Norma Piña, presidenta de la SCJN, apoya el aborto y trabaja contra violencia de género
La primera mujer en México que preside la Suprema Corte de Justicia de la Nación también es feminista.
CIUDAD DE MÉXICO. La ministra Norma Lucía Piña se convirtió en la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo órgano jurisdiccional del país y que dirige el Poder Judicial.
Luego de una votación en medio de escándalos, la ministra consiguió los seis votos que se requerían para poder presidir la SCJN.
De una larga carrera judicial, Piña ha mostrado su apoyo a causas como el aborto voluntario puesto al discutir la inconstitucionalidad de algunos artículos que lo penalizaban en Coahuila, señaló que es necesario que se garantice este derecho.
“Cuando se trata de violación, permiten el aborto, en cambio, cuando es libre, no lo permiten. ¿A qué voy? Cuando tiene carácter de víctima no lo limitan, en cambio, cuando otorga consentimiento no le permiten abortar en ningún tiempo. Entonces, la norma lo que castiga es la conducta sexual de la mujer, lo que a mi juicio también la hace inconstitucional”, dijo en su momento al presentar el proyecto que determinó inconstitucional la protección de la vida desde la concepción y la penalización de las mujeres que abortan.
También ha señalado que es necesario más que nunca poner el foco en la desigualdad de los géneros y que se debe trabajar en la violencia contra las mujeres.
Otros temas en los que ha trabajado es la violencia vicaria o violencia ejercida contra las mujeres a través de sus hijos e hijas y la violencia que viven las mujeres en reclusión.
Piña es profesora de educación primaria por la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, aprobada con Mención Honorífica y Licenciada en Derecho por la UNAM. También cuenta con especialidad en Psicología Social y Comunicación por el Instituto Nacional de Ciencias de la Educación en Madrid, España y en Derecho Constitucional y Administrativo en la división de estudios de postgrado por la UNAM.
Entre sus estudios también destacan una especialidad Judicial en el instituto de Especialización Judicial de la SCJN y especialidad en Derecho Penal por la Universidad Panamericana.
Tiene 34 años de carrera judicial y desde 2015 llegó a la SCJN debido a las cuotas de género que han sido necesarias para integrar ministras a este órgano.
Durante su intento de llegar a la presidencia señaló en distintos medios de comunicación que parte de lo más difícil de la contienda era que los ministros votaran por ella por el hecho de ser mujer y romper los techos de cristal que eso implica.
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