CIUDAD DE MÉXICO. En su adolescencia, Alejandra Echeverría decidió hacer fotografía y viajar por el mundo, pero en casa le pusieron una condición para hacerlo: cursar una carrera convencional. Hoy, como una abogada comprometida, se ha apuntado un éxito más: es la primera mujer socia del despacho mexicano Ritch Mueller, enfocado a transacciones.

"Estudié derecho sin querer estudiar derecho [risas]", recuerda Echeverría. "Por mí, mi trabajo ideal hubiera sido viajar por el mundo con National Geographic y tomar fotos", menciona en entrevista con Dalia News+Media.

Hoy afirma que no se arrepiente en absoluto de haber tomado el camino de las leyes en el área transaccional y especializada en energía e infraestructura.

"El tema de infraestructura me encanta porque es algo que puedes ver. Alguna vez hice mercado de capitales [...], pero en infraestructura, la ves. Ves la carretera, ves el puente. El tema de energía, que es donde más me desarrollo; en temas de energía renovable en especial, es súper padre ver que el parque eólico o el solar, estén ya hechos", explica.

Entre los proyectos a su cargo, representó a La Bufa Wind y a sus accionistas en el refinanciamiento de una central eólica en Zacatecas; también representó a Ainda, Energía & Infraestructura en la adquisición de una participación de 20% en Concesionaria Monterrey Nuevo Laredo; y asesoró a Japan International Cooperation Agency en el otorgamiento de un crédito a Energética Nova para financiar cinco proyectos fotovoltáicos en México.

Derechos Humanos, su primer acercamiento

Alejandra cuenta que aunque sí logró irse a Europa para estudiar fotografía, tuvo que cumplir la condición que le impuso su padre y estudió Derecho. Al principio, la carrera no le gustó, pero finalmente se comprometió a finalizarla.

Lo que sí la sedujo fue su primer acercamiento al campo de trabajo: los derechos humanos.

Laboró un tiempo para Santiago Corcuera, quien justo se ha dedicado a ese tema, principalmente a desapariciones forzadas, y entre sus nombramientos está el de integrante del Comité contra las Desaparición Forzada de la ONU desde 2013 y hasta 2017, y miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU por seis años, de 2004 a 2010.

Posteriormente, Alejandra fue invitada por un profesor a trabajar en temas transaccionales y ahí comenzó todo.

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La ruta del Derecho la ha llevado, desde el segundo semestre universitario y durante 15 años, por distintos despachos, así como a ser nombrada a principios de octubre de 2020 como socia de Ritch Mueller. Es la única mujer entre 21 socios y la primera en ocupar esa posición en la firma.

"Es la culminación, por una parte, de mucho trabajo, mucho esfuerzo y muchas horas de oficina. Pero también marca el inicio de una nueva manera de ejercer mi profesión; con muchos retos", menciona Echeverría, de 35 años.

La voz de una mujer

Alejandra tiene muy claro lo que busca aportar a la firma bajo su nueva posición: personalidad, edad y género.

"Al final del día, los despachos son sociedades de personas, no de capitales. Entonces sí influencian mucho las personas que están sentadas a la mesa", subraya.

Explica que la diferencia de edades de los socios llega a ser hasta de 30 años, por lo que "la perspectiva es naturalmente distinta", y una de mayor jovialidad puede aportar a la hora de acercarse a los clientes.

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Como única mujer en la sociedad, considera que también es una oportunidad para añadir una perspectiva de género a los valores del despacho. "Sumar la voz de una mujer allá adentro, creo que puede ayudar", menciona.

"Hay muchas mujeres en el despacho y siempre se nos ha preguntado y dado voz, pero en una discusión en donde participan puros hombres, cuando tienes algo que aportar desde un punto de vista diferente, puedes agregar a la conversación", señala.

Despachos y flexibilidad laboral

Echeverría comenta que ser mujer nunca ha sido un tema que haya pesado en su desarrollo profesional.

"Mi educación [en casa] siempre fue muy igualitaria y siempre vi las cosas así. Y en la oficina, en los diferentes despachos que he trabajado, sí te topas con menos mujeres en puestos de más poder o liderazgo, pero creo que existe toda la voluntad, al menos adentro de Ritch Mueller y de los despachos en los que he trabajado, de promover a las mujeres que por mérito, al igual que los hombres, lleguen a tocar la puerta, y de promover las carreras".

Con respecto a la participación de las mujeres en la abogacía, comenta que ha aumentado, pero el tema son los cargos en que se ubican. Aunque a nivel pasantía hay un equilibrio, ella observa un desfase de género que comienza en los niveles medios.

"Creo que muchas veces es por la elección que hacemos las mujeres, en que pensamos que no es compatible tener una vida personal y una vida de despacho", que es muy demandante, señala. Por ello, dice, la flexibilidad laboral es indispensable para retener el talento y comienza a ser una tendencia en los despachos.

3 consejos desde la abogacía

Para aquellas mujeres que buscan hacer una carrera en leyes, Alejandra Echeverría tiene tres recomendaciones:

1 Comenzar a trabajar desde muy jóvenes y experimentar

"El mundo de la abogacía es enorme, hay muchas ramas y puede ser que una no tenga nada que ver con la otra. Que experimenten y busquen en diferentes áreas, hasta que encuentren lo que les gusta".

2 Nunca dejar de estudiar

"Es una profesión que por más que estés trabajando, tienes que seguir estudiando".

3 Ser auténtica

"Ser una misma, resaltar con tus virtudes innatas y explotarlas en la chamba".

4 Si eres abogada transaccional, entender la parte comercial de los asuntos

"Si te metes y tratas de entender de una manera más global a lo que se dedica tu cliente, lo está tratando de lograr, cuáles son los riesgos, más allá de la parte meramente jurídica, creo que se puede prestar como una asesoría mucho más completa".