4 razones por las que las mujeres se niegan a marchar el #8M... pero deberían hacerlo
Tener dudas es comprensible, comenzando por el hecho de que salir a la calle a exigir derechos y alzar la voz no es fácil. Te retamos a leer y reflexionar.
CIUDAD DE MÉXICO. Es posible que durante estos días hayas comenzado a escuchar información acerca de la marcha que se realizará por el Día Internacional de las Mujeres el próximo 8 de marzo en tu ciudad o en la zona en donde vives, y que te preguntes si deberías acudir; si estás de acuerdo con quienes participan; si estarás segura o no; si marchar sirve para algo. O quizá más bien tú si sales a marchar por convicción, pero tienes una amiga, hermana o vecina que tiene sus reservas al respecto.
Tener dudas es comprensible, comenzando por el hecho de que salir a la calle a exigir los derechos y alzar la voz no es fácil, aunque pareciera que sí.
Con ese panorama en mente, aquí te dejamos algunas razones por las cuales las mujeres prefieren no marchar, así como otra serie de razones por las cuales sí deberían hacerlo. Lee, reflexiona y convéncete de la importancia de tomar las calles con el puño y el espíritu de dignidad, justicia y prosperidad en alto.
1. "Salir a marchar significa pintar paredes y romper infraestructura pública"
Una de las imágenes que más se viralizan en redes sociales y se transmiten por diversos medios de comunicación cada 8 de marzo o cada vez que las mujeres salen a las calles a manifestarse, son las pintas y fracturas que se realizan a cierta infraestructura, mobiliario público o monumentos.
Por eso es comprensible que tú o alguna conocida tuya consideren que salir a marchar significa realizar esas acciones. Sin embargo, la verdad es que tienes la libertad de decidir si lo haces o no. De hecho, la mayor parte de quienes asisten a la manifestación solamente se involucran acudiendo y gritando las consignas para exigir sus derechos.
Te contamos que en cada marcha participa un bloque de mujeres que se denomina Bloque Negro. Lo identificas fácilmente porque todas visten en color negro. Ellas son las encargadas de temas como la seguridad de las manifestantes, de 'acuerparlas', protegerlas. Es este bloque también el que suele realizar las acciones más visibilizadas por los medios de comunicación, pero no las únicas durante la marcha.
En realidad todas las asistentes a la marcha pueden pintar o rayar o hacer cualquier tipo de acción como acto de protesta, pero la mayoría de las veces las lleva a cabo el Bloque Negro porque ellas cuentan con la preparación -coordinación y medidas de seguridad- para hacerlo.
Aunque estos actos son muy criticados, forman parte de la rabia colectiva que existe por la situación de violencia y desigualdad que viven las mujeres en la actualidad en México y en el mundo. Muchas integrantes del bloque son justamente familiares de víctimas de feminicidios o sobrevivientes de violencia de género, a quienes se les ha negado la justicia. De manera que su forma de "gritar" por ella es marcando infraestructura o monumentos.
En caso de que asistas y no quieras formar parte de esas acciones, puedes marchar sin hacerlo y formar parte del bloque que grita y canta consignas.
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2. "Marchar no sirve para nada"
Algo que suele ocurrir también es que las personas piensen o se quejen -quizá tú también- de que aunque se realicen manifestaciónes y otros actos de protesta de manera periódica, los casos de violencia contra las mujeres y de feminicidios no dejan de ocurrir y hasta, por el contrario, parecen recrudecerse. Concluyen, por lo tanto, que protestar no sirve para atacar la grave problemática.
Tan solo el año pasado hubo 947 feminicidios y 2 mil 807 homicidios dolosos de mujeres, lo que se suma a una gran cantidad de delitos por razón de género.
Sin embargo, las marchas y expresiones de protesta sí han servido para hacer visible esta problemática. En la década de los 50 del siglo pasado ni siquiera existía el delito de feminicidio. Se comenzó a hablar de ello apenas en los años 90 y solo hasta 2006 se tipificó en la ley mexicana gracias, justo, a movimientos de mujeres. De la misma manera, en el pasado era normal que la pareja golpeara a la mujer. Hoy ya no es así gracias también a mujeres organizadas que han levantado la voz.
Las marchas sirven también para que mujeres que han vivido violencia compartan sus testimonios a través de carteles y para que otras mujeres los conozcan, se vean reflejadas en ellos y alguna, quizá, tome el valor de dar el primero paso salir de una situación de violencia de pareja o para poner una denuncia por violencia laboral. Con ello inicia entonces un camino en el que habrá de trabajar mucho de ahí en adelanto, pero el primer paso ya lo dio.
Si bien a todas nos gustaría que las marchas tuvieran mayores repercusiones positivas; que los casos se resolvieran; que existiera justicia y que los feminicidios pararan, lo cierto es que los avances han sido lentos, aunque constantes y esto es solo gracias a las acciones colectivas de las mujeres.
No obstante, sí han habido excepciones donde el efecto de una marcha es inmediato. Por ejemplo, cuando Beverly Vega fue detenida por golpear a un conductor de Uber que primero la intentó atacar sexualmente. En este caso, las marchas y manifestaciones fueron fundamentales para que se volteara a ver su caso y fuera liberada.
3. "Participar es inseguro"
Es posible que otro motivo que te haga dudar sobre participar o no en la marcha sea que estés preocupada por tu integridad, ya sea si tienes un grupo con quién asistir o no. Es normal ante eventos sociales que aglomeran una gran cantidad de personas y, específicamente, mujeres. Pero te contamos que en la mayor parte de las marchas existen protocolos para evitar que las mujeres que acuden sean víctimas de algún tipo de percance o problema.
Primero, te recomendamos que busques la marcha de tu ciudad, observes quién la organiza y qué protocolos siguen. Por ejemplo, en la mayoría hay un orden definido de contingentes o grupos participantes y éste suele ser así: primero las familias de víctimas o víctimas directas, después mujeres que llevan infancias y luego colectivas o mujeres independientes. Como ves, de esta manera, las madres llevan infancias quedan en medio de ambos contingentes que les protegen de inmediato ante cualquir conflicto. Finalmente, está un contingente mixto, integrado por hombres y mujeres, pero esto solo aplica si las organizadoras abren la marcha a la participación masculina.
Existen otras recomendaciones de seguridad. Por ejemplo, si no tienes con quién ir, puedes escribir a la colectiva para conocer virtualmente a alguien que vaya a acudir; tienes que preparar tu kit para la marcha como agua, tu teléfono con batería 100% cargada y, de preferencia, una batería externa, entre otras cosas que te puedan hacer sentir más segura.
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4. "Las mujeres ya tienen todos sus derechos" / "No estoy de acuerdo con lo que piden"
Apenas desde mediados del siglo XIX las mujeres comenzaron a conquistando espacios en el mundo y ganando derechos que son indispensables por una simple y sencilla razón: son derechos humanos. Tan solo hace medio siglo las mujeres no podían votar en México y tampoco tenían derecho a participar en una elección para dirigr el rumbo de un municipio y mucho menos de país. Pero eso no quiere decir que todo esté ganado y que ellas gocen hoy plenamente de todos los derechos. Las estadísticas lo demuestran:
- A nivel global faltan 132 años para que exista equidad de género.
- En materia de violencia contra las mujeres, el 70.1% de ellas en México han experimentado al menos un incidente de violencia -ya sea física, psicológica, económica o sexual-, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Aquí debe considerarse también el alto índice de feminicidios.
- Por otra parte, por cada 100 pesos que gana un hombre en el país, las mujeres ganan 85 haciendo el mismo trabajo con la misma responsabilidad.
- Las mujeres destinan 2.5 veces más horas al hogar que los hombres, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
- Todo esto sin contar que la procuración de justicia todavía queda mucho a deber a la mayor parte de las víctimas y que hay leyes pendientes de discutir como el Sistema Nacional de Cuidados o las licencias por menstruación incapacitante.
Estos números muestran que falta mucho por avanzar en materia de equidad de género para que realmente las mujeres cuenten con los mismos derechos que los hombres.
Es posible y válido que no todas las causas que atraviesan las marchas sean de tu interés -por ejemplo, algunas mujeres no están de acuerdo con las consignas a favor del aborto o no están convencidas sobre otros temas-, pero seguro sí eres consciente de la necesidad de erradicar otras muchas problemáticas que afectan a las mujeres y que nacen de la desigualdad de género. Eso es más que una buena razón para que salgas a las calles a marchar.
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