CIUDAD DE MÉXICO. Romper el techo de cristal para alcanzar puestos de liderazgo en industrias como la automotriz puede ser todo un reto y Thalía Castro lo ha superado tras convertirse en directora de Marketing y Relaciones Públicas para América Latina de Mercedes Benz.

Para llegar a ese puesto ha encarado una serie de retos y quizá el más difícil, dice ella, es haber logrado creer en sí misma y alcanzar la autoconfianza.

“Tienes que seguir aprendiendo, aprender a conocerte, aprender a confiar en ti, aprender a crecer, aprender a hacer cosas nuevas, aprender a revolucionarte e innovarte, entre confiar en ti misma”, expresa Castro para Dalia Empower.

La autoconfianza es, de hecho, una de las habilidades blandas o soft skills que un estudio de la consultora McKinsey ha identificado como fundamentales para el nuevo mercado labora que ya se está configurando a partir de la crisis sanitaria global por el virus de COVID-19 y que hoy se asocian con una mayor probabilidad de empleo, mayores ingresos y más satisfacción laboral.

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Los 3 ingredientes de su receta

Pero la autoconfianza es solo el primer elemento en su receta de tres ingredientes para alcanzar nuevos cargos y llegar a la cima de una organización.

“El punto número uno para romper ese techo de cristal es creérnosla. El punto número dos es: nada te define, ni los estudios te definen, ni lo que otras personas en un inicio piensen de ti. El tercer punto para mí ha sido muy valioso: encontrar en mi camino aliados y una red de compañerismo”, menciona, al hacer referencia a las habilidades interpersonales como la colaboración y el trabajo en equipo.

Castro aún recuerda, sonriente, cuando decidió ingresar al mundo laboral “de verdad”. Estudiaba en la Universidad Panamericana y a través de la bolsa de trabajo de la institución encontró una vacante en Recursos Humanos de Daimler, el corporativo que opera Mercedes Benz. Ahí se inició hace 12 años en el mundo de los autos, donde vio más allá de vehículos y amantes de los vehículos.

Al ser aún estudiante, pensó que solamente debía poner en práctica lo que había aprendido en la universidad. Pero muy pronto se percató que le hacían falta conocimientos en áreas como innovación y negociación. Con el tiempo puso manos a la obra y debió aprender lo que hacía falta.

Su trayectoria comenzó en Recursos Humanos de Daimler. No obstante, los años, su experiencia y su constante formación la llevaron por otras áreas distintas de la empresa a las cuales postuló y que le permitieron crecer cada vez más.

Cuenta que siempre ha estado acompañada por del equipo de liderazgo de la empresa y de jefes y jefas que han impulsado su desarrollo y que ha sido afortunada de trabajar en una firma donde no hay conflictos por temas de diversidad o de género que le hayan puesto límites. Pero reconoce que eso no pasa con todas las mujeres en sus lugares de trabajo.

“He tenido la oportunidad de probar en varias áreas y de levantar la mano cuando se presenta una posición y decir: 'me aviento, yo lo quiero hacer'. Creo que mi crecimiento se ha basado en tomar esos riesgos y en decir: 'por qué no, me aviento, lo hago'”, sentenció.

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Errores por falta de soft skills

Aprender soft skills no fue tan sencillo. De hecho, varios errores que ha cometido -y que trata siempre de enfrentar y superar con una dosis de humor- le enseñaron que precisamente el origen de esas fallas era la carencia de ciertas competencias blandas, las cuales no forman parte generalmente los planes de estudio universitarios.

Y es que se trata de habilidades no técnicas que tienen que ver con el dominio y la capacidad para hacer buenas relaciones humanas e interactuar de manera efectiva y armoniosa con los demás. Su importancia ha ido creciendo ante la digitalización y automatización de las sociedades, pues las competencias humanas son justo todo aquello que los robots no pueden hacer como: hablar en público, hacer storytelling; sintetizar mensajes; tener autoconfianza; capacidad de empoderamiento, colaboración e inspiración.

“Te vas dando cuenta que necesitas algunos soft skills porque la regaste […]", dice Thalía Castro y agrega que cuando llevas la teoría de la universidad al mundo empresarial hay todo un descubrimiento. "Te dices: ‘Ah caray, tengo la teoría, pero ¿cómo manejo esta situación?'".

Es ahí, detalla, donde "necesitas un acompañamiento" y "aceptar la ayuda que puedas aceptar; tener la humildad para aceptar que no lo sabes todo y que puedes aprender”.

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Más allá de los autos: la inclusión y la diversidad

Thalía Castro también ha aprendido otra lección muy valiosa: la importancia de impulsar y promover a otras mujeres y personas diversas para que alcancen posiciones de liderazgo y, con ello, romper con la tendencia de una industria automotriz masculina. Esa lección la convertido en una de sus tareas principales.

“Sí es una industria que siempre ha sido de hombres; también hay muchas mujeres que han empezado a romper ese techo y eso abre camino a muchas mujeres en la industria automotriz que han llegado a posiciones de liderazgo […] Nos beneficia, pero me da la responsabilidad a mí, en lo particular, de abrir camino a muchas más”, afirma..

En algún momento de su carrera, cuando aún estaba en Recursos Humanos, se empezó a hablar de cuotas de género, cuenta, pero ella no cree que con ello se pueda lograr la paridad y la igualdad de género en las empresas. Castro considera que no solo se debe tratar un determinado número de hombres y mujeres en las organizaciones con el cual se deba cumplir, sino de atender la diversidad y la inclusión de manera genuina, escuchando a las personas y sus puntos de vista distintos con el objetivo de ejecutar una inclusión real en que mujeres y minorías tengan un verdadero desarrollo en la industria.

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La dirección regional es solo otro escalón

Durante la entrevista vía remota con News+Media, la plataforma de información y noticias de Dalia Empower, Thalía Castro se encuentra en algún punto de México trabajando en la organización de un evento internacional.

Mientras bromea sobre el arreglo de su cabello para salir a cuadro, busca el escenario ideal para que su cámara enfoque, pues no tuvo oportunidad de prepararlo ante la gran cantidad de trabajo que tiene.

Desde allí, está segura que el haber llegado a Communication, Media & Brand Manager Mercedes Benz Mexico & LatAm es solo un paso en su carrera y no la meta final.

“Mi meta es tener, llevar el liderazgo de una región, no nada más en mercadotecnia, sino una región completa. Lo veo como un reconocimiento, pero también una responsabilidad grande; un reto bien importante que me dará lo que necesito para llegar a donde quiero llegar”, expresa.