4 mujeres que lideran el sector Fintech en México
Estas líderes trabajan para cerrar la brecha de inclusión financiera, al impulsar soluciones para personas olvidadas por la banca tradicional.
CIUDAD DE MÉXICO. Las mujeres le están cambiando el rostro a las finanzas. Su participación en el sector Fintech (del inglés, Financial Technology) tiene un mayor peso en altos puestos directivos, aunque al mirar hacia el número de emprendedoras que arrancan un negocio en este sector las cifras aún son bajas en México.
Es decir, en este momento las mujeres están conquistando más sillas en la cúpula directiva, a diferencia de aquellas que están fundando una startup. De acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), solo una de cada 10 mujeres es dueña de alguna Fintech.
En contraste, la startup Alfi estima que 20% de las Fintech tiene a alguna mujer al frente del negocio.
Cursa en Dalia Empower la eClass: Liderazgo Femenino
Un reporte de Finnovista revela que las empresas que cuentan con diversidad de género en este sector tienen 25% mejor performance que aquellas donde los puestos ejecutivos son ocupados solo por hombres.
Según el Informe 2020 Latam Fintech, elaborado por KoreFusion, en México operan 249 firmas Fintech, divididas en 12 categorías, con un capital acumulado de mil 300 millones de pesos. No obstante, el documento no detalla cuántas fueron fundadas o son dirigidas por mujeres.
Estas startups juegan un papel crucial para bancarizar a millones de personas que son olvidadas o relegadas por las instituciones tradicionales, ya que las plataformas digitales les permiten acceder a instrumentos financieros, como tarjetas de crédito o préstamos, sin necesidad de contar con un historial crediticio.
En América Latina, México, Colombia y Brasil concentran 31, 14 y 12% de las Fintech fundadas por mujeres, de manera respectiva, con base en datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Como en cualquier sector, las profesionistas de este rubro aún se enfrentan a múltiples desafíos como sumar a más mujeres en altos puestos directivos o conseguir financiamiento; sin embargo, esto también se ha convertido en un estímulo para que las mujeres aspiren a dirigir los negocios que están surgiendo en el país.
Finanzas con sentido social
Marlene empezó con la idea de emprender algo propio hace tres años y medio, pero no quería que fuera cualquier negocio. La egresada del Tecnológico de Monterrey soñaba con crear una plataforma tecnológica que funcionara desde cualquier teléfono celular con el objetivo de que las personas no estuvieran obligadas a acudir a las sucursales bancarias.
La experiencia que había acumulado desde los inicios del sector Fintech en México le ayudó a concretar su deseo de arrancar algo, pues al ser una de las pioneras de la industria y traer a México dos compañías extranjeras -una de ellas, 4Finance- le dio otra mirada.
A pesar de estar al mando y dirigir a los equipos, Garayzar sentía que le faltaba algo porque no tenía la posibilidad de decidir qué productos servían para el mercado mexicano, además de que el factor social estaba ausente.
Fue ese sentimiento el que la impulsó a fundar en 2019 la startup Stori, dedicada a promover la inclusión financiera en México al ofrecer una tarjeta de crédito para aquellos que durante años han sido desatendidos por los bancos tradicionales.
“Pensaba que estaba bien que vinieran compañías extranjeras a ofrecernos productos, a través de plataformas tecnológicas, pero ellos no nos conocen tanto. En México hay una necesidad de fondo, de hacer algo que realmente impacte en la vida financiera de las personas y les pueda ayudar a construir su futuro”, dice la cofundadora de Stori a Dalia News+Media, la plataforma de información del proyecto de educación continua Dalia Empower.
Antes de arrancar con el negocio, la emprendedora se enfrentó al desafío de pensar cómo crearía un producto que fuera útil y al mismo tiempo impactara de manera positiva en los usuarios. La solución la encontró en un par de socios que le ayudaron a diseñar la tarjeta de crédito Stori, con una línea básica de hasta 2 mil pesos, sin anualidad y sin historial crediticio.
Además del plástico, Marlene ideó una aplicación “ligera” para que se pudiera descargar inclusive en teléfonos de baja gama para que las personas trajeran en el bolsillo su propio banco.
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En 2018, el equipo comenzó a hablar con los primeros inversionistas, quienes meses después creyeron en la idea de negocio y aceptaron participar con un millón y medio de dólares. Para 2020, la startup levantó otros 10 millones de dólares que se invirtieron en la expansión del negocio, tecnología y talento.
Hasta la fecha, 1.5 millones de personas han solicitado la tarjeta de crédito y a la gran mayoría se les ha aprobado su línea.
Marlene asegura que el mercado potencial de Stori es de 40 millones de personas en México y para el futuro inmediato ya exploran cuál será el siguiente producto, que puede ser una tarjeta de débito, aunque los fundadores aún están en conversaciones.
En el mediano plazo, la líder adelanta que le gustaría que Stori se convirtiera en un banco digital, pero para ello primero deben obtener todas las licencias. “Vamos caminando, no queremos correr”.
Democratizar los préstamos
En 2012, Sergio Furio fundó en Brasil la compañía de tecnología financiera Creditas y ocho años después aterrizó en México como parte de su expansión global.
En sus inicios, la plataforma funcionaba como un comparador de crédito que buscaba clientes para instrumentos hipotecarios y les mostraba la mejor opción acorde a sus intereses. Con el paso del tiempo la startup se transformó hasta especializarse en préstamos con garantía en línea.
Sofía González, Business Head de Creditas, y Gabriela Rolon, Director Auto Business Unit México, fueron de las primeras contrataciones cuando la Fintech desembarcó en México. La misión no fue sencilla: al ser parte del equipo inicial tuvieron que pensar desde cómo integrar la estructura corporativa, financiera y de ventas, hasta la creación de nuevos productos. Hoy, la mancuerna dirige dos áreas específicas del negocio.
Sofía González es diseñadora industrial, lo que le permite poner al centro a los clientes, mientras que Gabriela Rolon estudió ingeniería y aplica sus conocimientos para resolver problemas. Su pasión por las finanzas personales y el mundo tecnológico las unió en Creditas.
“El sector Fintech me ayudó a entender que los servicios financieros digitales pueden cambiar la vida de muchas personas. No necesitas mucho para poder ayudar, pero hay que tener la intención de hacerlo”, comenta Sofía González a News+Media.
Gabriela Rolon considera que la participación de las mujeres en el sector Fintech ha aumentado con el paso del tiempo, aunque durante muchos años le tocó ser la única en reuniones con hombres.
“La mitad de la población mundial son mujeres y en Creditas entendimos la importancia de eso. Nuestros equipos diversos nos hicieron tener mejores productos, pues comprendemos a los clientes y sus necesidades”, agrega la ejecutiva.
Cada una desde su cargo es consciente de la responsabilidad que tiene para incluir a más mujeres en el sector, no solo como fundadoras de empresas, también desde el lado de las consumidoras.
Aun con la pandemia, Creditas no dejó de crecer y en agosto de 2020 marcó un hito: la startup alcanzó los 3 mil 700 millones de pesos en portafolio.
A finales del mismo año cerraron su quinta ronda de financiamiento y su valuación hoy se ubica en 1.8 billones de dólares.
“Estamos muy orgullosas de nuestro crecimiento y de nuestros clientes”, coinciden las directivas.
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Innovar de manera colaborativa
La convicción de Elena era salvar vidas, pero su temor a la sangre le impidió estudiar Medicina, entonces descubrió que en la Economía existía una gran oportunidad para ayudar a las personas, ya que todo lo relacionado con números y dinero les atañe.
Al concluir la universidad conoció el emprendimiento, a través de la aceleradora de startups Wayra México. Ahí, la egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quedó convencida de que ese ecosistema era uno de los pilares de la economía, tanto en México como en América Latina.
Durante los tres años que estuvo en Wayra fue parte del surgimiento de un nuevo sector que estaba impulsando la tecnología en una rama tradicional, como eran las finanzas. Ese segmento le permitió a Cruz Lorenzo conocer en primera persona a los pioneros de la industria Fintech y con el tiempo a Finnovista, una compañía de innovación y construcción de startups en ese sector en Latinoamérica.
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Cuando se unió a Finnovista estuvo a cargo de un nicho muy específico de emprendedores Fintech para toda la región. Desde hace cuatro años, Elena apoya a los emprendedores a estructurar su propuesta de valor, encontrar los business case que pueden ofrecer a sus usuarios y aprovechar oportunidades de colaboración con los grandes corporativos, para que estos vean a los FinTecheros como un aliado, en lugar de una competencia para co-crear nuevos productos.
Desde 2012, Finnovista ha consolidado un ecosistema de innovación en finanzas y seguros en América Latina y España, donde más de 25 mil innovadores, emprendedores y expertos intercambian conocimiento y contactos.
Cuando la economista inició su carrera en el sector Fintech, había pocas mujeres dirigiendo esta clase de negocios, pero con el paso del tiempo más profesionistas de su género se han incorporado, aunque reconoce que aún existen múltiples retos para ellas.
“Debemos derribar estereotipos para participar en este sector, sobre todo en la toma de decisiones, porque el porcentaje de mujeres que está en posiciones de liderazgo es bajo en América Latina. Es nuestra obligación impulsar su visibilización y su voz en la formación de nuevas empresas”, expresa la Chief Operating Officer de Finnovista.
Para Elena, un referente en el sector financiero es MarÍa Ariza, directora general de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), porque ha demostrado que las mujeres deben trabajar al doble para alcanzar puestos directivos, pero una vez en ellos ponen el ejemplo para otras profesionistas. “María es un motor de inspiración para otras mujeres”.
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