4 tips para que las mujeres adopten su propio estilo de negociación con éxito
Las mujeres suelen adoptar un estilo masculino de negociación, pero al contar con habilidades y crianza distintas, eso puede ser un obstáculo.
CIUDAD DE MÉXICO. Las mujeres suelen ser estigmatizadas como malas negociadoras, pero eso está muy lejos de ser verdad, aseguró la experta en capital humano, Ivonne Vargas, quien explicó que la clave para que ellas sean exitosas al negociar es asumir su propio estilo en vez de uno masculino.
Vargas detalló que pese a que las mujeres son educadas de manera distinta que los hombres y, por lo tanto, sus estilos de negociación son diferentes, a ellas se les mide siempre con parámetros masculinos.
“Suele haber un estigma en el sentido de que las mujeres son malas negociadoras y yo considero que no es que sean malas negociadoras, sino que son diferentes estilos de negociación, y esos estilos de negociación responden a la personalidad y a un tema cultural, porque algo que es importante es la influencia que tiene el rol social de género”, aseguró.
A diferencia de los hombres, más enfocados a métricas y cambios constantes, en las negociaciones laborales las mujeres suelen ser más empáticas y se concentran en establecer relaciones más duraderas. Si una mujer falla o no logra su objetivo es porque, con frecuencia, adopta un estilo masculino.
“[Al] negociar como lo haría un hombre, en un escenario de hombre, no sale; tu resultado no es el mismo, porque las mujeres tenemos estilos muy propios y competencias y habilidades propios, a diferencia de los hombres”, mencionó.
Por lo tanto, para ser más asertivas y lograr sus objetivos, las mujeres deben negociar bajo su propio estilo, pero identificarlo, pulirlo y fortalecerlo requiere de una serie de tareas que Ivonne Vargas aconseja realizar:
Identifica fortalezas
Como ya se mencionó, los hombres y mujeres son criados y socializados de manera distinta, por lo que la tarea es observar cuáles son las diferencias y cuáles son positivas.
La también autora del libro Contrátame, señala que, generalmente las mujeres, han sido socializadas como cuidadoras, por lo que pueden identificar más fácilmente lo que otra persona o una empresa requiere. La empatía, entonces, es una habilidad que puede usar a su favor durante una negociación.
“Las mujeres tendemos, la mayoría de veces, a entender una necesidad, a entender un interés, y eso sí me parece que es clave en una negociación”, indicó.
La experiencia, el conocimiento del área, la facilidad para establecer equipos, son otras fortalezas que debes tener en cuenta..
1 Sé clara y específica
Ten muy claro qué quieres conseguir y en qué plazo: ¿Salario? ¿Tiempo? ¿Más personal? Se debe saber bien qué se quiere y en qué plazo. Y muy importante: si lograste solo una parte de tu objetivo, pon en la mesa plazos para retomar la negociación.
“Sé específica y sé definitiva con respecto a los plazos en que se aceptan ciertas cosas. Si hoy no se puede el salario, si hoy no se puede ese puesto, si hoy no se puede que te den a la becaria que has estado esperando, sí deja en claro que tú vas a trabajar tan bien como estás acostumbrada a hacerlo y que necesitas sentarte a platicar [de nuevo] en determinado tiempo”, indicó.
Para explicar tus necesidades, debes perder el temor a terminar una relación laboral y centrarte en el elemento que buscas obtener.
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2 Entrena en comunicación asertiva
La manera en que comunicas tus necesidades es crucial, así que necesitarás aprender comunicación asertiva. Puedes hacerlo a través de algunos cursos formales, pero también practicando de manera diaria: negociar tiempo libre con la familia o las labores domésticas; todo en el día a día se puede convertir en una negociación.
“Cuando hemos llegado a un punto donde con maestría decimos los tiempos, qué necesito, qué espero; cuando hayas llegado a eso, tómalo como algo emblemático y adapta este modelo", señaló Ivonne Vargas.
Tres puntos son fundamentales en la comunicación asertiva: expresar todas tus dudas, perder el temor a aumentar el volumen de la voz y evitar el silencio.
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3 Trabajar la autoestima y confianza
En ocasiones el tema de la autoestima parece repetitivo; incluso algunas mujeres lo toman como una ofensa, pero siempre debe trabajarse, advierte Vargas, porque debido a la crianza que reciben su desempeño personal o profesional puede verse afectado por creencias que para ellas están bien sin darse cuenta que son verdaderos obstáculos.
Por ejemplo, las mujeres suelen ser menos tolerantes a la incertidumbre, a pensar que si se empoderan serán agresivas o que no tienen el derecho a solicitar algo y, si lo piden, deberán pagarlo al triple. Por eso se trata de un tema de mayor conciencia y mayor confianza en sí mismas, así como de lograr un equilibrio.
“Tienes que tener un equilibrio de esas habilidades que por un tema cultural, social, hemos aprendido; no se trata de quitarlas, [más bien] utilízalas pero utilízalas perdiendo miedo y con un mayor nivel de asertividad”, aseguró.
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