bueno, en IstaFit, muchos de mis clientes, más de la mitad son mujeres. Y hemos tenido decenas de miles de clientes.

Para mí el feminismo y las mujeres que están buscando mejorarse -ya sea en su aspecto de salud, físico, mental, laboral, emprendedor, familiar-, me encanta. Yo trato con muchas mujeres todo el día y me fascina.

Me ha dado muchísimo el feminismo y no solo las mujeres, sino las mujeres con ganas de crecer.

Yo aprecio, agradezco y me encantaría que hubiera más mujeres buscando hacerse su propio camino.

¿Qué le he dado yo al feminismo? Es una pregunta rara. Yo no distingo mucho entre hombres y mujeres. Mis puestos no tienen una clasificación de mujer. Busco líderes y creo que ésa es la manera en la que yo aporto.

¿Y qué relación tienen las nuevas masculinidades en tu rol de papá o tu rol de esposo?

Las nuevas masculinidades vienen fuertes y está increíble. Porque una cosa es el feminismo y otra cosa es las nuevas masculinidades.

Hablaba hace poco con Raúl Romero Havaux [fundador de Integralis Consulting Group], quien habla mucho de liderazgo en términos de energías sexuales. Y hablábamos de Brene Brown como el máximo vocero o exponente de la vulnerabilidad... no femenina ¿eh?, sino de la vulnerabilidad total.

Ser vulnerable ha sido un trait [rasgo] más femenino por la historia. Y ahora se está adoptando más por líderes de cualquier género.

Para mí el término vulnerabilidad tiene que ver con la honestidad contigo mismo: saber quién eres, para qué eres bueno, donde necesitas ayuda. Pero sobre todo, regresando a lo que decía Raúl Romero, en términos de nueva masculinidad es estar más en contacto con tus sentimientos.

Y puedes englobar todos los sentimientos en una palabra: empatía. ¿Cómo puedes liderar cuando no puedes conectar con la gente que tratas de liderar? Para conectar, necesitas ser empático. Necesitas tener... mucha gente le dice inteligencia emocional, pero es mucho más. ¿Cómo puedes sentir algo que siente alguien más si tú nunca lo has sentido?

Eso a mí me paso por mucho tiempo. Yo fui muy cerrado, muy cuadrado, muy frío, muy poco expresivo, muy protegido. Probablemente por inseguridades y miedos. Y cuando logré deshacerme de esa barrera y logré volver a sentir emociones como tristeza, felicidad... Yo pasé más de 12 años sin llorar. Y cuando lo logré de nuevo, uff. Sí [fue] desahogo en el momento, pero qué apertura.

Logras conectar con gente que alejabas porque simplemente no entendías lo que estaban viviendo.