CIUDAD DE MÉXICO. Gabriela Ruiz Lugo es la chef de Carmela y Sal, el reconocido restaurante ubicado en la Torre Virreyes en Ciudad de México, cuyo estilo mexicano es motivo de la preferencia de los comensales.

Gabriela asegura que pese al rumbo que la pandemia ha determinado para muchos, incluido el sector restaurantero, se siente agradecida por estar viva.

"Creo que de la necesidad salen cosas buenas", dijo en el podcast Dalia Talk. "En lo personal, cosas que yo no veía como necesidad y ahora lo hago", agregó.

En la recta final del programa, la chef respondió el Q&A Inspiring Women, un cuestionario diseñado para conocer de manera más personal a los invitados e invitadas al podcast de Dalia Empower.

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Tres palabras que te definen:

Yo creo que en primer lugar: creativa, soy muy creativa.

Soy persistente por no decir terca, soy muy persistente. Si ya en mi cabeza estuvo y pudo ser, tiene que estar en la realidad. No hay forma de que si yo ya lo pensé no se pueda hacer.

Siento que todo lo que está en tu cabeza, si ya apareció ahí, puede ser real.

Y también diría que soy soñadora. A mí me encanta pensar mil cosas. Me encanta soñar, me encanta sentarme a pensar cosas que no existen o que no están, o como mundos raros, porque al final me gustaría hacerlos realidad.

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¿Qué ha hecho por ti el feminismo y qué has hecho tú por el feminismo?

Yo creo que el feminismo, lo que ha hecho por mí, es abrir la puerta. Yo creo que las generaciones de cocineras me han dejado el paso libre y a todas las mujeres también. Y yo también tendría que hacer lo mismo para la siguientes generaciones.

¿Cuál es tu mayor batalla interna y cómo la sorteas día a día?

Ésa es una pregunta fuerte. Fíjate que tengo 33 años y me encantaría ser mamá en algún momento. Mi mamá siempre está: "Gaby, yo a tu edad ya tenía cuatro hijos".

Es algo que me encantaría. Pero en otro punto siento que soy de las pocas mujeres que llevamos una cocina de manera profesional y por eso quiero seguir haciendo esto, para que vengan otras mujeres y también tengan el camino abierto.

Es verdad que no se planea cuando quieres ser mamá y que lo mejor es cuando lo tienes y ya, pero éste es siempre el reto que vivo todos los días. Es preguntarte: "¿En qué momento va a pasar eso?".

No me gustaría parar, aunque sé que me voy a emocionar muchísimo con el hecho de tener un hijo, pero también quiero seguir en esto.

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¿Cuál es tu poder y cómo lo usas?

Siempre he creído que mi poder es ser mujer. Me encanta ser mujer y ser mujer cocinera, es algo que siempre he pensado.

Muchas veces ves pocas mujeres en el ámbito gastronómico, pero la primera vez que un humano recibe un alimento es de una mujer. Nosotras alimentamos por naturaleza y eso nos da ese lugar. Yo lo que hago en la cocina sé que lo hago muy bien y todas las mujeres lo hacen muy bien.

Si ya actualmente se hace de una manera natural, también puedes llevar la cocina de una manera profesional.

Entonces, para mí, ser mujer ha sido mi súper poder en la cocina.