¿Cómo calmar una mente ansiosa? Con 7 pasos
Si tus pensamientos se convierten a menudo en escenarios catastróficos, pon manos a la obra para frenar a tu mente rumiante y sentirte bien.
CIUDAD DE MÉXICO. ¿Te sucede con frecuencia que le das vueltas y vueltas a un tema en tu mente hasta que pasa de ser algo inofensivo a un asunto catastrófico en tu imaginación? Además, ¿te quita, literalmente, el sueño o la capacidad de disfrutar de tu día? Tienes una mente rumiante o ansiosa.
No obstante, puedes hacerla tu aliada a través de ciertos ejercicios que deberás realizar de manera muy consciente cada vez que eso suceda, de acuerdo con Nina Purewal y Kate Petriw, autoras del libro Let that Sh*t go y de un artículo para el sitio web Goop, especializado en bienestar y estilo de vida.
También te puede interesar el Programa ADN: Detona tu verdadero potencial
1 Observa
La mente tiene dos partes: la habladora y la observadora. La primera es la relacionada con la ansiedad y los pensamientos obsesivos. Es la parte de la mente que pasa de un pensamiento a otro, y que aproximadamente genera entre 50,000 y 70,000 pensamientos diarios.
La otra parte es la que observa lo que va pensando la mente habladora. Ejercítala. Observa lo que piensas. Te ayudará a evitar que la mente habladora vaya a la deriva. Frénala y átala al presente.
2 Respira
Cuando la mente observadora detecta que la mente habladora está encaminándose hacia el estrés o ansiedad, puedes regresarla al presente con una sencilla técnica: respira.
Al hacerlo varias veces, desestresará al cuerpo y logrará que los pensamientos acelerados se calmen. Puede ser de mucha ayuda concentrarte en lo que ocurre en tu cuerpo mientras respiras o salir a caminar y observar los árboles y la belleza a tu alrededor.
Si reduces el ruido, puedes escuchar lo que te está tratando de decir tu interior.
3 Siente
La mente acelerada puede ser producto de la falta de honestidad con las emociones propias. Aprovecha el ‘empujón’ que te está dando la mente habladora para mirar profundamente dentro de ti y saber qué estás sintiendo.
“Puedes honrar tus emociones llorando, hablando con alguien o incluso dando un buen grito. Cuando te permites sentir las emociones, puedes acercarte a tu yo central”, consideran las autoras.
4 Olvida
Si no eres fiel a ti mismo, puedes terminar cumpliendo las expectativas que otras personas tienen sobre ti: los 'deberías'. Así que un primer paso puede ser comprender de dónde vienen esos deberes que no te sientes cómodo de hacer: ¿Familia? ¿Amigos? ¿Sociedad?
Luego, trabaja en realizar acciones que reflejen lo que sí es importante para ti. Tu mente dejará de examinar las exigencias de los demás y volverá a centrarse en lo que tú quieres.
5 Relaja
Relajarte es productivo. Te ayuda a manejar mejor el estrés, a controlar las preocupaciones y, por su puesto, a calmar tu mente habladora. No temas a tomar un baño o irte de excursión.
6 Actúa
Otra forma de callar a la mente cuando no para, es actuar. Ya sea si escribes en una hoja los pasos a seguir o envías un correo electrónico donde abordes lo que te molesta, esas acciones mantendrán a tu mente tranquila, pues le informarás que estás tomando cartas en el asunto.
Recomendamos: ¿Sana o delgada? Aprende la diferencia y abraza tu cuerpo
7 Perdona
Cuando por fin logres calmar a tu mente, puedes sentir el impulso o tentación de regañarte por no haber logrado calmarla antes, pero no lo hagas. De hacerlo, volverás a desencadenar una ronda de pensamientos innecesarios.
Reconoce que estás haciendo lo mejor que puedes y que no todas las soluciones son instantáneas. Recuerda que el cerebro racional se desarrolló para ayudarte a sobrevivir; sin embargo, cuando no juega a tu favor, es probablemente porque no le has prestado la atención y afecto que merece.
Ten paciencia contigo y continúa en el proceso.
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional