Liliana Reyes, la mujer que empodera a emprendedoras desde Amexcap
La directora de la Asociación Mexicana de Capital Privado llama a las mujeres a sumarse al sector financiero.
CIUDAD DE MÉXICO. Una de las mayores lecciones en su vida la aprendió de su madre. Desde muy pequeña, Liliana Reyes entendió que si quería lograr las metas que se propusiera tenía que ser independiente en todos los sentidos.
La directora general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) reconoce que sin la perseverancia y exigencia que les inculcó su madre, Paula, tanto ella como sus hermanos no estarían sentados en las sillas que hoy ocupan.
El factor permanente durante la infancia y adolescencia de Liliana fue la disciplina, algo que no era extraño porque su mamá, una profesora de primaria por más de 55 años, puso el mismo orden en casa como en el salón de clases.
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“Mi mamá siempre tuvo autonomía en su vida. Nos motivó a tener una carrera profesional y a superarnos permanentemente. Sobra decir que hoy en día todavía ponemos en práctica lo que nos enseñó”, dice la capitana de Amexcap.
Fueron esas mismas lecciones las que motivaron a Reyes a salir del país para estudiar dos maestrías hace más de 15 años, una en Inglaterra y otra más en España. Pero en el camino atravesó el duro proceso de adaptarse a culturas diferentes.
La egresada de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reconoce que los días en que el miedo o la frustración la invadían recordaba las palabras de la profesora Paula: “Sé independiente”.
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Desigualdad laboral, el mayor reto
Cuando Reyes regresó a México y quiso reincorporarse al mercado laboral, se enfrentó a diversos prejuicios, uno de ellos (tal vez el más importante) fue tener que aceptar empleos con sueldos por debajo de sus habilidades.
“La sociedad es muy abrumadora. Me sentía muy empoderada, pero la realidad me rebasó porque el hecho de tener dos maestrías no me garantizó otras oportunidades profesionales”, recuerda la mujer que hoy encabeza el desarrollo de la industria de capital privado y emprendedor en México.
Antes de convertirse en la líder de Amexcap, retomó su antiguo empleo en Nafin (Nacional Financiera) y al poco tiempo tomó la decisión más importante en su vida personal: convertirse en madre.
Su retorno al campo profesional fue en Banobras, dos años después, y ahí vivió una dura realidad. Por principio, no fue aceptada en el puesto más alto, aun cuando contaba con todas las credenciales para asumirlo. Lo que resultaba curioso era que a sus compañeros hombres que tenían un perfil similar al de ella, sí les daban esos cargos y, por lo tanto, sus sueldos eran mucho mayores.
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Otro aspecto relevante fue que el servicio médico no era una prestación para los esposos de las trabajadoras, a pesar de que eran pocas mujeres en la cúpula directiva.
Liliana comparte que para su fortuna, su esposo no requería dicha prestación. Sin embargo, no daba crédito al hecho de que solo las esposas de sus colegas gozaban del beneficio.
En una conversación con un directivo, surgió el tema y para sorpresa de Reyes su colega desconocía lo que estaba sucediendo.
“Es muy difícil luchar contra esa situación. Muchas de las políticas de las instituciones rebasan los sesgos personales y la verdad no creo que los compañeros estuvieran al tanto de esta circunstancia y, por ende, no buscaban cambiarla”, manifiesta.
La desigualdad es una de las mayores barreras que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral. Cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan que México posee una de las tasas de participación laboral femenina más bajas al ubicarse en 44%, en contraste con países como Perú, que alcanza 68 por ciento.
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El primer acercamiento al mundo del financiamiento ocurrió cuando asumió la dirección de Capital Emprendedor, del ahora extinto Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). En marzo de 2018 entró de manera oficial al sector al convertirse en la directora general de Amexcap.
La asociación nació en 2003 y a la fecha cuenta con fondos miembros de distintas estrategias de inversión en México y otros países de América.
Hoy son casi 105 firmas de capital privado respaldadas y que se encuentran en el ramo del venture capital, private equity, corporate venture capital, bienes raíces, infraestructura y family office. También forman parte más de 40 empresas de asesoría especializada.
En los últimos 18 años se han comprometido recursos por el orden de 61 mil 600 millones de dólares de capital, de acuerdo con información de la asociación.
La cura contra los obstáculos: rodearse de mujeres
Al sentarse en la silla de la dirección general de Amexcap, Reyes se puso como prioridad incentivar una mayor participación de las mujeres en el sector, empezando por su equipo. La regla: por lo menos debe haber una mujer en los comités y en el Consejo de Administración.
“Si procuras que haya más mujeres que te acompañen en el camino será más fácil. Me siento muy bien de rodearme de grandes profesionales en mi Consejo porque es otra manera de relacionarte y respaldarte. Debemos repensar los esquemas tradicionales que existen en las empresas”, manifiesta.
Para la egresada de la UNAM, impulsar el liderazgo femenino al interior de cualquier organización es prioritario no solo para derrumbar paradigmas, también porque la participación de las mujeres incentiva la economía.
El Banco Mundial (BM) estima que una mayor inclusión de las mujeres en el mercado laboral elevaría 22% el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en México.
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Buscar siempre la independencia
Desde su llegada a Amexcap, Reyes se dio a la tarea de promover que más financiamiento llegue a manos de emprendedoras, ya que, desde su perspectiva, este es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las mujeres para mantener un negocio en pie.
Hace más de tres años, Liliana se embarcó en la aventura profesional más importante hasta ahora, pero advierte que tiene una larga lista de planes que aún desea cumplir dentro y fuera de la asociación. Uno de esos objetivos es desempeñar labores más sociales.
La directiva no descarta que en unos años siga los pasos de su mamá en la docencia. “No sé qué tan buena profesora sea, pero me gustaría dar clases en la UNAM para retribuir algo a mi alma máter”.
Cada mañana resuenan en su mente las palabras de su madre: ser independiente. Y esa misma enseñanza la pone en práctica en todo, en especial en el terreno laboral. Por ello, Liliana Reyes hace un llamado a las mujeres a acercarse al sector financiero, ya sea para buscar capital o para incursionar en alguna empresa.
“El sector financiero es de los más interesados en atraer talento a sus organizaciones, están buscando mujeres porque los equipos no son diversos y ahorita es el momento ideal. Es un mundo con muchos retos, pero también con grandes retribuciones y las mujeres estamos preparadas para tomar las riendas del sector”.
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