La Revolución de las mujeres va; esto dicen 5 mexicanas en el frente...
Platicamos con mujeres como la escritora Margo Glantz, la periodista Ixchel Cisneros y la emprendedora Regina Cabal sobre el feminismo.
CIUDAD DE MÉXICO. Ya pasaron 110 años luego de que inició el proceso armado y político que configuró las bases de lo que hoy conocemos como México: la Revolución.
Como parte de la divulgación de esta etapa histórica, siempre se ha destacado a los grandes caudillos hombres, mientras que se invisibiliza el papel que tuvieron las mujeres en esa transformación o queda minimizado.
Algunas de las mujeres más destacadas del movimiento fueron María de la Luz Espinoza Barrera, que en 1910 obtuvo el grado de teniente coronel por parte del General Emiliano Zapata. También está la famosa Carmen Vélez, conocida como "La Generala", quien comandó cerca de 300 hombres que lucharon en Hidalgo y Tlaxcala.
Por su parte, María Quinteras de Meras participó en 10 enfrentamientos. Por sus méritos, alcanzó el grado de Coronel en el Ejército Villista. Ángela Jiménez, por otra parte, fue experta en el manejo de explosivos y obtuvo el grado de Teniente en el Ejército Villista.
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Desde hace ya años, las nuevas generaciones de mujeres han venido forjando una nueva Revolución mexicana, una que es feminista y en la que ellas ya no esperan a que la realidad cambie: la están transformando.
En Dalia Empower platicamos con algunas mujeres mexicanas líderes y referentes que, a través de su quehacer, forman parte de esta lucha que se disputa en distintos frentes del país.
Margo Glantz, escritora y académica
Twitter: @Margo_Glantz
"Mi pelea siempre ha sido la necesidad de reconocer el cuerpo femenino como tal y si no hay libertad absoluta sobre el cuerpo de cada mujer, no hay libertad"
¿Este año nació la Revolución feminista?
Es evidente que las mujeres constituyen una fuerza importantísima que podría llamarse revolucionaria.
Pienso que el movimiento congregó a una cantidad importante de mujeres aquí y en el mundo, que permitió ver hasta qué punto es importante la voz de las mujeres.
Pero también pienso que coincidió con el origen de la pandemia en todo el mundo y debilitó la acción masiva de las mujeres, ante la imposibilidad de hacer manifestaciones O la forma en que se ha articulado su participación ha obstaculizado el movimiento.
Por otro lado yo veo, en lo que se refiere a la Literatura, que es mi campo, cómo ha aumentado la presencia e influencia de mujeres. Hay que ver lo que ha pasado con Almadía en Oaxaca, donde la FILO [Feria Internacional del Libro de Oaxaca] fue organizada por mujeres que intervinieron de una manera espectacular.
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¿Cómo debería ser el movimiento de las mujeres para hacer la Revolución?
Yo no soy dirigente ni soy profeta, pero pienso que las circunstancias mismas históricas actuales conducen de manera muy particular la lucha de las mujeres.
Estoy viendo como una cosa muy optimista la posibilidad de que en Argentina se legisle a favor del aborto de una forma más o menos definitiva; se permita que el aborto sea una posibilidad legal.
En México han habido varios altibajos. Se permite el aborto en ciertos estados, pero de cualquier manera hay una alternancia de juicios en contra del aborto, que me parece la lucha más importante del movimiento feminista.
Mi pelea siempre ha sido la necesidad de reconocer el cuerpo femenino como tal y si no hay libertad absoluta sobre el cuerpo de cada mujer, no hay libertad. Es fundamental tener esa disposición absolutamente libre. Mi cuerpo es mi cuerpo y hago con él lo que creo que debo hacer de acuerdo con las circunstancias.
¿Qué le hace falta al movimiento de las mujeres para hacer la Revolución?
Hay muchos movimientos feministas, no creo que haya uno ni un movimiento universal que envuelve a las mujeres.
No sé muy bien qué se puede vaticinar, pero es importante considerar las condiciones que ha impuesto la pandemia para todos, como el confinamiento y cómo las mujeres se exponen a más situaciones de violencia de esta forma.
Siento que también hay ciertas cosas de ciertos feminismos que hace falta impulsar, como la reivindicación de derechos de las comunidades indígenas.
También hay otras cosas del feminismo que rayan en la intolerancia; y yo no creo en movimientos intolerantes porque todos estos movimientos, que se mueven por maniqueísmo, pueden derivar en doctrinas neofascistas.
Por ejemplo, la denuncia de abusos, que es siempre necesaria. Sin embargo, no tiene que hacerse bajo un modo inquisitorial.
¿Cómo haces la Revolución?
Hay un elemento común y universal en el feminismo y creo que hay muchas posibilidades de acción.
Pero lo he hecho a partir de lo que he dicho como escritora y como profesora desde hace más de 60 años.
Ixchel Cisneros, periodista y directora El Día Después
Twitter: @Chelawuera Instagram: @chelawuera
"Lo que nos falta es un poco de humildad y entender que hay distintas formas de hacer feminismo"
¿Este año nació la Revolución feminista?
Este año explotó la revolución feminista en México y muchos otros lugares, pero tiene gestándose muchos años. Incluso desde las mujeres que lograron que ellas y nosotras pudiéramos votar y ser votadas; muchas más que lucharon por nuestros derechos
Este año, el movimiento jaló a otro tipo de mujeres. Estas mujeres se unieron a otras que ya tenían mucho tiempo tratando de hacer este quiebre.
¿Cómo debería ser la Revolución de las mujeres en México?
La Revolución feminista está bien forjada porque las mujeres seguimos empujando pese a la pandemia.
Hay una generación muy joven que no está dispuesta a aguantar cosas que sí aguantamos mujeres de otras generaciones. Y todas ellas están decididas a empujar derechos humanos, reproductivos y laborales.
Estas mujeres no están dispuestas a callarse más.
Es importante estar consciente de que aportamos a la economía, con mejor administración y tenemos la confianza de la familia, podemos hacer muchas cosas juntas
Además, hay muchas formas de crecer este movimiento; cada quien puede armar la revolución en su familia, en las calles, con el gobierno.
¿Qué le hace falta al movimiento de las mujeres para hacer la Revolución?
Yo creo en los distintos tipos de feminismo. Por ejemplo, no soy separatista, pero entiendo a las mujeres que dijeron que no a los hombres para siempre. Gran parte del feminismo significa entender qué significa para las otras mujeres.
Lo que nos falta es un poco de humildad y entender que hay distintas formas de hacer feminismo.
Hay que empezar a escuchar a las otras para organizarnos sin necesidad de coincidir en todo, porque es más importante hacer un bloque en donde podamos caminar juntas
No temer hablar con las mujeres que se van sumando al movimiento, también mostrar empatía por otras formas del manifestarse.
Por último, las mujeres feministas privilegiadas necesitamos entender nuestros privilegios para abrir la cancha a otras que no son tan beneficiadas y que tienen mucho por decir aún, arroparlas y acuerparlas. Caminar con ellas.
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¿Cómo haces la Revolución?
Empiezo desde de mi casa. Tengo tres hijos varones y les insisto en todas las maneras en que son privilegiados por clase y por ser hombres.
Intento estar muy cercana a ellos, porque a mí me tocó tener tres hombres y no quiero que mis hijos sean agresores.
La hago desde el trabajo en pareja para que los dos aprendamos a caminar juntos.
Y también desde la organización [El Día Después]. Nos dedicamos a vincular trabajo con organizaciones feministas y otras organizaciones cuyo trabajo se dirige a mujeres
Luciana Wainer, periodista y conductora de ADN 40
Twitter: @Luliwainer Instagram: @luli_wainer
Deberíamos seguir empujando por conseguir una paridad más allá del papel
¿Este año nació la Revolución feminista?
Creo que se consolidó, porque la revolución feminista empezó hace décadas. Este año tomó un revuelo en la discusión pública, ya no son solo un grupo de mujeres, sino que la discusión ya encontró un lugar muy visible en el ámbito público.
Considero que es un tema que puede ser discutido no solo por mujeres académicas, pues nos atraviesa a todas las mujeres y tiene consecuencias para toda la sociedad en su conjunto, porque este sistema patriarcal causa afectaciones a los hombres.
Cuantas más mujeres tengas dentro de tu composición económica laboral o mujeres al mando, mejora la economía, mejora el funcionamiento de las empresas, mejora el funcionamiento de la sociedad.
¿Cómo debería ser la Revolución feminista?
Deberíamos seguir empujando por conseguir una paridad más allá del papel.
La heterogeneidad del movimiento apunta a discusiones complejas dentro del movimiento y que incluye a diferentes grupos.
Es un proceso histórico que llevará tiempo. Se pueden acelerar los procesos de resolución, pero no vamos a tener una solución mañana por pura voluntad. Finalmente lo que ha pasado se ha colocado en la discusión pública y ése es un gran paso.
¿Qué le falta a la Revolución feminista?
Muchísimas cosas. Para empezar, unidad y mayor diálogo entre nosotras.
Es necesario encontrar el consenso pese a la discusión y diferentes visiones en el movimiento.
Me conflictúa mucho cuando la discusión se concentra en nosotras y no en el patriarcado. Es fundamental la diferencia de opiniones, pero ésta no tiene que opacar el motivo que nos hermana: el enemigo no somos nosotras.
Por parte de la otredad, falta que nos den la relevancia que el movimiento demanda, necesitamos exigir consecuencias tangibles de la lucha.
Todavía es necesario que los medios de comunicación aborden el tema de una forma más responsable para evitar la estigmatización, sobre todo de las protestas.
Falta una reeducación completa de la sociedad, que va a llevar su tiempo.
¿Cómo haces tú la revolución?
Desde mi trinchera, creo que el periodismo con perspectiva de género es primordial.
Es fundamental ocupar más espacios como éstos para abordar el tema de la forma más responsable posible.
Mostrándome en contra del “feministrómetro” [en referencia a una competencia por ver el nivel de feminismo de las mujeres]. También exhortar a ocupar espacios públicos, sí creo que hay que salir a la calle independientemente del trabajo que se haga con la educación de tus hijos, hijas, amigos, etcétera.
Creo en la acción política que implica el involucramiento en las colectivas, dar seguimiento en temas específicos como el aborto.
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Regina Cabal, empresaria cofundadora de Momlancers
Instagram: @recabal
Para redefinir lo masculino y lo femenino, tenemos que estar juntos, dando importancia a lo que ellos sienten o piensan porque esta revolución, siento, los está agarrando en curva
¿Este año nació la Revolución feminista?
Digamos que se puso más de moda, respondiendo a una tendencia global de movimientos como el Me Too.
Claro que no ha empezado ahorita, pero esto de las marchas, el paro del 8 de marzo. Tuvo más visibilidad.
También creo que hubo un fenómeno con las redes, porque me parece que mucha gente se subió solo para publicar algo en su Instagram.
¿Qué consideras que le hace falta al movimiento o cómo debería ser?
Trepar a los hombres. Estamos las mujeres hablando de lo que necesitamos, pero tenemos que subir a los hombres en estas conversaciones personales e incluso en temas laborales. Y es necesario porque no se enteran de lo que platican las mujeres.
Para redefinir lo masculino y lo femenino, tenemos que estar juntos, dando importancia a lo que ellos sienten o piensan porque esta revolución, siento, los está agarrando en curva.
Hay empresas que hacen esfuerzos específicos para las mamás, pero hay otras, menos, que tienen que incluir a ambos porque la estructura completa debe cambiar, no solo las mujeres.
Es importante aprender a hacer equipo con los hombres.
¿Cómo haces la revolución?
Yo no me considero una representante feminista y no sé qué responsabilidad tiene el movimiento feminista, pero estoy feliz con que se redefinan los roles de género y las tareas que hombres y mujeres están haciendo en el espacio público y privado.
Yo vivo la revolución viviendo en un mundo más de equidad, de pensar qué puedes hacer por ti misma.
También desde mi proyecto [Momlancer], encontré una vía de ayudar a mujeres que tienen todo el talento y quieren volver a la fuerza laboral después de ser madres.
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Lydiette Carrión, escritora y periodista de Pie de Página
Twitter: @lydica
Hay muchos movimientos que responden a las realidades de distintas mujeres
¿Este año nació la Revolución feminista?
No me atrevería a decir que haya empezado este año porque tiene muchos años y muchos antecedentes. Esta nueva ola tiene al menos 10 años en los que se van gestando cosas importantes.
Podemos hablar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como un epicentro para ello, a partir del feminicidio de Alí Cuevas, una estudiante de la Facultad de Letras Clásicas.
Sin embargo, sí creo que ha ido aumentado la cantidad de mujeres que se suman aunado a que ha tenido más visibilidad en medios desde hace al menos cuatro años.
¿Cómo debería ser la Revolución feminista?
No soy partidaria de decir cómo debería ser el movimiento feminista de las mexicanas porque el deber ser ya es patriarcal, pero yo siempre invito el tema de la decolonialidad.
Ha habido muchas revoluciones, no una sola revolución. La historia se ha hecho a partir de muchas revoluciones y sí es muy importante porque se está gestando un paradigma para abolir al patriarcado.
No sé qué le hace falta porque hay muchos movimientos que responden a las realidades de distintas mujeres.
Intentar unificarlo es una debilidad de todos los procesos de grupos que buscan hacerse visibles o que exigen sus derechos o acceder al poder, no partidista, sino a tener más agencia de su propio ser.
¿Cómo haces tú la revolución?
No sé si yo hago la revolución, pero trato de escribir y pensar, trato de reflejarlo en mi trabajo, que está comprometido con un cambio social.
En ese camino también me equivoco o también tengo omisiones. He tenido que desaprender cosas y también aprender a hacer comunidad con mis compañeros y mis colegas.
Mi trabajo en Pie de Página ha sido fundamental para ello.
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