CIUDAD DE MÉXICO. Las ganancias de las mujeres emprendedoras o que trabajan por cuenta propia son 37% menores que las de los hombres en las mismas circunstancias, aseguró Ingrid Chávez, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

En conferencia virtual, señaló que esto se debe a que la mayor parte de las mujeres emprendedoras se encuentran en el sector informal, lo que provoca que perciban menos ingresos y tengan menores oportunidades de crecimiento.

De acuerdo con un estudio del mismo instituto, las emprendedoras y empresarias representan el 26% del total de las mujeres ocupadas en el país, pero 82% se ellas se encuentran en la informalidad.

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El mismo análisis indica que los ingresos de quienes se encuentran en la formalidad son 2.5 veces mayores a los que perciben aquellas que están en el sector informal, pues tienen acceso a mejores financiamientos, nuevos mercados, programas de gobierno y seguros ante eventualidades, entre otras cuestiones.

Chávez explicó que para el estudio se consideró como emprendedoras a quienes tienen un negocio y a quienes trabajan por cuenta propia -por ejemplo en venta de ropa-, un segmento que se incrementó con la pandemia.

“El autoempleo suele ser el inicio de la apertura de un negocio. Sin embargo, cuando las mujeres autoempleadas buscan crecer sus negocios a través de la contratación de personal, tienen menor éxito que los hombres”, señala el estudio.

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del IMCO, explicó que entre los factores que influyen en que las mujeres no ingresen al sector formal están los trámites burocráticos en los que hay que invertir a nivel nacional y en promedio cerca de ochos días, aunque en los estados ese tiempo puede ser mayor.

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Además, dijo, en promedio se requieren 26 mil pesos para formalizar un negocio y con frecuencia las mujeres no cuentan con ese recurso.

A ello se suma que únicamente un tercio de las mujeres accede a un crédito bancario, por lo que optan por financiarse con préstamos o, si los tienen, con recursos propios. Eso se traduce en ganancias menores.

La capacitación, sostuvo, es otro tema importante que aleja a las emprendedoras y empresarias de la formalidad ya que desconocen los asuntos fiscales o legales.

“Tienen una menor preparación, una menor escolaridad. El 68% de las emprendedoras no alcanza niveles de educación media superior”, aseguró.

Masse dijo que para lograr que más mujeres emprendan formalmente, se debe realizar una serie de cambios como simplificar trámites, que el gobierno federal establezca un programa de acompañamiento a emprendedoras y que estas últimas se acerquen a las oportunidades de capacitación que ofrecen entidades privadas y públicas.

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“Más emprendedoras formales se traduce en mayores ingresos para las emprendedoras, mejores condiciones laborales para las colaboradoras que trabajan con ellas y negocios más productivos”, sentenció.

Ana Bárbara Mungaray, titular de la Unidad de Desarrollo Productivo de la Secretaría de Economía, aseguró que las emprendedoras son fundamentales para la economía del país, ya que que tan solo las emprendedoras digitales llamadas “nenis” (venden a través de redes sociales y entregan producto en un punto de las ciudades) mueven cerca de 9 millones de pesos al día.

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