CIUDAD DE MÉXICO. El activismo digital no es otra cosa que participar activamente en redes sociales para informar, apoyar o defender un tema o causa social. Pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos? ¿Deberíamos? ¿Es importante? ¿Está mal si no lo hago?

Revisemos este par de datos: 1) Por un lado, 81 millones de mexicanos estamos en redes sociales comunicando e interactuando todos los días, varias veces al día; 2) Por otro lado, existe una Agenda que redactaron 193 países del mundo en 2015 -entre ellos México- con 17 temas por resolver antes de 2030 -como la pobreza, el hambre y la igualdad de género- y que urge difundir.

Ya sabemos que para muchos, el término “activista” tiene una connotación más bien peyorativa, que da la idea de mujeres y hombres violentos manifestándose contra el gobierno o la policía. Sin embargo, alzar la voz desde tus redes, también es una forma de activismo que puede ayudar a cambiar la conversación hacia los temas que nos afectan a todos en el día a día.

Cursa la masterclass de Tatiana Bilbao, El Valor de Crear, solo en Dalia Masters

Un ejemplo reciente de activismo digital exitoso es la campaña #SelvameDelTren, que apela a los efectos de una crisis medio ambiental que nos pega parejo y que está perturbando de manera desproporcionada nuestra calidad de vida y el futuro del planeta. Estas voces no surgen de la improvisación ni son ocurrencia de un día. Aquí un poco de contexto:

Hace dos años, en pleno confinamiento, el 23 de abril de 2020, activistas, expertos, biólogos, politólogos, artistas y sociedad civil, en general, protestaron por el decreto que cortaba 75% del presupuesto de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, con el hashtag #SalvemosALaConamp. La respuesta fue inmediata: más de 300 mil personas firmaron la petición en Change.org.

Poco después, los artistas abrieron la cuenta de Instagram @ArtistasXElCambio, en la que hasta hoy concientizan voluntariamente sobre temas como el agua. El 24 de mayo de 2021 grabaron desde sus celulares un video espontáneo y sin producción en el que anunciaron que estarían hablando del tema “para que crezca esta conversación”.

Cursa también en Dalia Empower la eClass: Plan de vida y carrera: ¿qué es y cómo aplicarlo?

El 4 de marzo pasado, la organización @centinelasdelagua lanzó un video para convocarnos a alzar la voz en contra del tramo 5 del Tren Maya. Cuando los artistas y otros ciudadanos decidieron hacerles eco, amplificaron el tema hasta el punto de volver al Presidente de la República interlocutor del tema.

4 puntos esenciales del activismo digital

1. El papel de los artistas con sus millones de seguidores hace la diferencia. Está probado que los artistas famosos pueden visibilizar de manera exponencial una causa. Hoy son Eugenio Derbez y Barbara Mori por el cambio climático; antes, Alfonso Cuarón y Marina de Tavira por las Trabajadoras del Hogar con la promoción de la película Roma. Esto pasa en todo el mundo. Recordemos el éxito de la plataforma Paz, en España, para apoyar a Zapatero en 2008, en la que participaron Miguel Bosé, Ana Belén y Joaquín Sabina, entre otros. La proyección de los artistas puede poner una tema sobre la mesa, literalmente en minutos.

2. La autenticidad de los artistas es indispensable. Desde el siglo pasado, algunos políticos se dieron cuenta de que contratar artistas podía acercarles más seguidores y, por lo tanto, más votos. Pero generar credibilidad no es tan sencillo. Ahí está el fracaso total del Partido Verde, que contrató a 100 influencers a los que les pagó 10 mil dólares por cada Storie durante las elecciones de junio de 2021, con lo que violaron, además, la veda electoral.

Recomendamos leer: Storytelling, el arte de Mayra González en el liderazgo y los negocios

3. El mensaje de los artistas no tendría credibilidad sin los expertos. El éxito en la comunicación de los artistas es que su mensaje no es un reclamo al aire, sino que está sustentado por la información y argumentos técnicos de los expertos, especialistas y líderes sociales. Los microinfluencers, como los llama Instagram, son aquellos líderes que tienen la capacidad de influir en un nicho específico, pero los artistas son los que pueden llevar el mensaje a un auditorio más amplio y, por lo tanto, son la combinación perfecta. (Por cierto, los artistas no son expertos en el tema y eso debe quedar claro para los medios de comunicación que insisten en hacerles preguntas técnicas.)La fórmula es: artistas famosos con mucha influencia entre sus seguidores + líderes expertos en su tema = activismo exitoso. Falta conocer el fin de la historia con el tramo 5 del Tren Maya, pero el mensaje está dado.
4. En esta fórmula también cabes tú. Recuerda: la suma de voces ciudadanas es la que genera cambios, mueve leyes, detiene construcciones, lleva a Greta Thumberg a la ONU, y derroca gobiernos. Para ser un activista digital no necesitas pertenecer a un movimiento ni a un partido político, ni pelearte con nadie. Lo único que necesitas es una postura, un punto de vista y las ganas de mejorar el entorno, de por sí vulnerable, que COVID-19 agravó. Para mejorar al mundo cada voz cuenta y puede marcar la diferencia. ¡Levanta la voz!

• Instagram: @2030comunicacion
• LinkedIn: Alejandra Fosado
• Podcast: 15 minutos hacia 2030

* Las opiniones expresadas por la autora de este espacio no representan la visión ni la postura de Dalia Empower