CIUDAD DE MÉXICO. En varios países la cantidad de mujeres juezas es igual o mayor que los hombres, pero alcanzan altos cargos por que la violencia machista las frena.

Organizaciones civiles y juezas de varios países indicaron en un foro este 19 de julio que a las mujeres se les asignan puestos de mayor carga de trabajo y menor poder de decisión, y se les mantiene en ellos a la vez que se ejercen violencias contra ellas como cuestionar sus capacidades, tacharlas de conflictivas, investigar su orientación sexual, solicitarles dictámenes psiquiátricos y hasta denunciarlas por distintos motivos.

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“Hay una forma diferenciada de atacar a las juezas cuando se trata de operadoras de justicia; mujeres que realizan sus labores con independencia, con valentía, pero también cuando denuncian afectaciones a principios que deberían estar normalizados en nuestros países, como la paridad de género en los órganos de justicia”, dijo Úrsula Indacochea, directora de programas de Fundación para el Debido Proceso.

Aricka Aifan Dávila, jueza de Mayor Riesgo de Guatemala, indicó que los actos de machismo de los que son objetivos van desde burlas que refieren que las mujeres no podrán realizar su trabajo hasta cuestionamientos sobre su estabilidad emocional y psiquiátrica.

“Se han cuestionado fuertemente mis capacidades para estar al frente de este juzgado, no desde del punto de vista de la cuestión académica, sino desde el punto de vista de la estabilidad emocional y psiquiátrica, y esto es una diferencia muy esencial porque a ninguno de los compañeros jueces se les cuestiona la estabilidad emocional y psiquiátrica, únicamente a juezas”, aseguró en el foro Juezas y Magistradas: Ataques a la Independencia Judicial desde una Mirada de Género.

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Dijo que ella no es la única que vive estos comportamientos y que en algunos casos han enviado a personas especialistas a las oficinas para intentar hacer evaluaciones.

Tirza Flores, magistrada de la Corte de Apelaciones de San Pedro Sula, Honduras, afirmó que las descalificaciones plagadas de estereotipos de género es lo frecuente cuando una mujer cuestiona los puntos de vista de un hombre, y es algo generalizado no solo en los recintos judiciales.

“La opinión de un juez hombre siempre está más validada, siempre está más legitimada [...] a menudo se nos tilda de inestables y hasta se nos dice que podemos ser locas o histéricas cuando queremos defender un punto de vista”, aseguró.

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Las juezas señalaron que otro momento crucial en el que viven fuertes violencias machistas es cuando intentan alcanzar altos cargos.

Ericka Rodríguez, jueza del Tribunal de Enjuiciamiento de Oaxaca, mencionó que esta situación está tan normalizada que se suele callar ante ello y no recurrir a los propios tribunales como se debería.

Dijo que en su caso nombraron a un hombre al tribunal cuando por paridad de género debía ser una mujer. Cuando decidió impugnar, le hicieron llegar mensajes para negociar y 'peticiones' de callar.

“Para que tú puedas acceder a este cargo [uno superior] necesitas mostrar tu complacencia y la manera de demostrarlo es no impugnando porque una mujer que impugna es una mujer revoltosa; una mujer que no tiene cabida en ningún lado”, aseguró.

Aifan Dávila destacó que otra estrategia que se utiliza para evitar que accedan a cargos mayores, es denunciarlas con el fin de desprestigiarlas ante la opinión pública.

Ana Lorena Delgadillo, integrante de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, afirmó que es necesario que estas situaciones terminen, ya que no solamente afectan a las juezas, sino a la eficiencia de todo el Poder Judicial.

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