CIUDAD DE MÉXICO. El Papa Francisco condenó la violencia contra las mujeres en su primera homilía de 2022 e hizo un llamado a hacer un mayor esfuerzo para protegerlas.

"Cuánta violencia hay contra las mujeres. Basta; herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer, no de un ángel, no, directamente de una mujer”, dijo el líder de la Iglesia Católica en su homilía de Año Nuevo el pasado 1 de diciembre.

El pontífice también llamó a "promover a las madres", pues “las madres dan la vida y las mujeres conservan el mundo”, agregó.

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Uno de los objetivos del líder argentino desde que inició su pontificado en 2013 fue aumentar la presencia de mujeres en la institución religiosa. Los cambios han sido lentos pero algunos significativos. Uno de los más importantes se dio en febrero del año pasado cuando nombró a la religiosa francesa Nathalie Becquart como subsecretaria del Sínodo de los Obispos, con lo cual por primera vez en la historia de la Iglesia Católica una mujer tiene derecho a voto en un sínodo.

Este ente funciona como un grupo asesor del Pontífice y está integrado por obispos de todo el mundo. En su seno se debaten temas específicos sobre la forma en que se practica la doctrina y la pastoral.

Los esfuerzos del máximo jerarca católico por una mayor inclusión y diversidad no han estado exentos de cierta polémica. En marzo de 2019, admitió haberse equivocado cuando semanas antes afirmó que "todo feminismo termina siendo un machismo con faldas" y que la "frase justa" que debería haber pronunciado es "todo feminismo puede correr el riesgo de transformarse en un machismo con faldas".

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El Papa hizo la primera afirmación el 22 febrero de ese año, tras escuchar en la cumbre sobre pederastia a la experta en Derecho Canónico, Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida. Ghisoni fue, de hecho, la primera mujer en hablar en esa reunión de jerarcas católicos en el Vaticano.

"Fue una frase dicha en un momento de mucha intensidad, cuando estaba escuchando el testimonio de una mujer que iba en la línea que yo quería y me fui al feminismo un poco más de protesta", se excusó en una entrevista.

Durante la cumbre sobre pederastia, el Pontífice dijo que es bueno dar más funciones de responsabilidad a la mujer en la Iglesia, pero eso no resolvería el problema de los abusos sexuales porque lo que necesita la institución religiosa es integrar a la mujer y el estilo femenino al pensamiento de la organización.