La lactancia materna ya es un derecho constitucional en CDMX, pero tiene muchos obstáculos

La Constitución Mexicana ya lo contempla, aunque como un derecho laboral, pero para garantizarlo en la práctica hacen falta toda una serie de acciones.

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Foto: Shutterstock

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CIUDAD DE MÉXICO. A partir de ahora la Constitución de la Ciudad de México considera la lactancia materna como un derecho para la niñez y para las mujeres, y con ello se busca fomentar esta práctica que beneficia ambos grupos poblacionales; sin embargo, para que sea una realidad habrá que recorrer un largo camino aún.

El 14 de marzo pasado el Congreso de la capital mexicano aprobó elevar a rango constitucional este derecho. Al respecto, Nelly Segura, líder de la organización Tetada Masiva en Ciudad de México, dijo en entrevista para Dalia Empower que el Estado tiene la tarea de establecer las condiciones para la lactancia materna y eliminar los obstáculos que la limitan o la desincentivan.

"Si bien, esta elevación a rango constitucional de la lactancia materna es un logro de las mujeres y para las mujeres, aún quedan muchísimos obstáculos y uno de ellos es estar muy pendientes de que el Estado cumpla con estas garantías que deben favorecerla la lactancia materna”, mencionó Segura a Dalia, la plataforma de educación continua especializada en life skills (habilidades blandas) y equidad de dé genero, inclusión y diversidad.

La lactancia materna ya se encontraba inscrita en la Constitución Política de México dentro del artículo 123, referente al trabajo, el cual establece el derecho de las mujeres a contar con una hora diaria en lapsos de 30 minutos para amamantar o extraer la leche, en lugares con las condiciones idóneas.

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Sin embargo, la Carta Magna no la contempla como un derecho a la alimentación o nutrición -que es el caso de la reforma llevada a cabo ahora en la Ciudad de México- o como un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas.

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“La lactancia materna es un derecho bidireccional. Por un lado, de la niñez, ya que constituye el medio más idóneo para asegurarle una adecuada nutrición y favorecer el crecimiento y desarrollo físico, cognitivo y emocional, y previniendo enfermedades. Asimismo, es un derecho de las madres decidir sobre su propio cuerpo, la libre autodeterminación de su persona, a disponer de información completa y condiciones adecuadas que les permitan poner en práctica sus decisiones”, señala la modificación al artículo 9, apartado C del derecho a la alimentación y la nutrición, en la Constitución capitalina.

La reforma plantea, en sus artículos transitorios, que la Ciudad de México debe realizar las adecuaciones legales para crear mecanismos de protección, apoyo, concientización y promoción de la lactancia; reformas legales para que se puedan realizar, y un diagnóstico para saber cómo se encuentra la ciudad en la materia, el cual deberá incluir indicadores y metas para mejorar la situación.

También contempla que la Ciudad de México debe destinar recursos para todo lo relacionado con la lactancia materna.

Los obstáculos

Diferentes organizaciones que promueven la lactancia materna y el derecho de las mujeres a realizarla, han señalado el contexto adverso que dificultan el cumplimiento de ese objetivo.

La iniciativa misma de la reforma que fue aprobada este 14 de marzo del 2023, aunque presentada desde 2021, enunciaba justo algunos obstáculos:

  • Falta de espacios adecuados para lactar o extraer la leche
  • Falta de apoyo de entorno (pareja, amistades, lugares de trabajo)
  • Prejuicio social y cultural al amamantar en espacios públicos
  • Falta de políticas públicas que vigilen el derecho a la lactancia (por ejemplo, a la hora diaria que se debe brindar dentro del lugar de trabajo)
  • Falta de información y capacitación por parte de los servicios de salud

Además, las y los legisladores tendrían que llevar a cabo una serie de nuevas reformas. Una de ellas es prohibir la publicidad engañosa de las fórmulas lácteas, pues constituye desinformación y desconocimiento sobre la importancia de la lactancia materna, explicó Segura.

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Otro punto es generar las condiciones para que las madres puedan realizar la lactancia. Esto es: espacios dignos y limpios, lo cual representa una carencia en el país. Estos espacios, comentó Segura, deberían estar habilitados en todos los lugares públicos como bibliotecas, centros de salud, centros comerciales, etcétera. Ante la carencia de estas facilidades, la práctica común es acudir a un baño, un lugar no apto para la lactancia.

Advirtió, por otra parte, que no es suficiente la hora contemplada por ley para que las mujeres dispongan de ella con el objetivo de extraer la leche. En ese sentido no se brinda realmente una prestación y, por lo tanto, debe hacerse una modificación el respecto.

“Seguiremos muy muy pendientes de qué es lo que va a ofrecer el Estado una vez que tenemos aprobada esta iniciativa de reforma [...] Si el Estado no garantiza y promueve la lactancia, el rango constitucional es letra muerta”, afirmó la representante de la organización Tetada Masiva en la Ciudad de México.

Además, queda fuera la perspectiva de género

Aunque la iniciativa presentada en 2021 señala que la lactancia materna se trata de un derecho tanto de la niñez (a la nutrición) como de las mujeres (por la libre autodeterminación y decisión de su cuerpo), el documento presentado por la diputada Polimnia Romana Sierra Bárcena (del Partido de la Revolución Democrática, PRD) se enfoca en los beneficios que la niñez obtiene de la lactancia, en algunos puntos carece de perspectiva de género y en otros es evidente la presencia de sesgos con respecto a tema.

La redacción enuncia la "pérdida de valores" o de la "familia tradicional" como algunas razones por las cuales se ha dejado de practicar la lactancia materna, dejando de lado las dificultades que las mujeres enfrentan para efectuarla. “Las estructuras de la familia tradicional y de apoyo de la comunidad se están erosionando, los recursos destinados al apoyo de los servicios de salud y, especialmente, a los relacionados con la nutrición, son cada vez más escasos”, indica el documento.

“Parecen olvidar [las madres] la información real sobre la alimentación al seno materno, consideran prudente suplir la lactancia ante cualquier eventualidad [...] Una serie de dificultades de fácil solución, cuando se tiene la herramienta del conocimiento y voluntad para superar dichos problemas”, afirma el texto.

En otra parte del documento, que asegura hacer un análisis con perspectiva de género, se enuncian algunas de las dificultades que ya han señalado organizaciones civiles, pero sin revisarlas a fondo.

Esta falta de análisis real, sin perspectiva de género, pero con prejuicios que afirman que las mujeres no quieren amamantar, impide justamente generar políticas públicas eficaces.

Tras la elevación a rango constitucional del derecho a la lactancia materna en la capital mexicana, aún faltan las leyes y reglamentos en la materia para promoverla y hacerla una realidad. Y también falta mayor trabajo para erradicar los obstáculos en todo el país.

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