CIUDAD DE MÉXICO. Luz María Gutiérrez conoce muy bien las crisis. A los pocos meses de tomar las riendas del grupo gasolinero G500 Network se enfrentó a una situación sin precedentes en enero de 2019: la escasez de combustible en México, derivada de una estrategia emprendida para combatir el llamado huachicoleo.

La cabeza del consorcio mexicano-suizo tuvo que actuar rápido a fin de evitar un impacto al negocio que en agosto de 2018 le habían confiado. “Implementamos todas las medidas necesarias para poder solventar esa crisis”, reconoce al otro lado de la línea telefónica durante la entrevista con Dalia News+Media, la plataforma de información de Dalia Empower.

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Gutiérrez comparte que la estrategia que les ayudó a sortear el desabasto transicional en el país fue la confianza que depositó en sus colaboradores, pues son las personas quienes hacen a las empresas y no al revés.

“He aprendido a tener templanza en los momentos de crisis y a pensar en frío. Cuando los equipos de trabajo son de alto desempeño, enfrentas los problemas mejor, los analizas, das respuestas, soluciones y las ejecutas”, dice Luz María Gutiérrez, CEO de G500 Network.

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Una mujer ante un reto gasolinero

Pero llegar a la silla que actualmente ocupa no fue fácil. La contadora pública egresada de la UNAM se enfrentó a diversos retos durante su trayectoria, incluso, por ser mujer. Sin embargo, eso se convirtió en un aliciente para ganar la confianza de sus superiores y escalar a posiciones de poder.

Aunque ahora se encuentra inmersa en el mundo de los combustibles, la también maestra en Desarrollo Organizacional por la Universidad de Monterrey sumó experiencia en otros ámbitos.

A finales de la década de los 90 e inicio de los 2000 se desempeñó como CFO de Latinoamericana Duty Free y años después fue CEO de Controladora Milano y subsidiarias. Su entrada a la industria gasolinera ocurrió en 2013 con la reforma energética, al ser nombrada CEO de Petro-7, uno de los primeros competidores de Petróleos Mexicanos (Pemex).

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Cuando en 2018 los directivos de G500 Network llamaron a Luz María para dirigir el grupo, ella sabía que la tarea sería compleja, ya que se enfrentarían a compañías con un músculo financiero importante y con amplia experiencia en el ramo. Eso los motivó a subir la apuesta para convertirse en una empresa más integrada y con un enfoque específico que estaría a cargo de Gutiérrez.

Hoy, son el tercer grupo gasolinero más importante en México, cuenta con más de 450 estaciones de servicio diseminadas en 19 estados y, de acuerdo con datos de Profeco, es una de las marcas con los precios más bajos a nivel nacional.

Mujeres en la cima: el éxito de G500

Luz María asegura que estar al frente de G500 Network es la aventura profesional más divertida, arriesgada y la que más retos le ha significado en el camino. Hace dos años y medio llegó a una empresa que debía definir bien sus sistemas y procesos con el objetivo de encarar a grandes competidores nacionales y extranjeros.

“El que hayan tenido confianza en mí para llevar las riendas del negocio demuestra que comienza a haber una apertura con las mujeres. Tienes que estar preparada para asumir cualquier situación cuando se te presente porque si crees que puedes, lo demostrarás a los demás”, comenta la directiva.

La líder considera que el papel de las mujeres al interior de las empresas es fundamental, no solo por la vocación de servicio que las caracteriza, también porque el liderazgo femenino tiene múltiples ventajas en temas de organización, trabajo en equipo y ejecución de planes.

Al otro lado del teléfono, la CEO revela que uno de los secretos detrás del éxito del grupo es que mujeres experimentadas ocupan puestos clave, como es el caso de Alejandra García Casares, quien funge como directora de Marketing, y Gabriela Sandoval Vargas, a cargo del área legal, aunque no son las únicas.

“Tenemos que impulsar a las mujeres en todos los ámbitos para que tomen riesgos. El miedo se abraza, siempre vamos a tenerlo, pero ahí estaremos para apoyarnos e impulsarnos”, expresa.

Pandemia: la necesidad de adaptarse y escuchar al equipo

En 2020, la encargada de la empresa que nació de la asociación entre el Grupo Gasolinero G500 y la multinacional suiza, Glencore, se enfrentó a otra crisis. A diferencia de hace unos años, esta ocasión fue contra un enemigo invisible que los obligó a estar en aislamiento: la pandemia de COVID-19.

En el año que se tenían importantes planes para el crecimiento de la compañía, Luz María ejecutó una reestructura en todos los sentidos, desde cómo hacían sus juntas en equipo hasta la implementación de los proyectos.

Sin embargo, depositó toda su fe en el personal y confío en la tecnología a fin de organizarse lo más pronto posible, pues el negocio debía seguir operando al ser fundamental en la vida económica del país.

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No fue sencillo trabajar a la distancia por el estilo de vida al que estaba acostumbrada Luz María y al mismo tiempo tenía que seguir motivando a sus equipos. La pandemia representó una crisis para la empresa y las personas que trabajaban en ella, sobre todo, las mujeres que son mamás, ya que duplicaron y combinaron sus labores familiares con las profesionales.

“Buscamos la forma de atender a quienes debían realizar roles diferentes en casa porque no podíamos desatender sus necesidades. Aprendimos a ser flexibles y adaptarnos y esa es una ventaja competitiva del liderazgo organizacional”, detalla.

La sorpresa de la CEO fue que, en plena pandemia, el grupo logró abrir nuevas estaciones de servicio en el país y hacia adelante el plan es ambicioso.

Abrir camino a otras mujeres, un compromiso

Desde que era pequeña, aprendió a resolver sus propios problemas y a no tener complejos, gracias a las enseñanzas de su madre. Con esa misma visión, Luz María Gutiérrez trabaja cada día con la idea de dejar un legado en su equipo y motivar a que más mujeres, como ella, tengan algún día la oportunidad de sentarse en la silla principal de su empresa.

“En toda la cadena del sector hay muchas posiciones que pueden ser ocupadas por mujeres y el que nuestra voz sea escuchada es muy importante, aunque el desafío es mantenernos unidas porque la competencia está afuera y nosotras debemos ayudarnos a ser mejores profesionales y abrir camino para las nuevas generaciones”.

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