SOS: Urge la cura para el burnout pandémico de las mujeres
El agotamiento profesional no es solo un tema personal; impacta de manera negativa a las organizaciones y a la economía.
CIUDAD DE MÉXICO. SOS: se busca una cura contra el burnout. Las mujeres se sienten quemadas mental y emocionalmente, y el regreso progresivo a las oficinas tras dos años de pandemia no ha sido nada sencillo, incluso cuando algunas empresas han implementado facilidades para el trabajo híbrido.
Durante 2020 y 2021 las organizaciones se inclinaron hacia los esquemas laborales remotos con el objetivo de garantizar el bienestar de los colaboradores; sin embargo, desde hace algunos meses han realizado cambios en sus esquemas de trabajo. De hecho, 49% de poco más de 1,800 directivas y directivos de empresa en México planea que la mayor parte de los colaboradores estén este año en las instalaciones de sus compañías, en tanto que 28% prevé que la mayor parte seguirá realizando sus actividades a distancia, de acuerdo con el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2022 elaborado por KPMG y publicado en enero pasado. Solo 19% prevé que el talento se mantendrá 100% presencial y 4% que todos los trabajadores continúen a distancia.
No es ya un secreto que en los últimos dos años, las mujeres no solo han enfrentado una mayor carga laboral remunerada, sino también no remunerada, es decir, de trabajo doméstico y/o de cuidados. Tampoco a estas alturas son desconocidos los informes que reportan un mayor desgaste físico, mental y emocional en ellas en comparación con los hombres.
De cara a este escenario ¿cómo se puede “vacunar” a las mexicanas contra el burnout? Expertas en bienestar personal y en espacios compartidos enfocados a mujeres coinciden en que, por principio, se deben crear condiciones que permitan a las mujeres tener un equilibrio. Una tarea nada sencilla.
La Organización Mundial de la Salud identifica el burnout como un síndrome que se deriva del estrés crónico en el lugar de trabajo y se asocia con agotamiento mental, emocional y físico. Este padecimiento ya era parte de la vida de las profesionistas, incluso antes de la crisis sanitaria, pero después de ese parteaguas, el agotamiento se profundizó ante el aumento en la carga de tareas en el trabajo y en el hogar.
Se estimaba que el burnout fuera considerado como una enfermedad laboral hasta 2030, no obstante, la OMS lo incluyó en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) justo este año.
La oleada de agotamiento afectó a las mujeres de todo el mundo. En el caso de las empresas estadounidenses, se reportó que 1 de cada 3 colaboradoras consideraron dejar su empleo durante 2021, de acuerdo con el estudio Women in the Workplace, impulsado por la consultora McKinsey & Company.
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En la industria tecnológica ellas tienden a obtener una puntuación más alta en los niveles de burnout: 46% se siente agotada y sin energía física y emocional después de una jornada laboral, en comparación con 38% de los hombres que informaron lo mismo, revela el Burnout Index, herramienta creada por la plataforma Yerbo. La medición recopiló 32 mil 644 respuestas de profesionales de TI en 33 países entre enero y septiembre de 2021.
En el caso de México la situación no fue diferente. La Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021 reveló que las mujeres mostraron en promedio un menor balance anímico respecto a los hombres en todos los grupos de edad, con un puntaje de 3.73, frente al 4.81 de ellos.
Otro estudio mostró que las mujeres padecieron los mayores niveles de estrés en el país: 65% de las mujeres consultadas para la elaboración del estudio Estrés Laboral en México 2021, a cargo de la Asociación de Internet MX y OCCMundial, aseguró haber experimentado este sentimiento en los dos últimos años, mientras que la proporción de los hombres fue de 61 por ciento.
Rosa León, estratega en bienestar integral y fundadora del proyecto Pausas, opina que el burnout se relaciona directamente con qué tanto las mujeres están escuchando a su cuerpo. “Cuando las mujeres llegamos a ese punto de la quema emocional y mental es porque el cuerpo físico nos está haciendo un llamado. Los límites son sanos, son el espacio para saber hasta dónde podemos llegar, pero en esta inmediatez, los seguimos rebasando y vienen las consecuencias”, expone la emprendedora.
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Las empresas tienen que cambiar
En Estados Unidos ha ocurrido un fenómeno al que se la denominado 'La Gran Renuncia' y derivó en la salida de 24 millones de empleados entre abril y septiembre de 2021, un récord histórico, de acuerdo con el Departamento de Trabajo. Sin embargo, una tendencia que llamó la atención entre los empleadores fue que las mujeres estaban renunciando a sus empleos a un ritmo más rápido que sus pares hombres.
Datos de la firma de servicios de nómina Gusto, que se especializa en las pequeñas empresas, muestran que 5.5% de las profesionistas estadounidenses desertaron a sus trabajos en agosto del año pasado, en comparación con 4.4% de los hombres. Esta brecha de género fue la más grande que el sistema de nómina Gusto reportó desde que inició con la medición a principios de 2020.
En México, con un contexto económico distinto en que el nivel del empleo femenino aún no se recupera del todo y con un sistema en el que no existen ayudas masivas para el desempleo como en Estados Unidos, no se ha visto este fenómeno, pero eso no es evidencia de que las mujeres no lo estén pensando. De hecho, la proporción de las mujeres en puestos de liderazgo que desean permanecer en sus empleos durante 2022 se redujo a 68%, en contraste con 86% reportado en la medición del año inmediato anterior, de acuerdo con el estudio Tendencias en la Experiencia del Empleado, elaborado por la plataforma de gestión de la experiencia, Qualtrics, que abarca 27 países, incluido México.
El documento advierte que para retener el liderazgo senior, en este caso, las organizaciones deben responder una pregunta clave: ¿Cómo apoyamos a nuestros líderes para evitar el agotamiento y solucionar el desgaste de los líderes?
El éxodo masivo de colaboradores en Estados Unidos tiene casi todo que ver una cultura corporativa tóxica en las organizaciones, de acuerdo con una investigación de la revista MIT Sloan Management Review. Ocupa de hecho el primer lugar en motivos de renuncia, pues arroja 10.4 veces más probabilidades de contribuir al desgaste laboral. Una cultura corporativa tóxica se relaciona con esquemas laborales rígidos; empleados sobrecargados y agotados; liderazgos que no se centran en sus equipos; o ausencia de diversidad e inclusión.
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Hay otros factores de menor peso en ‘La Gran Renuncia’, según el documento, como la precariedad laboral y la reorganización (3.5 veces); altos niveles de innovación (3.2); falta de reconocimiento del desempeño (2.9) y una mala respuesta al COVID-19 (1.8).
Con la finalidad de garantizar un regreso exitoso a la oficina de manera híbrida o mixta, los autores de la investigación detectaron algunos elementos que pueden servir a las organizaciones, basándose en predicciones del Culture 500, un índice interactivo de cultura corporativa elaborado a partir de 1.4 millones de reseñas de empleados.
Por principio, se deben ofrecer oportunidades para movimientos laterales de trabajo, ya que no todos los colaboradores buscan ascender en la jerarquía de la empresa o asumir responsabilidades adicionales. La realización de eventos sociales corporativos, que incluyan las “horas felices”, excursiones para fomentar el trabajo en equipo o actividades fuera de la oficina, también son un elemento clave para mantener altas tasas de retención. Otra opción es el trabajo remoto, pues en la nueva normalidad, las personas privilegian esta alternativa. También es crucial establecer horarios de trabajo predecibles.
La autoconfianza es tarea de ellas
Rosa León, fundadora de Pausas, destaca otro factor del agotamiento: la carga del “debería” que las mujeres generalmente tienen introyectado, así como un pensamiento recurrente: alcanzar la perfección. Es decir, ellas asumen el rol de ser fuertes y dominantes, por lo que esa lucha interna tiene que ver con el nivel de autoconfianza que poseen.
"Las mujeres debemos hacer una pausa para revisar cómo estamos habitándonos, operando internamente, pensando, dirigiendo y sintiendo. Cuando lo hagamos veremos que el 80% de nuestra vida estamos tratando de alcanzar la perfección y no podemos solas; somos un complemento”, agrega la emprendedora.
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Pausas es una startup mexicana fundada en 2014, enfocada al bienestar unificado, que ayuda a las organizaciones a combatir el estrés y el burnout, así como a mejorar la salud emocional y mental, el clima laboral y la productividad.
Paola Tabachnik coincide en que la quema mental deriva de una autoexigencia de grandes dimensiones y aunque en México aún no es tan evidente la cultura del bienestar a favor de las mujeres, ya se están dando algunos pasos para lograrlo.
“La igualdad salarial es lo que más veo alejado y si las empresas no nos escuchan y tampoco están abiertas a ser más flexibles con las necesidades de las colaboradoras, difícilmente van a poder retener su talento. Afortunadamente algunas organizaciones están asumiendo una postura más abierta para negociar”.
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