Lo que podemos aprender de las fiestas de Sanna Marin
¿La líder máxima de un país tiene derecho a disfrutar de su tiempo libre?
CIUDAD DE MÉXICO. ¿Cualquier persona tiene derecho a disfrutar de su tiempo libre de la manera que mejor le plazca y claro, sin afectar a terceros? ¿El mandatario de un país podría hacerlo participando en una fiesta privada, bebiendo alcohol y bailando? Y ¿qué tal una mujer mandataria?
Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia lo hizo recientemente. Disfrutó de su derecho al ocio y el esparcimiento -consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, publicada en 1948- en un par de fiestas que, pese a que fueron privadas, emergieron de ellas fotos y video que fueron filtrados al público.
A partir de ahí, la Primera Ministra recibió fuertes críticas y un acoso y señalamiento mediático que cuestionaron su comportamiento. La mayor parte de los pronunciamientos provino de la oposición política de su país, conformada en su mayoría por hombres de edad madura, quienes además exigieron a la mandataria que se realizara una prueba de detección de drogas, la cual por cierto, fue negativa.
Cursa la e Class Estereotipos de género y sesgos inconscientes: ¿Qué son y cómo me afectan?
No obstante, las mujeres de su país y millones más en el mundo, hicieron viral su apoyo a Sanna Marin con la publicación de videos en redes sociales bajo el hashtag #SolidarityWhithSanna, en los cuales bailaban y bebían de manera deshinibida.
La presión sobre la Primera Ministra finlandesa llegó a tal magnitud que hace unos días, finalmente, ofreció un discurso público en el que defendió su derecho a divertirse y disfrutar.
“En estos tiempos oscuros, yo también necesito un poco de alegría, luz y diversión”, dijo con la voz entrecortada.
Sanna Marin, primera ministra de Finlandia
“No he faltado ni un solo día al trabajo, ni a una sola tarea, y nunca lo haré”, mencionó y agregó que quería confiar en que "la gente observa lo que hacemos mientras trabajamos en lugar de lo que hacemos en nuestro tiempo libre”.
Así que, la primera lección que podemos aprender de las fiestas de Sanna Marin es justo ese: que el esparcimiento y el tiempo libre es un derecho humano. No obstante, con más frecuencia de lo que se cree, es un derecho que se niega a las mujeres -como muchos otros- y, con mayor presión y crítica, a mujeres en altos puestos políticos o directivos.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Declaración Universal de los Derechos Humanos
"Las mujeres, aunque hemos avanzado en diferentes escenarios de la vida pública, aún estamos lejos del reconocimiento pleno de nuestros derechos, y se observa, como bien sabemos, en actividades cotidianas; lo podemos observar en el caso de Sanna Marin", dice Diana Hernández, Manager de Academy de Dalia Empower, el proyecto de educación continua que ayuda a las mujeres a lograr su metas profesionales y personales, a través del desarrollo y aprendizaje de life skills, es decir, las llamadas habilidades blandas.
Hernández subraya que "no se tiene que pasar por la lupa el comportamiento de Sanna; más bien, tenemos que pasar por lupa una visión del mundo en donde se mide con doble estándar a las mujeres y que resulta hasta incluso violenta, pues aun el ocio y el disfrute se 'castiga'. Estamos frente a una realidad que hace un llamado a redoblar esfuerzos para que las mujeres gocemos plenamente de nuestras libertades".
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Y aquí otras lecciones que podemos aprender del caso de Sanna Marin:
Salud física y mental
A estas alturas, precisamente luego del gran confinamiento por la pandemia de COVID-19 no existe la menor duda: el esparcimiento y las relaciones sociales son esenciales para la salud.
Poder ejercer el derecho al libre esparcimiento tiene efectos positivos en la salud, ya que la recreación sirve al ser humano para generar un estado mental libre de tensiones, con bienestar, disfrute y placer.
Practicar actividades que favorezcan las relaciones personales, las habilidades, las destrezas y la movilidad y, al mismo tiempo, la satisfacción de vivir, ayuda a recuperar las energías empleadas durante el trabajo, señala la investigación La Recreación Como Condición de Vida Saludable, de la Fundación Dialnet, la mayor hemeroteca de artículos científicos hispanos en internet.
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Gestión del tiempo
Justo por ello es importante que las personas incluyan el esparcimiento y las relaciones con otra personas en su agenda. Es importante saber combinar el tiempo que se destina a cada una de las actividades profesionales y personales, así como cuidar el momento en que se llevan a cabo, lo cual dependerá de la jerarquía de las prioridades individuales.
Si una persona cumple con sus obligaciones laborales responsablemente, de acuerdo a lo que su rol le demanda, y atiende sus roles familiares y sociales adecuadamente, tiene total derecho de divertirse y relajarse según sus gustos personales, siempre y cuando no atente contra su salud o la salud pública, mencionó Cristina Menchaca, especialista en relaciones públicas y gestión de tiempo, speaker para Dalia Empower y quien también imparte la eClass Ocupada o Productiva: Aprende a Gestionar tu Tiempo.
Nuevos liderazgos, sesgos y estereotipos
En la actualidad el mundo vive una renovación de liderazgos y, sobre todo, de liderazgos femeninos, que están rompiendo con los antiguos o tradicionales liderazgos, señala Gisela Zaremberg, especialista en estudios de género y mujeres políticas.
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En el ámbito político, como es este caso, la presencia de una mujer en el poder máximo genera reacciones contrastantes, por tres motivos principales, de acuerdo con la especialista, quien labora en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso):
- Porque, justo, es mujer y los estereotipos de género aún predominan en las sociedades.
- Porque es muy joven. Cuando asumió el cargo en 2019 se convirtió no solo en la Primera Ministra de su país, sino del mundo. En este sentido, el sesgo por edad es también uno de los más comunes.
- Y finalmente porque parte de la comunicación de Sanna Marin se basa en exponer aspectos de la vida de las mujeres que habitual o históricamente no se habían mostrado ni relacionado con una figura política de poder. Por ejemplo, Marin publica fotografías en las que se muestra amamantando, algo que también ha hecho la primer ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
Bajo este contexto, Zaremberg señala que hoy son insostenibles los estereotipos sociales tradicionales que consideran que una persona que se desempeña en la política no puede bailar y divertirse en su tiempo libre. Son poco creíbles para gran parte de la población joven votante, mencionó.
Por su parte, Diana Hernández, Manager de Academy de Dalia, coincide en varios puntos al mencionar que la mirada machista continúa perpetuando estereotipos y prejuicios, y mostrando mayor crudeza cuando "eres mujer, eres joven y formas parte de la vida pública".
"¿Se debe encajar [como mujer] en un rol autorizado por una mirada inserta en un sistema patriarcal? Por supuesto que no. Es imperante cuestionar un supuesto 'deber ser' en pleno siglo XXI, pues parece ser que las mujeres tendrían que comportarse como históricamente los políticos lo han hecho, es decir, de una forma alejada y hasta disociativa", señala.
También coincide en que en hoy se están generando nuevos modelos de liderazgo que son "disruptivos y en donde se cuestiona con mayor fuerza el rol de la mujeres en diferentes ámbitos".
Ante ello, Hernández invita a tener una mirada crítica y analítica para cuestionar las visiones androcéntricas, cambiar paradigmas y abrir camino a la equidad de género y a las mujeres, cuyo progreso ha sido dañado profundamente. Destaca, además, que esta es una labor colectiva.
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