CIUDAD DE MÉXICO. La escritora mexicana, Margo Glantz, es vehemente al considerar que el aborto es la batalla más grande del feminismo.

En entrevista con Dalia News+Media -la plataforma de contenidos de Dalia Empower- aseguró ser optimista sobre la posibilidad de que en Argentina se legisle en favor de la interrupción del embarazo de “una manera definitiva”.

“¿Cómo es posible que aún se legisle contra el derecho de la m|ujer a disponer de su propio cuerpo?”, compartió Margo Glantz a través de su cuenta de Twitter en agosto de 2018, cuando se discutió el proyecto general que hubiera despenalizado el aborto en Argentina, pero que el congreso de dicho país rechazó al votar en contra.

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Para la escritora, tendría que ser una posibilidad legal para todas las mujeres.

“En México han habido muchos altibajos. Se permite el aborto en algunos estados, en Ciudad de México, pero de cualquier manera hay siempre una alternancia de juicios en contra del aborto que me parecen una de las cosas más importantes del movimiento feminista”, dijo.

En septiembre de 2019, el Congreso de Oaxaca votó a favor de la despenalización. La ley entró en vigor en octubre de ese mismo año.

Defensora del cuerpo femenino

Glantz, de 90 años, es una feminista de larga carrera y su labor ha figurado en distintos frentes: como escritora, como académica e incluso crítica literaria. Desde ahí, su pelea siempre ha sido el reconocimiento del cuerpo femenino.

“El cuerpo femenino necesita reconocerse como tal, y si no hay libertad absoluta sobre el cuerpo de cada mujer no hay libertad femenina”, apuntó.

Sostiene, convencida, que es fundamental contar con esa disposición de decir: 'Mi cuerpo es mi cuerpo y hago con él lo que creo que debo hacer con mi cuerpo, de acuerdo con las circunstancias de enfermedad o de mi relación con otras personas’.

“Prohibir el aborto es no reconocer que el cuerpo femenino es cuerpo de cada una de las mujeres, y ésta es una reflexión muy violenta para las mujeres”.

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Una batalla universal

El Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE) ha realizado diversos estudios sobre las circunstancias en que se da la criminalización y judicialización del aborto, así como los impactos que puede tener para todas las mujeres, "desde quienes cursan un embarazo no deseado, pasan por un aborto espontáneo o tienen un parto fortuito, hasta las niñas y jóvenes que enfrentan el estigma del tema desde pequeñas”.

De acuerdo con un reporte de 2019 de (GIRE), entre 2010 y 2014 hubo en el mundo un promedio anual de 56 millones de abortos provocados en condiciones de seguridad o sin ellas. Además, 7 millones de mujeres son hospitalizadas a consecuencia de un aborto inseguro en los países en desarrollo.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Guttmacher estima que en ese mismo periodo se realizaron cerca de 25 millones de abortos inseguros o peligrosos. El 97% se produjo en países en desarrollo de África, Asia y América Latina.

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Otras cifras de Amnistía Internacional y Naciones Unidas calcula que alrededor de 47,000 mujeres mueren anualmente tras practicarse abortos no seguros y 5 millones más sufren alguna forma de discapacidad temporal o permanente. Se trata pues, de un tema de salud pública.

Por ello, de todos los movimientos feministas, la batalla sobre el propio cuerpo es una experiencia universal para las mujeres, asegura Glantz.

“Eso incluye el hecho de no permitir la violencia sobre su propio cuerpo, es decir, la violencia doméstica, que se ha disparado con el confinamiento”, dijo.

Tan solo las llamadas telefónicas de emergencia para denunciar violencia contra las mujeres totalizaron 221 mil 323 al cierre de octubre, una cifra que ya rebasa por mucho las 197 mil 693 llamadas de todo 2019, de acuerdo con el reporte Información Sobre Violencia Contra las Mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

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México y América Latina

Hace unos días, el presidente argentino, Alberto Fernández, presentó un proyecto de ley para despenalizar el aborto en Argentina.

Ésta es la novena ocasión en que se presenta un proyecto para la interrupción legal del embarazo (ILE) en el congreso del país, pero la primera que plantea un presidente. Tanto los Diputados como el Senado tienen que votar la iniciativa.

En el caso de México, el aborto es legal -sin importar causales- en dos entidades: Ciudad de México y Oaxaca. En el resto de los estados solo bajo situaciones específicas se permite la interrupción del embarazo como violación, malformación del producto, etcétera.

En julio pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó un proyecto de despenalización en Veracruz. El proyecto del ministro, Juan Luis González Alcántara, recibió cuatro votos en contra y uno a favor.